El Barca se conform¨® con ganar en Bilbao

El Athletic y el Barcelona mostraron una singular fidelidad a los pron¨®sticos. Los rojiblancos se limitaron a pasear su historial, perdiendo dignamente, al menos en el marcador. Los azulgrana tramitaron su victoria sin brillantez, pero con fundamento, gracias a las filigranas de Beguirist¨¢in y al cuajo de Bakero para resolver algunas de las muchas oportunidades de que dispusieron.La memoria colectiva de San Mam¨¦s ten¨ªa un fresco recuerdo de la pasada temporada y la dolorosa goleada que le endos¨® entonces al Athletic el Barcelona. Los 15 primeros minutos de ayer dieron buena cuenta de la diferencia entre uno y otro a?o. Hasta cinco ocasiones malgastaron los disc¨ªpulos de Cruyff por la ineficacia de junu 5-11-, .1 infortunio de Laudrup y Beguirist¨¢in y la falta de punter¨ªa de Nadal.

En ese cuarto de hora demostr¨® el Athletic su esp¨ªritu temeroso, y el Barcelona, su falta de frescura. Era, en definitiva, el mismo Athletic de la pasada campa?a, pero enfrente ten¨ªa a otro Barcelona.

El de ayer fue un conjunto azulgrana agotado, conservador, consciente de su superioridad hasta el punto de que Cruyff se permiti¨® el lujo de sacar del campo a Salinas para dar entrada al ilustre Alexanco, m¨¢s para gratificarle que para apuntalar el sistema defensivo.

El Athletic hab¨ªa entregado el partido con anterioridad a su disputa. Ni una sola vez, en el transcurso de la semana hablaron los jugadores o el t¨¦cnico de la m¨¢s m¨ªnima posibilidad de victoria. Todos se limitaron a apelar al orgullo para lavar la imagen del club, pero ninguno mencion¨® la posibilidad de obtener los dos puntos.

No en vano la estrategia deS¨¢ez se fundament¨® ¨²nicamente en organizar su bloque defensivo para confiar su suerte a un afortunado empate. Pero S¨¢ez dej¨® un flanco d¨¦bil. Nadie pudo con Beguirist¨¢in cuando el guipuzcoano quiso seguir en su postura natural. Para frenarle, el t¨¦cnico rojiblanco le opuso a Est¨ªbaliz, un jugador con poca experiencia defensiva que se limit¨® a aprender del extremo azulgrana la multitud de cosas que se pueden hacer con un bal¨®n sobre la misma l¨ªnea de banda.

El resto del conjunto azulgrana bail¨® al son de Beguirist¨¢in, aunque los solos orquestales los ejectit¨® Bakero firmando dos goles de distinta factura, pero id¨¦ntico tino. Ni una sola vez inquiet¨® el Athletic a Zubizarreta. Ni siquiera cuando, en la segunda mitad, el Barcelona se limit¨® a disputar un partido de f¨²tbol sala con rond¨®s y m¨¢s rondos, y pases y m¨¢s pases, que, cuando menos, le permit¨ªan al Athletic descansar en defensa y corretear sin ton ni son tras los azulgrana.

Fue un segundo tiempo aburrido, disputado a beneficio de inventarlo, y s¨®lo porque as¨ª lo exige el reglamento futbol¨ªstico. Sirvi¨® tan s¨®lo para que el Athletic demostrara sus carencias, y el Barcelona, su falta de ox¨ªgeno, a sabiendas de la carrera de persecuci¨®n que le resta todav¨ªa en busca del Madrid.