Redondo acepta la mediaci¨®n del PSOE aunque dice que "no es natural"

El secretario general de UGT, Nicol¨¢s Redondo, ha declarado a Europa Press que, aunque "no es natural" la intermediaci¨®n de la direcci¨®n del PSOE en la situaci¨®n cr¨ªtica de Hunosa, le da la bienvenida si es efectiva y se busca una soluci¨®n.Respecto a las relaciones de su sindicato con el partido socialista dice que "ahora son mejores, por una raz¨®n, porque no existen; antes eran malas", y a?ade que a su relaci¨®n con el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, le falta "fluidez y asiduidad, aunque no hay que dramatizar".

El hecho de que no exista un di¨¢logo fluido entre uno de los sindicatos m¨¢s representativos y el Gobierno lo explica as¨ª: "Me parece que un Gobierno socialista o socialdem¨®crata como se define -tengo algunas dudas de esa definici¨®n- deber¨ªa tener una relaci¨®n fluida no s¨®lo con UGT, sino con el conjunto del movimiento sindical, y por tanto, tambi¨¦n con CC OO, para darle importancia al di¨¢logo social y la negociaci¨®n. No se trata de una relaci¨®n exclusiva con UGT o entre Felipe y yo".

Convenios dif¨ªciles

El l¨ªder sindical considera que la crisis industrial que vive especialmente la cornisa cant¨¢brica agrava "una negociaci¨®n colectiva que ya se perfilaba dificultosa", por las orientaciones del Gobierno y de la patronal CEOE, referidas a la moderaci¨®n salarial.

Ante la concentraci¨®n de delegados convocada por UGT y CC OO para el pr¨®ximo d¨ªa 14 de febrero manifest¨® que est¨¢n "en un comp¨¢s de espera, aunque parece que no va a haber cambios fundamentales por parte del Gobierno". Redondo record¨® que la demanda de los sindicatos es que haya una predisposici¨®n por parte del Gobierno "para llevar a cabo una pol¨ªtica industrial y dar salida al atoramiento que ahora mismo tiene la situaci¨®n de Hunosa".

La petici¨®n de moderaci¨®n salarial del Gobierno y la CEOE cree que "es una constante. Si algo dicen con contumacia es eso". La entrada en vigor del Mercado ¨²nico le preocupa porque su temor es que "el Gobierno crea que cualquier mejora en las condiciones laborales y salariales supone una traba para la competitividad y diga que es contraproducente".