El padre Llanos
CON LA muerte de Jos¨¦ Mar¨ªa Llanos, jesuita con carn¨¦ del Partido Comunista de Espa?a, aunque, por encima de todo, vecino del madrile?o barrio del Pozo del T¨ªo Raimundo, desaparece un s¨ªmbolo infrecuente en nuestro tiempo: el de alguien acostumbrado a nadar contra corriente tanto en la sociedad espa?ola como en el seno de la Iglesia cat¨®lica. Llanos predic¨® con el ejemplo y muchas veces en el desierto. Luch¨® por dignificar en los a?os cincuenta y sesenta las condiciones de vida de los inmigrantes a quienes la fiebre del desarrollismo y la precariedad condujeron hasta las puertas de Madrid. Con su gesto, con su testimonio, con su compromiso no s¨®lo ha interpelado a una sociedad que practica el culto al bienestar, sino tambi¨¦n a una jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica que en los ¨²ltimos a?os precisa m¨¢s de gestos prof¨¦ticos que de ret¨®rica.El jesuita del Pozo del T¨ªo Raimundo ha sido un claro exponente de la trayectoria que ha seguido el sector m¨¢s responsable de la Iglesia cat¨®lica espa?ola. Aplaudi¨® la victoria de Franco en la guerra civil, lleg¨® a predicarle ejercicios espirituales al propio dictador, pero en 1955, y con su ¨²lcera de est¨®mago a cuestas, se fue a vivir con los desheredados. El compromiso de Llanos ha consistido, m¨¢s que en luchar por los necesitados, en hacerlo desde ellos. Durante los ¨²ltimos a?os de su vida intent¨® vivir lo que ¨¦l llamaba la ¨¦pica peque?a, la vida cotidiana, del suburbio, pero le result¨® dif¨ªcil.
A pesar de sus esfuerzos, jam¨¢s se perdon¨® el hecho de no haber nacido en el seno de lo que denominaba "pueblo". Quiso ir de cura con la Divisi¨®n Azul y acab¨® viviendo entre sus antiguos e hipot¨¦ticos enemigos en el Pozo del T¨ªo Raimundo. Comenz¨® asistiendo a los pobres y ha acabado su vida intentando sentir como ellos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.