El Madrid que no lleg¨® a tiempo a 1992
Decenas de proyectos previstos para el a?o estelar est¨¢n sin acabar o aparcados
![Juan Antonio Carbajo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F73749044-7b80-479d-a23f-7ddfd55d2415.jpg?auth=77f0dda718d3f1eb56bce1a2369c2d2a21b77de5b8e63dc3fb679e1bc61334eb&width=100&height=100&smart=true)
Ciencia-ficci¨®n: Marlon Brando llega a Madrid para participar en la pel¨ªcula Crist¨®bal Col¨®n: el descubrimiento. La cinta se rodar¨¢ en la Ciudad del Cine de Pozuelo; y para desplazarse a Sig¨¹enza, donde se grabar¨¢n los exteriores, el actor rodear¨¢ la ciudad por la M-40. Regresar¨¢ en un helic¨®ptero que aterriza en el helipuerto de Madrid. Brando ha manifestado que en sus horas libres har¨¢ ejercicio en el canal de remo del Manzanares y que visitar¨¢ la esfera armilar. (Sin embargo, todo eso forma parte del Madrid que no ver¨¢ el 92).
?Qu¨¦ es una obra p¨²blica? Aquella que se termina tarde y al doble de su precio inicial, deber¨ªa decir un ficticio manual del pol¨ªtico. Pero a veces, ni eso. Decenas de proyectos para 1992 se marchitaron antes de ver la luz. Otros, m¨¢s afortunados, ser¨¢n realidad el pr¨®ximo a?o o los siguientes; y unos pocos est¨¢n a punto de terminarse aunque s¨®lo sea porque ten¨ªan que haberse acabado en 1990.La ciudad ideal que el visitante Brando pod¨ªa haber visto en 1992 deber¨ªa pensar ya en obras pomo la M-50, en vez de seguir mareando el trazado norte de la M-40, que va ya por su sexto borrador. Los responsables de Vivienda podr¨ªan estar dise?ando nuevos planes sociales una vez terminadas, como estaba previsto, las 30.000 viviendas de promociones como Madrid Sur, Valdebernardo o el Plan 18.000, en las que a¨²n no se ha puesto un solo ladrillo. Eso s¨ª, en Valdebernardo han comenzado los movimientos de tierra para construir una esfera armilar que a¨²n no tiene licencia municipal.
La voluntad pol¨ªtica
En fin, si los plazos se cumplieran y bastara con eso que llaman voluntad pol¨ªtica, en Madrid no habr¨ªa chabolas, la televisi¨®n regional tendr¨ªa su pirul¨ª de 200 metros en Legazpi y el abono del Consorcio Regional de Transporte podr¨ªan usarlo hasta los castellano-manchegos que trabajan en Madrid. Pero la simple declaraci¨®n de intenciones no convierte los proyectos en realidad.Tampoco acelera las cosas la uni¨®n de varias voluntades pol¨ªticas. El binomio Ayuntamiento-Comunidad no hace m¨¢s que meterse en charcos. Ambas instituciones han logrado que la Estaci¨®n Sur de Autobuses no sea m¨¢s que un solar en M¨¦ndez ?lvaro, alrededor del cual crecen con diligencia edificios de oficinas y un centro comercial. Y todo porque el Ayuntamiento debe poner el suelo y la Comunidad el dinero. As¨ª est¨¢n desde 1988, por no hablar de la Estaci¨®n Norte de Autobuses, anunciada desde la alcald¨ªa por Juan Barranco y de la que nunca m¨¢s se supo.
El Pasillo Verde, la gran operaci¨®n de cirug¨ªa para enterrar la l¨ªnea del ferrocarril entre Pr¨ªncipe P¨ªo y Atocha, es otro ejemplo de colaboraci¨®n entre instituciones. Las obras, que promueven Ayuntamiento, Comunidad y Renfe, deber¨ªan terminar en 1992, pero a¨²n les restan dos a?os m¨¢s de trabajos. Tambi¨¦n se dijo que costar¨ªan 17.500 millones de pesetas, y el presupuesto ya va por 30.000. A la operaci¨®n le han fallado los plazos, las fuentes de financiaci¨®n y los realojamientos. Y no falt¨® un pulso entre Renfe y la Comunidad para dilucidar qui¨¦n pagaba un intercambiador en Pr¨ªncipe P¨ªo.
El Plan de Accesos de Madrid, firmado por Ayuntamiento, Comunidad y Ministerio de Obras P¨²blicas y Transportes (MOPT), ha servido en m¨¢s de una ocasi¨®n para comprobar lo complicado que es mantener un entendimiento cordial entre instituciones. Las inauguraciones de los tramos que se iban acabando se convert¨ªan en un partido de rugby donde unos y otros se pasaban el bal¨®n de los retrasos. La culpa era del otro. El caso es que la M-40 no estar¨¢ terminada en 1992 (a¨²n no han empezado sus tramos norte y oeste) ni se han iniciado la prolongaci¨®n de la calle de O'Donnell hasta la M-40 o la reforma del ,puente de Ventas, obras incluidas en aquel plan.
Tampoco la M-30 ser¨¢ un c¨ªrculo completo en el 1992, tal y como estaba previsto. El. primer tramo de la avenida de la Ilustraci¨®n (que cierra la M-30 por el norte) se ha hundido tantas veces que el ministerio tuvo que evitar que se instalara una monumental escultura de un hombre desnudo, obra de Antonio L¨®pez, por si se la tragaba la tierra, como ocurri¨® con una viga que casi lleg¨® al t¨²nel del metro, a ¨ª 4 metros de profundidad. El segundo tramo deber¨ªa haber empezado en 1988 y hasta hace un mes no se pudo desalojar al ¨²ltimo chabolista.
La Comunidad decidi¨® hace dos a?os agilizar las obras de una v¨ªa paralela a la avenida de la Ilustraci¨®n, el eje de Sinesio Delgado, para remediar su retraso. Pero tampoco lo consigui¨®. Hasta se hundi¨® una parte del t¨²nel bajo la Dehesa de la Villa, en un accidente en el que muri¨® un obrero. Adem¨¢s, el Ayuntamiento tuvo que cambiar el trazado ante las protestas de los vecinos. En fin, si todo hubiera salido como estaba previsto, Marlon Brando podr¨ªa haberse dado un ba?o en el parque de agua junto al Nudo Sur o bailar en el rock¨®dromo cubierto de la Casa de Campo. Podr¨ªa recorrer una Gran V¨ªa ¨ªntegramente reformada o inaugurar un simposio de odont¨®logos en el nuevo Palacio de Congresos.
Y tambi¨¦n podr¨ªa ir en tren a San Sebasti¨¢n de los Reyes. Pero en este caso nadie le puede negar a Renfe que, al menos, lo intent¨®.
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