La suerte del pasmarote
Veiga / Inclusero, Espl¨¢, S¨¢nchezToros de Antonio Jos¨¦ da Veiga Teixeira, con trap¨ªo pero sospechosos de pitones; deslucidos; 1? y 4? con casta y poderosos. El Inclusero: bajonazo y rueda de peones (protestas); dos medias estocadas delanteras muy bajas y descabello (protestas). Juan Antonio Espl¨¢: pinchazo a toro atrancado, pinchazo, rueda de peones y descabello (silencio); dos pinchazos, otro hondo, rueda de peones, 10 descabellos -aviso con retraso- y otros seis descabellos (silencio). Sergio S¨¢nchez: estocada tendida traser¨ªsima (silencio); estocada trasera salida tendida y tres descabellos (silencio). Plaza de Valdemorillo, 7 de febrero. Cuarta corrida de feria. Cerca del lleno.
El toreo moderno incorpora a la tauromaquia la suerte del pasmarote. Genial hallazgo. Consiste en que va el torero y se coloca donde no pinta nada salvo hacer el pasmarote, dicho sea sin ¨¢nimo de ofender y mejorando lo presente. Int¨¦rpretes de la mencionada suerte fueron ayer en Valdemorillo Juan Antonio Espl¨¢ y Sergio S¨¢nchez.
La suerte del pasmarote no la han inventado ni Juan Antonio Espl¨¢ ni Sergio S¨¢nchez, por cierto. Viene de atr¨¢s, de la evoluci¨®n natural de lo que llaman "corridas de banderilleros" y del hermoso tercio de varas, que el toreo moderno ha convertido en un sembrado.
Para hacer la suerte del pasmarote, los toreros se sit¨²an en el ruedo donde no debieran estar jam¨¢s, salvo casos de incendio, terremoto u otras catastr¨®fes. Por ejemplo, a la derecha del picador durante el tercio de varas. Va Juan Antonio Espl¨¢, mientras picaban a sus toros, y se pone a a la derecha del picador. ?Para qu¨¦? Para nada; por lo menos, para nada de fundamento.
Espartaco principalmente, pero tambi¨¦n compa?eros suyos de la figuraci¨®n taurina, vienen realizando la suerte del pasmarote desde hace varias temporadas y se han convertido en virtuosos de la especialidad. El sentido profundo de la innovaci¨®n parece estar -seg¨²n han permitido deducir sesudas investigaciones- en la necesidad que tienen los toreros modernos de no perder protagonismo durante la lidia. Analfabetos funcionales en lo que al toreo de capa se refiere, incapaces de intervenir en quites, algo han de hacer para que se les note, y entonces se ponen a la derecha del picador, solitos y adoptando una actitud bizarra, mientras a la izquierda del picador se queda el resto de la tropa.
En el tercio de banderillas ocurre igual. Aquello de "?dejadme solo!" ha sido sustituido en el toreo moderno por "?dejadme cerca de este se?or!". Cuando banderilleaba Juan Antonio Espl¨¢ ayer en Valdemorillo, Sergio S¨¢nchez le hac¨ªa compa?¨ªa en el ruedo, sin ninguna funci¨®n presumible, excepto hacer de pasmarote. Cuando banderilleaba Sergio S¨¢nchez se invert¨ªan los t¨¦rminos y el papel de pasmarote lo asum¨ªa Juan Antonio Espl¨¢. Era, claro, la versi¨®n reducida de esta suerte, pues en las llamadas "corridas de banderilleros", como son tres, los pasmarotes aumentan a dos.
Luego, lo que por all¨ª hicieran nada ten¨ªa que ver con el genuino tercio de banderillas. Citar cerca, esperar la arrancada del toro, ganarle la acci¨®n, reunir en la cara, prender arriba y salir andando es correcta t¨¦cnica banderillera, pero esas no eran las intenciones de S¨¢nchez y Espl¨¢; m¨¢s bien eran las contrarias.
El Inclusero, en cambio, eso de hacer el pasmarote ni se le pasaba por la imaginaci¨®n. Bastante problema ten¨ªa el hombre con sortear las embestidas de los toros que le pusieron delante; toros de trap¨ªo, que recibieron tres varas reglamentarias y pese al duro castigo, conservaron ¨ªntegra su fortaleza agresiva. Al ver pr¨®ximas las tarascadas, El Inclusero consider¨® insoluble el problema, mont¨® la espada y se tir¨® a deg¨¹ello.
El tercer toro iba al bulto y Sergio S¨¢nchez, que es diestro valiente, lo liquid¨® sin sobresaltarse. En las restantes faenas S¨¢nchez y Espl¨¢ ofrecieron la muestra de su destemplanza, ante el estupor de la afici¨®n. Es l¨®gico: desde los recortes del licenciado de Falces hasta la suerte del pasmarote la fiesta ha evolucionado una barbaridad, y estos diestros parec¨ªan anclados en la prehistoria, cuando torear consist¨ªa en pegarle mantazos al bos taurus primigenium.
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