De labrador pobre a esclavo muerto
El sacerdote Ricardo Rezende denuncia ante la ONU la violencia en las ¨¢reas rurales de Brasil
En Brasil existe la esclavitud y el Gobierno de este pa¨ªs no hace pr¨¢cticamente nada. Esto ha sido lo que ha denunciado el sacerdote Ricardo Rezende ante la Comisi¨®n de Defensa de los Derechos Humanos de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas (ONU), reunida en Ginebra. "Me propongo presentar ante la ONU una denuncia formal contra el Gobierno brasile?o por su omisi¨®n ante la impunidad con que act¨²an los empresarios esclavistas", dijo, al volver a Brasil este sacerdote, p¨¢rroco de la violenta comarca de R¨ªo Mar¨ªa en el Estado de Par¨¢, una regi¨®n sacudida por cruentos conflictos de tierras.Rezende cuenta c¨®mo todos los a?os, durante el oto?o austral, los hacendados de las regiones sin ley de? norte de Brasil env¨ªan a sus reclutadores al lejano noreste para contratar a peones rurales desempleados y traerlos en camiones, cargados como ganado a lo largo de m¨¢s de mil kil¨®metros, bajo la promesa de un salario de 70 d¨®lares mensuales. En la ¨¦poca del desmonte, cada hacienda llega a tener entre 800 y 1.000 esclavos.
Ya en su destino, los labradores se llevan una primera sorpresa: est¨¢n vigilados por guardias armados las 24 horas del d¨ªa. La segunda sorpresa la reciben cuando van a cobrar su salario: gastaron m¨¢s de lo que ganan y tienen que seguir trabajando para pagar una deuda que crece sin cesar. Si alguno piensa en fugarse, los guardias est¨¢n all¨ª para disuadirlo; los que lo intentan son perseguidos, asesinados y luego enterrados en el cementerio de la hacienda.
Rezende, quien la semana pasada fue premiado en Londres por la organizaci¨®n brit¨¢nica Anti-Slavery (contra la esclavitud), cit¨® datos de la Comisi¨®n Pastoral de la Tierra, organismo de la Conferencia Episcopal brasile?a, sobre 8.886 casos comprobados de labradores sometidos a la esclavitud durante los ¨²ltimos cuatro a?os en todo el pa¨ªs, 53 de los cuales murieron asesinados en tentativas de fuga. "La cifra real puede ser hasta tres veces mayor", explica Rezende.
El p¨¢rroco de R¨ªo Mar¨ªa destaca que nadie m¨¢s que el Estado puede entrar en las haciendas para verificar la situaci¨®n de los trabajadores y acusa a las autoridades de no investigar estas denuncias o de hacerlo cuando ya es tarde. "Cuando hacemos alguna denuncia, el Gobierno alega falta de recursos para movilizar a la polic¨ªa federal y tarda en actuar uno o dos meses. Cuando vamos a la prensa, la polic¨ªa aparece un mes m¨¢s tarde,- despu¨¦s de que los hacendados despidieron a los esclavos, los escondieron o los mataron", a?ade. El religioso destaca que en los pocos casos denunciados ante la justicia federal no ha habido ninguna condena de hacendados ni de pistoleros.
"Uno de los motivos es que despejar los cr¨ªmenes del campo equivale a desvelar el misterio del latifundio. Grandes empresarios, diputados, senadores, presidentes de la Rep¨²blica, est¨¢n estrechamente imbricados en la trama del latifundio, lo que no ocurr¨ªa antes del r¨¦gimen militar" que gobern¨® Brasil entre 1964 y 1985.
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