El portugu¨¦s Jo?o de Melo publica 'Gente feliz con l¨¢grimas'
Jo?o de Melo (Achadinha, Azores, 1949) present¨® ayer, acompa?ado por Jos¨¦ Saramago, su novela Gente feliz con l¨¢grimas (Alfaguara), galardonada en Portugal en 1989 con el Grande Premio de Romance e Novela y traducida por Eduardo Naval. "Es, por supuesto, una novela sobre Azores", dice Jo¨¢o de Melo, "pero, sobre todo, un libro de gente que parte, la vida de los miembros de una familia y, adem¨¢s, una interrogaci¨®n sobre la pervivencia de los mitos azorianos y sobre la historia reciente de Portugal".Las Azores son una constante en la literatura de este nativo de la isla de S?o Miguel. "Las Azores son para m¨ª", dice, "islas a la par fisicas y metafisicas. Son la matriz de cuanto soy. S¨¦ que no son el centro del mundo, porque eso no existe, pero son el centro de lo que escribo".
El archipi¨¦lago ha sido tradicionalmente tierra de emigraci¨®n no s¨®lo al Portugal continental, sino a Angola y, especialmente, a Canad¨¢ y Estados Unidos. Gente feliz con l¨¢grimas lo refleja, pero para su autor la realidad ha empezado ya a cambiar: "Ya no se nos identifica por los d¨®lares y las vacas. Hay un cierto esarrollo de infraestructuras y un intento de turismo, m¨¢s que caro, de calidad".
En lo literario, la novela de Jo?o de Melo viene a pintar1con ¨®ptica aut¨®ctona unas islas hasta la fecha v¨ªrgenes en la narrativa mundial, salvo excepciones como Moby Dick, de Herman Melville, y La Dama de Porto Pirn, de Antonio Tabucchi.
Generaci¨®n
Sin embargo, Jo?o de Melo es todo lo contrario a un autor regionalista: "Intento una lectura azoriana del mundo portugu¨¦s, y ni siquiera estil¨ªsticamente creo tener influencias de los escritores azorianos como Vitorino Nem¨¦sio o Antero de Quental".Jo?o de Melo se considera integrado en una generaci¨®n de narradores: "La experiencia com¨²n que nos marc¨® fue la guerra colonial, el final de un r¨¦gimen que, en palabras de Eduardo Lourenco, era ya un colonialismo sin imperio. Ese estigma de la glierra colonial y el derrumbamiento del imperio desemboc¨®, para nosotros, en una b¨²squeda angustiada de identidad y de destino. Portugal vivi¨® un golpe de estado at¨ªpico, con claveles en los fusiles y militares que volv¨ªan de la guerra a hacer la paz".
La literatura portuguesa contempor¨¢nea es hoy profeta en su tierra. "Portugal se interroga a s¨ª mismo en buena medida a trav¨¦s de la literatura, aunque no siempre haya respuestas", afirma Jo?o de Melo. "Es un pa¨ªs que ha descubierto a sus escritores, y que los apoya comprando sus libros. Incluso en Europa, quiz¨¢ a partir de la figura de Fernando Pessoa o tambi¨¦n de Jos¨¦ Saramago, nos va descubriendo, aunque a¨²n ocurran cosas un poco rid¨ªculas, como el que el a?o pasado premien en Francia a Verg¨ªlio Ferreira por un libro como Manh? Sobmersa, publicado en Portugal en l957".
Babelia
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