Los esc¨¢ndalos ponen a Charles Haughey al borde de la dimisi¨®n

El primer ministro deja Rep¨²blica de Irlanda, Charles Haughey, se ver¨¢ forzado a dimitir esta semana. La crisis pol¨ªtica ha sido provocada por los Dem¨®cratas Progresistas (PD), el peque?o partido coligado con el Fianna F¨¢il, que se niega a seguir apuntalando el Gobierno si Haughey no se retira. Todo indica que el primer ministro anunciar¨¢ oficialmente su dimisi¨®n hoy, v¨ªspera de la presentaci¨®n del presupuesto en el Parlamento.

Ya ha comenzado la carrera para la sucesi¨®n de Haughey en la jefatura del Gobierno y del Fianna F¨¢il, pero con ¨¦l nunca se puede estar seguro. Se trata de un pol¨ªtico fajador y escurridizo al mismo tiempo, tres veces primer ministro y l¨ªder de su partido durante los ¨²ltimos 11 a?os, capaz de sobrevivir a las crisis m¨¢s extremas y de resucitar pol¨ªticamente cuando se le da por enterrado. En noviembre pasado, un sector mayoritario del Fianna F¨¢il (Soldados del Destino) se rebel¨® contra ¨¦l, dirigido por el ex ministro de Finanzas Albert Reynolds. Haughey parec¨ªa definitivamente acabado pero, en una ag¨®nica reuni¨®n de 14 horas con su grupo parlamentario, logr¨® que se le permitiera seguir en el poder hasta marzo o abril. Para entonces, dijo, podr¨ªa "retirarse dignamente".La fecha parece haber llegado antes. El ¨²ltimo envite contra Haughey fue lanzado hace una semana, cuando Sean Doherty, antiguo ministro de Justicia, hizo una inesperada revelaci¨®n sobre un antiguo esc¨¢ndalo. Doherty tuvo que dimitir hace 10 a?os, tras descubrirse que el Gobierno espiaba ilegalmente las conversaciones telef¨®nicas de dos periodistas. El pasado martes, Doherty confirm¨® lo que todo el mundo sospechaba: que Haughey fue el principal responsable de aquellas escuchas. El primer ministro lo neg¨® de inmediato, pero sus socios de coalici¨®n gubernamental decidieron que esa gota colmaba el vaso de su paciencia.

"No se trata ya de si Haughey miente o dice la verdad; la cuesti¨®n es que el Gobierno no se dedica a gobernar, sino a sofocar esc¨¢ndalos, y el culpable de todo ello es Haughey", declar¨® un portavoz del PD. El PD, con s¨®lo seis diputados, ha mantenido en el Gobierno a Haughey y al Fianna F¨¢il desde 1989, cuando el tradicional partido hegem¨®nico no consigui¨® obtener la mayor¨ªa absoluta y tuvo que coligarse. Haughey ha sido implicado desde entonces en varios casos de corrupci¨®n financiera y tr¨¢fico de influencias, lo que amenaza con destruir la reputaci¨®n de sus socios del PD, un grupo que se presenta como regeneracionista en la espesa escena pol¨ªtica irlandesa.

Charles Haughey ha dado a entender que no desea convocar elecciones anticipadas justo en la mitad de la legislatura, y la salvaci¨®n del Gobierno debe pasar, por tanto, por su propia dimisi¨®n. Siempre que Haughey, al que en Irlanda llaman Houdini por su habilidad para zafarse de situaciones desesperadas, no tenga preparado un truco de ¨²ltima hora.

Carreras de aspirantes

El partido bulle en las ¨²ltimas jornadas, con decenas de reuniones en las que los principales candidatos a sucederle intentan asegurarse el apoyo de la mayor¨ªa. El aspirante m¨¢s destacado, al menos en teor¨ªa, es Albert Reynolds, el ex ministro que ya en noviembre encabez¨® la frustrada rebeli¨®n contra el correoso primer ministro. Este multimillonario fabricante de comida para perros cuenta con la experiencia de haber dirigido cuatro ministerios y pasa por ser un buen gestor. Su punto d¨¦bil es, parad¨®jicamente, su enemistad con Haughey, quien mantiene pese a todos los esc¨¢ndalos una indiscutible autoridad moral en el Fianna F¨¢il.El candidato preferido de Haughey es Ray MacSharry, comisario de la Comisi¨®n Europea para Desarrollo Agrario. Su fidelidad al jefe es inquebrantable y es considerado un eficiente tecn¨®crata. Otras dos personas podr¨ªan dar la sorpresa. Una es Mary O'Rourke, ministra de Sanidad, una cat¨®lica liberal que no se opone frontalmente al divorcio y a los m¨¦todos anticonceptivos. La otra es Bertie Ahern, ministro de Finanzas.