Macartismo
Complejos adquiridos por izquierdistas y liberales insuficientes durante la oposici¨®n al franquismo explican sus neurosis actuales. El se?or ministro de Defensa sostiene que las posiciones antimilitaristas en Espa?a se refugian en sectores residuales de una izquierda que ha perdido el tren del tiempo. ?Tan f¨¢cil es descalificar el antimilitarismo y tan dificil distinguir un antimilitarismo irracional de otro que cuestiona el poder militar y la filosof¨ªa militar como instrumentos del belicismo? En la cabeza de cabo gastador del se?or ministro, ?no cabe que el antimilitarismo viene de lejos e ir¨¢ lejos, al margen de ruinas, naufragios y entierros de la izquierda? ?Por qu¨¦ siguen necesitando a la izquierda como enemigo interior?Un ex ministro cuya ejecutoria supo a poquedad m¨¢s que a poco se ha convertido en el senador Joseph McCarthy del r¨¦gimen, denunciando el papel que a¨²n ejercen algunos intelectuales comunistas espa?oles en la creaci¨®n de opini¨®n o de conciencia cr¨ªtica. No se ha planteado que ese papel lo ejercen al margen de sus afinidades electorales y desde una credibilidad p¨²blica ganada por la coherencia de una trayectoria democr¨¢tica y adogm¨¢tica que no se resigna a aceptar que el mundo est¨¢ bien hecho, ni siquiera desde 1982. Esta explicaci¨®n no cabe en la peque?a cabeza del ex ministro, prudent¨ªsimo dem¨®crata en el pasado y carrerista acelerado a lo largo de toda su vida, aplicado ahora a la caza de lo que queda del contubernio moscovita.
Un ex liberal, tambi¨¦n prudent¨ªsimo opositor al franquismo, exige que los comunistas supervivientes se pongan de rodillas y pidan perd¨®n por haberle ofendido en su pusilanimidad de liberal bajo palabra de honor, tan poco liberal que va de s¨¢dico pidiendo arrodillamientos en vez de sentarse ante un pupitre y escribir mil veces: "No ser¨¦ gilipollas".
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