La vida por un vaso de leche
Sendero Luminoso asesin¨® a Madre Coraje para aterrorizar a los l¨ªderes de los pobres peruanos
Mar¨ªa Elena Moyano, la Madre Coraje de Lima, encabez¨® la re sistencia al avance de Sendero Luminoso en los suburbios de la capital peruana, y por ello esta organizaci¨®n terrorista la asesin¨® el pasado s¨¢bado de una forma brutal: con un tiro en la cabeza y despedaz¨¢ndola con una carga de dinamita.Ahora, su nombre ha sonado tambi¨¦n en la Comisi¨®n de Dere chos Humanos de las Naciones Unidas reunida en Ginebra, seg¨²n informa J. A. Ortega. Ayer, el ministro de Relaciones Exteriores peruano, Augusto Black Miller, conden¨® el salvaje aten tado y lo puso como bandera para pedir una mayor ayuda de los pa¨ªses desarrollados a estas democracias del Tercer Mundo que sobreviven inmersas en profundos problemas sociales.
Moyano muri¨® en el mismo barrio que con su esfuerzo hab¨ªa conseguido levantar, Villa El Salvador, donde hace unos a?os form¨® la primera federaci¨®n de mujeres de Per¨². Cuando el deterioro de la econom¨ªa nacional forz¨® a las organizaciones populares a acentuar las labores de supervivencia fund¨® o ayud¨® a formar decenas de comedores populares, centros de acopio y comit¨¦s de vaso de leche, que se encargan de aportar el ¨²nico alimento de miles de ni?os lime?os y que los terroristas consideran sus mayores competidores.
Esa etapa de construcci¨®n fue reconocida cuando, en oCtubre de 1987, Villa El Salvador recibi¨® el Premio Pr¨ªncipe de Asturias a la Paz y la Concordia. Villa El Salvador ya no era la pampa desolada de Ias esteras que caminan", como ella la recordaba, sino una ciudad sat¨¦lite de 300.000 habitantes, organizada y progresista.
Pero el desaf¨ªo mayor lleg¨® cuando Sendero Luminoso, a mediados de 1990, quiso arrebatar el dominio pol¨ªtico de la villa a las organizaciones de izquierda legal, y despu¨¦s, en 199 1, intent¨® controlar los grupos de supervivencia, sobre todo los comedores populares y los comit¨¦s de vaso de leche, que son ah¨ª el eJe de la actividad comunal. Sin embargo a medida que se multiplicaban los atentados y asesinatos contra dirigentes de base, Moyano orga niz¨® y encabez¨® marchas de protesta contra cada acto de violen cia senderista. Sendero intent¨® primero una ofensiva de desprestigio, acus¨¢ndola de utilizar en provecho propio los recursos colectivos. Luego pas¨® a las amenazas de muerte.
En una de sus ¨²ltimas entrevistas, a la periodista Mariella Balbi, Moyano declar¨®: "A veces tengo miedo, pero siempre he estado dispuesta a entregar mi vida. ( ... ) Si el pueblo se organiza podremos derrotar a Sendero".
Al decidir asesinar a la m¨¢s destacada dirigente popular de Lima, Sendero calcul¨® el riesgo. Si el miedo enmudece y paraliza a una masa cr¨ªtica de dirigentes habr¨¢ ganado. Si, por el contrario, cunde el ejemplo de Mar¨ªa Elena Moyano, tal vez el recuerdo de esta luchadora logre finalmente vencer desde m¨¢s all¨¢ del sacrificio.
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