El padre Llanos
Son muchos los espa?oles que sentir¨¢n la muerte de este cura que se encuentra entre los pocos cat¨®licos locos, seg¨²n el baremo del sentido com¨²n, que no es otro sino el de la rutina. Y, sin embargo, gracias a cat¨®licos sui generis como este jesuita, la religi¨®n tiene algo que decir hasta a los ateos y agn¨®sticos en una ¨¦poca secularizada.Son guerrilleros sociales que dif¨ªcilmente pueden ser encajados en ning¨²n lugar porque superan todos los l¨ªmites humanos del buen sentido propio de lo que se ha llamado burgues¨ªa, y lo mismo est¨¢n alejados de lo que se suele llamar carga revolucionaria sistem¨¢tica de un determinado grupo, a pesar de que se debe decir con todo rigor que revolucionarios son, porque subvierten los m¨®dulos de las gentes bien pensantes o de las c¨®modamente situadas.
Recuerda Llanos a otros radicales en su acci¨®n social como el arquitecto italiano Danilo Dolci con sus "bandidos de Dios", o nuestro ingeniero Alfonso Carlos Com¨ªn, o el Abbe Pierre con sus "traperos de Ema¨²s", o el alem¨¢n padre Leppich, llamado el pater rojo.
Llamarlo el cura rojo a Llanos no abarcar¨ªa toda la riqueza original de su permanente b¨²squeda, que era capaz de hacer y deshacer en aquello que m¨¢s entusiasmo hab¨ªa puesto, cuando cre¨ªa que ese camino no serv¨ªa ya.
Pero su labor est¨¢ materializada en piedra, como ped¨ªa el poeta Blake, y como debe ser el cristianismo cat¨®lico, al cual ¨¦l sirvi¨® de modo inconformista y plasmado en ese barrio al que tanto colabor¨® desprendidamente la juventud idealista -roja, rosa o azul- de otros tiempos: el Pozo del T¨ªo Raimundo. Por esa labor reconocida, lo mismo por la jerarqu¨ªa cat¨®lica que por los fieles de las m¨¢s diversas tendencias en la Iglesia, mereci¨® el respeto gene~ ral, a pesar de que ¨¦l no se cre¨ªa merecedor de nada. Y mucha parte de su postura sui generis la alimentaba con una lectura original de los te¨®logos m¨¢s progresistas del catolicismo.
M¨¢s informaci¨®n en la p¨¢gina 16
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.