Suspendidas las garant¨ªas en Venezuela tras el fracaso de un cruento golpe militar
El presidente venezolano, Carlos Andr¨¦s P¨¦rez, pidi¨® ayer al Parlamento la suspensi¨®n de algunas garant¨ªas constitucionales despu¨¦s de que un grupo de j¨®venes paracaidistas pretendiese derrocar, al filo de la medianoche del lunes (cinco de la madrugada de ayer en Espa?a), al Gobierno constitucional, lo que hubiese puesto fin a 33 a?os de democracia. La intentona produjo la muerte de al menos 24 militares y civiles, entre ¨¦stos ¨²ltimos, Gaitza Etxearte, de 23 a?os, hijo del presidente de la junta extraterritorial del PNV en Venezuela.
El l¨ªder de los militares amotinados, teniente coronel Hugo Chaves, asegur¨®, despu¨¦s de ser detenido: "No hemos podido conquistar el poder, pero vendr¨¢n nuevas situaciones y el pa¨ªs debe encaminarse por un rumbo mejor". Posteriormente, el presiente venezolano asegur¨¦ que todos los rebeldes se hab¨ªan rendido o hab¨ªan sido derrotados.Se cerraba as¨ª una jornada en la que el sue?o tranquilo de la capital se hab¨ªa visto sacudido por el ensordecedor ruido de tanquetas, las r¨¢fagas de metralletas y los disparos de mortero de los golpistas, que, simult¨¢neamente, asaltaron el aeropuerto de La Carlota, la residencia presidencial de La Casona, el palacio de Gobierno de Miraflores, la sede del Ministerio de Defensa, los comandos de la Guardia Nacional, el edificio de la Marina, las instalaciones de los cuerpos policiales y el canal oficial de televisi¨®n.
Los rebeldes pertenecen al batall¨®n de paracaidistas Jos¨¦ Leonardo Chirinos -con base en Maracay, capital del Estado de Aragua, 100 kil¨®metros al sur de Caracas- y ten¨ªan contactos en otras unidades militares. En su ataque a los principales centros de poder lograron penetrar y ocupar por un corto periodo de tiempo la residencia presidencial, el palacio de Miraflores, el Ministerio de Defensa y la Comandancia de Marina, lugares en los que se produjeron sangrientos enfrentamientos. En Maracaibo, los rebeldes secuestraron al gobernador, Osvaldo ?lvarez Paz. En Maracay, Valencia, Barquisimeto y Bol¨ªvar hubo combates.
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"No hemos logrado los objetivos, por ahora" dice el jefe de los golpistas tras rendirse
Viene de la primera p¨¢ginaAl poco de iniciarse la intentona, el presidente P¨¦rez, quien apenas hac¨ªa unas horas que hab¨ªa regresado a Venezuela de su viaje a Davos (Suiza), se dirigi¨® por televisi¨®n a la naci¨®n, y asegur¨® que "el movimiento sedicioso estaba siendo sofocado". Pidi¨® urgentemente a los oficiales de las Fuerzas Armadas patri¨®ticas que se trasladaran a sus cuartel y mantuvieran alerta para defender el r¨¦gimen democr¨¢tico. Hizo un llamamiento a la poblaci¨®n, a los partidos pol¨ªticos y a las instituciones a formar una pina contra los insurrectos.
Su rostro estaba p¨¢lido y ojeroso cuando a esa hora de la madrugada asegur¨® que contaba con el respaldo de las Fuerzas Armadas, al tiempo que exhort¨® a la poblaci¨®n a tener "confianza y fe en la democracia", mientras en las calles se escuchaban los interminables disparos. "Me dirijo al pa¨ªs con firmeza, pero con indignaci¨®n, para repudiar la intentona de este movimiento subversivo", dijo P¨¦rez.
Los partidos pol¨ªticos, los representantes laborales y patronales, se solidarizaron inmediatamente con el llamamiento de P¨¦rez. En ese sentido, el presidente del partido gobernante, Acci¨®n Democr¨¢tica, Humberto Celli, conden¨® la acci¨®n golpista y afirm¨® que el Gobierno hab¨ªa tomado el control de la situaci¨®n. Eduardo Fern¨¢ndez, secretario general del Partido Social Cristiano (Copei, en la oposici¨®n) dijo que los problemas de Venezuela se resuelven con votos y no con balas.
