Colegio de Enfermer¨ªa de Madrid
Una vez m¨¢s, el pasado d¨ªa 26 de enero, en el Colegio de Enfermer¨ªa de Madrid, su actual junta de gobierno vulner¨® los m¨¢s elementales principios democr¨¢ticos.El actual presidente y sus seguidores, ante la pasividad por ausencia de la gran mayor¨ªa del, colectivo, hizo uso y abuso del poder. La falta de garant¨ªas m¨ªnimas hizo nuevamente acto de presencia. Est¨¢n en juego demasiados millones de pesetas para que esta junta de gobierno permita la informaci¨®n y participaci¨®n a que el colectivo de ATS y diplomados en enfermer¨ªa de Madrid tiene derecho.
Este a?o, el Colegio de Enfermer¨ªa de Madrid gastar¨¢ m¨¢s de 340 millones de pesetas. ?Cu¨¢nto se gastar¨¢ en tratar de aportar soluciones a los m¨²ltiples problemas que tiene este colectivo? Desgraciadamente, los ATS y DE estamos demasiado ocupados con nuestro trabajo diario para poder vivir con un m¨ªnimo de dignidad.
No es casual que el se?or Casaj¨²s convocara la junta general un domingo a las 9.30, lo hace siempre. Sabe que as¨ª no favorece nada la participaci¨®n.
No es casual tampoco que impidiera, con una actitud carente del m¨¢s m¨ªnimo rasgo democr¨¢tico, el acceso a los libros de cuentas y soportes contables a un grupo de colegiados que lo solicitaron, con la intenci¨®n de ejercer un derecho reconocido en los estatutos de la organizaci¨®n colegial y que, una vez m¨¢s, fue vulnerado.
No es casual que en esta junta general no se procediera a la elecci¨®n de tres interventores, como es preceptivo. El se?or Casaj¨²s intent¨® nombrarlos a dedo y ante la indignada protesta de un grupo de colegiados se limit¨® a tomar nota de todos aquellos que quer¨ªan optar a ser interventores, pero se neg¨® a que de una forma objetiva se decidiera qui¨¦nes ser¨ªan los interventores.
No es casual que impidiera cualquier tipo de debate sobre el balance y liquidaci¨®n del presupuesto de 1991, y el presupuesto de 1992, antes de someterlos a votaci¨®n, sabedor de que all¨ª estaban sus escasos seguidores (aproximadamente 70 personas) para, una vez m¨¢s, repetir el ritual de las manos alzadas.
En el ejercicio de 1992 suben sensiblemente (y por supuesto muy por encima de nuestros salarios) las cuotas colegiales, los pagos al consejo general (?en qu¨¦ se lo gastan?), etc¨¦tera..., y disminuye lo destinado a defensa de la profesi¨®n, cifra que, por otra parte, supone un rid¨ªculo 1,4% del presupuesto total.
Otro dato de inter¨¦s, en 1991 se gast¨® con los colegiados jubilados (que se estiman en aproximadamente 2..000) un ?0,1%! del presupuesto. Es para reflexionar, ?no creen?- presidenta de la Asociaci¨®n de Enfermer¨ªa para la Democracia (Asden).
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