Richard Meyer considera horribles los rascacielos de la Villa Ol¨ªmpica

El arquitecto norteamericano Richard Meyer comienza a ver la luz al final del t¨²nel en la que debe ser su obra se?era en Barcelona: el Museo de Arte Contempor¨¢neo (MACB), en el casco antiguo de la ciudad, junto al complejo cultural de la Casa de la Caritat. Tras la primera fase de las obras -las estructuras del edificio-, que se terminar¨¢ en verano, Meyer y su socio barcelon¨¦s en el proyecto, Fernando Ramos, comenzar¨¢n el equipamiento y acabado del museo, as¨ª como la urbanizaci¨®n de su plaza frontal y otras calles colindantes. Entretanto, el arquitecto ha recorrido la ciudad y, al tiempo que alaba los conceptos urban¨ªsticos que han presidido su renovaci¨®n, critica los dos rascacielos de la Villa Ol¨ªmpica, que considera "horribles".Las reticencias de Richard Meyer hacia el nuevo urbanismo barcelon¨¦s se centran en los dos rascacielos [uno destinado a hotel y otro a oficinas] ubicados en primera l¨ªnea de mar, frente a la Villa Ol¨ªmpica. "Son muy distintos y nada interactivos, y ¨¦se es su primer defecto. M¨¢s grave a¨²n es su escala, compl amente incongruente con la de las viviendas ol¨ªmpicas y el puerto, hasta tal punto que las torres menoscaban todo el urbanismo y la arquitectura circundante. Pero lo que me parece m¨¢s grave de todo es que, por su tamano y su visibilidad, se erigen en s¨ªmbolos de todo el nuevo barrio, con lo que dan una imagen completamente falsa; al fin y al cabo, la Villa Ol¨ªmpica no es el nuevo downtown comercial de Barcelona, sino un barrio residencial".

La Villa Ol¨ªmpica merece elogios de Meyer "por su concepci¨®n urban¨ªstica creadora de continuidad ciudadana, que prolonga la ret¨ªcula del Example adapt¨¢ndola a un nuevo entorno, y por su f¨¢cil acceso e interacci¨®n desde y con otras zonas de la ciudad".