El Madrid se faj¨® sobre la nieve
A un partido de saldo, el Madrid acudi¨® como a las rebajas, es decir, con lo puesto. As¨ª fue que al equipo de Antic le bast¨® con dejar dos titulares en el once inicial -Chendo y Milla- para resolver, aunque con derrota, una eliminatoria condenada desde el 4-0 de la ida. As¨ª le va a nuestro mal llamado torneo del KO. En Inglaterra, donde de f¨²tbol saben kilo y medio, la Copa se juega a un partido en el campo del d¨¦bil. Sucede entonces que un Tercera es capaz de sonrojar al Liverpool, al Everton o a quien toque. De esta manera, el pobre se lo pasa bomba por un d¨ªa y el KO es un verdadero KO, y no lo que se estila por aqu¨ª.En Burgos hubo m¨¢s y peor. De entrada, una copiosa nevada que conden¨® el encuentro a -3? y pel¨® la grada de gente. Con el c¨¦sped te?ido de blanco, la pelota adquiri¨® vida propia y el juego perdi¨® sentido. Cuando un futbolista bastante hace con aguantarse en pie y el bal¨®n va por libre no hay f¨²tbol que valga. Total, un desastre. Y si no, que se lo pregunten a Elduayen, el portero local, que en un momento determinado de la segunda parte tuvo que agarrar una escoba y ponerse a barrer para desenterrar las l¨ªneas de su ¨¢rea.
Por si acaso, el Madrid ech¨® el candado a la eliminatoria en su ¨²nico disparo a puerta de toda la primera mitad. Fue una colada por la derecha de Llorente, que cedi¨® plano a la frontal del ¨¢rea, all¨ª donde Alfonso lleg¨® como un cohete con la ca?a a punto. Fue un momento agradable en un partido residual. El chaval pag¨® su osad¨ªa con una inoportuna lesi¨®n que. le retir¨® del campo en el minuto 28. Un rato despu¨¦s (minuto 69) le toc¨® a Alejandro, que tuvo que abandonar tras una patada de Lasa. Por el estado del terreno de juego, mucho y bueno fue que s¨®lo dos hombres pasaran por la enfermer¨ªa.
Parad¨®jicamente el gol madridista lleg¨® cuando peor trato dedicaba el Burgos a su rival. El conjunto de Novoa tendi¨® una alambrada en la mitad del terreno de juego y encerr¨® al Madrid. El encuentro adquiri¨® un ritmo fren¨¦tico, pero inconexo. Carreras, ca¨ªdas, zapatazos y poco juego. Con tanto jugador amontonado y el bal¨®n a la suya, la grada reclam¨® tres penaltis en la primera mitad, adem¨¢s de un gol de vaselina de Aguirre que Chendo sac¨® en dudosa posici¨®n y G¨®mez Barril no concedi¨®.
La nevada apret¨® reci¨¦n iniciada la segunda mitad y el encuentro complet¨® su disfraz de Bundesliga. Premio hubo para el esfuerzo del Burgos. Un bonito gol de Aguirre calent¨® a la parroquia local, que hasta ese momento s¨®lo hab¨ªa podido batir palmas y pies para protestar. Poco despu¨¦s lleg¨® el meritorio tanto de Balint, que se col¨® en el ¨¢rea de Jaro con poder¨ªo tras una cesi¨®n de Loren. La pe?a local vio ah¨ª el pago a tanta penalidad y abandon¨® El Plant¨ªo satisfecha y aliviada.
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