Los enfrentamientos entre los oficiales leales y los paracaidistas rebeldes continuaron m¨¢s all¨¢ del amanecer, dejando un saldo no determinado de muertes, especialmente en el aeropuerto de La Carlota, cercano a la residencia de La Casona. Los vecinos del lugar observaron numerosos cad¨¢veres y autom¨®viles destrozados en las calles aleda?as. Entre esas v¨ªctimas mortales se encontraba Gaizka Etxearte, de 23 a?os, hijo del presidente de la Junta Extraterritorial del Partido Nacionalista Vasco en Venezuela, quien acud¨ªa al trabajo en compa?¨ªa de su padre, Domeka, y de su hermana, Ainoha, cuando fue alcanzado por una bala.
Segundo mensaje
En su segundo mensaje a la naci¨®n, a las cinco de la madrugada (diez de la ma?ana, hora espa?ola), el presidente P¨¦rez, a¨²n sin haber controlado totalmente la situaci¨®n, habl¨® de pie ante las c¨¢maras al lado de la bandera tricolor. Ya en un tono m¨¢s sereno, dijo que el alzamiento result¨® ser un atropello vand¨¢lico de un grupo de militares ambiciosos y criminales que quer¨ªan asesinarle e imponer una dictadura, pero asegur¨® que afortunadamente no lograron su objetivo.
La verdad es que s¨®lo un golpe de suerte impidi¨® que los rebeldes le asesinaran. En el momento de la intentona, P¨¦rez se encontraba fuera de La Casona. Tampoco estaba en el palacio de Gobierno, al cual no pudo entrar hasta pasadas las nueve de la ma?ana, cuando se rindieron los golpistas. Los dos mensajes televisados tuvo que realizarlos a trav¨¦s de una emisora privada.
Caracas amaneci¨® con mucha tensi¨®n. La poblaci¨®n permaneci¨® en sus casas a la espera de que se normalizara la situaci¨®n. Todo se paraliz¨®. No hubo transporte p¨²blico y los comercios quedaron cerrados, aunque la tendencia general era proveerse de alimentos ante una eventual escasez de comida.
A mediod¨ªa y con el control parcial d¨¦ la situaci¨®n, el Gobierno decret¨® la suspensi¨®n de las garant¨ªas constitucionales.
Los insurrectos no dieron a conocer en ning¨²n momento los motivos de su golpe. El gobernador de la provincia de Carabobo, Enrique Salas, dijo que los alzados estaban ligados a la extrema izquierda y una emisora de Maracaibo se?al¨® que formaban un grupo de inspiraci¨®n nacionalista denominado Movimiento Revolucionario Bolivariano.
"Depongan las armas"
Una vez detenido, el teniente coronel Hugo Chaves, que encabezaba el levantamiento junto con el tambi¨¦n teniente coronel Francisco Arias C¨¢rdenas, hizo una alocuci¨®n en la televisi¨®n estatal desde le palacio de Miraflores, para pedir la rendici¨®n de los insurgentes. "Compa?eros, lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos hab¨ªamos propuesto en Caracas no los hemos logrado", dijo Chaves con aire de desaf¨ªo. "No hemos podido conquistar el poder, pero vendr¨¢n nuevas situaciones y el pa¨ªs debe encaminarse por un rumbo mejor. Agradezco toda solidaridad y valent¨ªa. Ustedes lo hicieron bien en Maracay y Valencia [la segunda ciudad importante del pa¨ªs], pero nosotros no conseguimos nuestros objetivos en Caracas. Yo asumo toda la responsabilidad y en nombre de este movimiento bolivariano, les reitero mi petici¨®n de que depongan las armas".
El mensaje iba dirigido a la brigada blindada de 4.000 hombres de Valencia, a 200 kil¨®metros de la capital, y no respondi¨® inmediatamnete a la orden de Chaves.
Las razones para la intentona pueden ser muchas y en Caracas se presume que el descontento hunde sus ra¨ªces en las ¨²ltimas denuncias de irregularidades en la compra de equipos y armamento para el Ej¨¦rcito; el empobrecimiento que ha provocado el ajuste econ¨®mico de P¨¦rez; la discusi¨®n sobre la delimitaci¨®n del golfo de Venezuela, en el cual Colombia reclama derechos lim¨ªtrofes, y los constantes viajes al exterior del presidente.
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