La batalla de las mezquitas
La Junta c¨ªvico-militar argelina est¨¢ decidida a arrebatar a los integristas el control ideol¨®gico, de los centros religiosos
Argelia cuenta oficialmente con 9.703 mezquitas, pero s¨®lo una tercera parte de ellas, 3.983, est¨¢n controladas por imames vinculados al Ministerio de Asuntos Religiosos. El resto est¨¢ dirigido por personas que se encuentran vinculadas a determinadas corrientes pol¨ªtico-religiosas, como el Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS). Este balance oficial, que no coincide con el oficioso -se asegura que en el pa¨ªs hay m¨¢s de 14.000 mezquitas y centros de oraci¨®n controlados por el FIS-, ha sido hecho p¨²blico recientemente por el Gobierno al anunciar que est¨¢ dispuesto a dar la batalla para recuperar el control de todos los templos y acabar con el uso que el movimiento integrista est¨¢ haciendo de las casas de Al¨¢.
El ide¨®logo y art¨ªfice de esta contraofensiva pol¨ªtica ser¨¢, sin duda, el imam Teyini Heddam ex rector de la mezquita de Par¨ªs y miembro del directorio que gobierna en Argelia. En perfecta sinton¨ªa con esta pol¨ªtica, el gobernador civil de Argel ha hecho p¨²blico un bando prohibiendo las concentraciones en los alrededores de los templos y recordando que las plazas p¨²blicas, aceras y calzadas est¨¢n destinadas ¨²nica y exclusivamente a la circulaci¨®n de veh¨ªculos y peatones, y que cualquier otro uso debe contar con la autorizaci¨®n previa del gobernador. Con este bando se anuncia la firme decisi¨®n del Gobierno de prohibir los rezos-concentraciones pol¨ªticas que cada viernes el FIS efect¨²a en una de las mezquitas de la capital. El gobernador no inventa nada nuevo: recuerda ¨²nicamente que hay una ley en vigor desde marzo de 1991 que regula el funcionamiento de los templos.
La batalla que se dispone a dar la Administraci¨®n argelina tiene un precedente. En noviembre de 1986, el ex presidente de la Rep¨²blica Chadli Benyedid anunci¨® en un discurso su intenci¨®n de meter en cintura a las mezquitas controladas por los integristas, Su ministro de Asuntos Religiosos de aquella ¨¦poca, Butalem Baki, concretiz¨® el discurso del presidente con una circular dirigida a todos los imames y responsables de la Administraci¨®n ordenando desplazar a los funcionarios integristas, que en los ¨²ltimos a?os se hab¨ªan infiltrado en las mezquitas aprovechando la flexibilidad de la pol¨ªtica del Gobierno al respecto, encaminada a la cohabitaci¨®n del islam oficial con el integrismo.
?sta pol¨ªtica hab¨ªa surgido como consecuencia de dos factores: la eclosi¨®n de la construcci¨®n de mezquitas en Argelia a partir del a?o 1970 y la falta de imames preparados para regentarlas. El Gobierno de Chadli Benyedid intent¨® resolver la situaci¨®n tendiendo la mano, a partir de 1980, a un grupo de j¨®venes imames, combativos y muy preparados profesionalmente, impregnados en la doctrina integrista, que estaban dispuestos a ejercer sus funciones de manera ben¨¦vola y gratuita, marginando as¨ª a los servidores del islam oficial, en su mayor¨ªa ancianos y poco preparados.
En Constantina, por ejemplo, entre 1984 y 1986, el 30% de los ?mames de la ciudad eran voluntarios provenientes del sector integrista. Las cifras se incrementaron con posterioridad, seg¨²n desvela el historiador argelino Ahmed Roayia, que en 1990 escribi¨® un libro ya cl¨¢sico -Los hermanos y la mezquita-, en el que analiza el fen¨®meno de la ocupaci¨®n de las mezquitas en Argelia.
Pero ¨¦ste no es el ¨²nico error que cometi¨® Chadli Benyedid. En un intento de vacunar a la sociedad argelina contra el fen¨®meno del integrismo invit¨® a un imam egipcio, Mohamed el Gazali, para que se hiciera cargo del m¨¢s importante centro oficial de formaci¨®n de imames del pa¨ªs, situado en el templo del emir Abdelkrim, en Constantina.
El cerebro de la operaci¨®n
El Gazali, una personalidad internacionalmente conocida y respetada, se convirti¨® as¨ª en el cerebro de una operaci¨®n que ten¨ªa como misi¨®n conjugar y conciliar el integrismo con el islam oficial. El Gazali, seg¨²n asegura el historiador Roayia, se convirti¨® no s¨®lo en el confidente de Chadli Benyedid, sino tambi¨¦n en una estrella oficial de la televisi¨®n, desde donde dirig¨ªa sus ambiguos discursos, que acabaron, en el fondo, potenciando el integrismo en el pa¨ªs. La operaci¨®n se vino abajo en 1988, tras la revuelta popular del mes de octubre, en que el predicador oficial empez¨® a ser contestado por las bases m¨¢s radicales. El Gazali se vio obligado a abandonar Argelia en 1989.
El pasado mes de marzo, con la vista puesta en las futuras elecciones legislativas, previstas para el mes de junio, el jefe del Gobierno, Mulud Hamruche, hizo p¨²blicos dos decretos, concernientes al funcionamiento y control de las mezquitas, que prohib¨ªan efectuar discursos pol¨ªticos desde los minaretes. Desde un punto de vista jur¨ªdico, eran instrumentos concretos con los que los gobernadores hubieran podido controlar los templos y sustraerlos de las influencias integristas. Pero para hacer efectivas estas leyes se necesitaba una voluntad pol¨ªtica clara y firme.
Estas ordenanzas, sin embargo, ven¨ªan poni¨¦ndose o no en pr¨¢ctica en funci¨®n de la coyuntura-pol¨ªtica, es decir, del estado de las relaciones entre el poder y el FIS. Las cosas parecen hoy haber cambiado, ya que el Alto Comit¨¦ de Estado est¨¢ dispuesto a recuperar el control efectivo de las mezquitas y a erradicar de las escuelas y de la Administraci¨®n p¨²blica el discurso integrista, que se ha venido infiltrando tejiendo una complicada trama religiosa y pol¨ªtica, sobre la que se sustenta el Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n. El primer paso est¨¢ dado. Hoy, viernes, con ocasi¨®n de la plegaria preceptiva, los integristas dar¨¢n su respuesta.
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