El efecto del anuncio

Los dirigentes de EE UU son desde hace tiempo maestros en el arte de dar el m¨¢ximo de publicidad a sus iniciativas, reforz¨¢ndolas con discursos y c¨¢maras, y de vender una pol¨ªtica present¨¢ndola en el momento adecuado, cuando el inter¨¦s y la moral nacional se unen. Fiel a esta tradici¨®n, James Baker dio el d¨ªa 10 en Francfort la orden de salida a la Operaci¨®n Esperanza, el puente a¨¦reo que har¨¢ llegar, en 53 vuelos, 2.500 toneladas de v¨ªveres y medicamentos a 23 ciudades de la antigua URSS. Esta puesta en escena no puede por menos que irritar a los otros proveedores de la ayuda a las 11 rep¨²blicas de la CEI herederas de un gigante arruinado. Europa sospecha, con raz¨®n, que EE UU quiere cargarle con la cobertura de la ayuda y vanagloriarse de un esfuerzo menos discreto y m¨¢s modesto que el suyo. Despu¨¦s de todo, el dinero de EE UU no representa m¨¢s que una d¨¦cima parte del total de los cr¨¦ditos occidentales, suministrado en sus dos tercios por Alemania. ( ... ) EE UU quiere enviar al Este un mensaje pol¨ªtico: "De parte del pueblo americano: esto os asegura que vale la pena luchar por la democracia", puede leerse en las dedicatorias de los env¨ªos. ( ... ) La caridad bien entendida empieza por uno mismo, y Baker ha reconocido con franqueza que la ayuda a la CEI es "sobre todo una inversi¨®n en seguridad". Am¨¦rica y el mundo tienen mucho que perder si el antiguo imperio naufraga en la miseria, el desorden y la violencia. 12 de febrero