Ir¨¢n o Turqu¨ªa

ACABA DE concluir en Teher¨¢n la reuni¨®n de la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n Econ¨®mica, una especie de Mercado Com¨²n isl¨¢mico formado por Ir¨¢n, Turqu¨ªa y Pakist¨¢n y al que se han adherido las ex rep¨²blicas sovi¨¦ticas de Azerbaiy¨¢n, Uzbekist¨¢n, Turkmenist¨¢n, Tayikist¨¢n y Kirguizist¨¢n. La reuni¨®n de Teher¨¢n -al margen de ese Mercado Com¨²n de escasa eficacia- ha puesto de relieve el inter¨¦s de Ir¨¢n por desempe?ar un creciente papel pol¨ªtico en esa zona de Asia Central en la que han surgido unas rep¨²blicas musulmanas que, globalmente, representan a unos 60 millones de personas.El presidente turco, Ozal, particip¨® en la reuni¨®n de Teher¨¢n, pero lo cierto es que su Gobiem o est¨¢ desarrollando una intensa actividad para estrechar sus relaciones con las rep¨²blicas musulmanas del C¨¢ucaso y de Asia Central. Y no es exagerado decir que en tomo a la futura orientaci¨®n de esas rep¨²blicas se est¨¢ desarrollando una verdadera batalla diplom¨¢tica entre Teher¨¢n y Ankara. ?sta tiene una ventaja de no escasa importancia: cinco de dichas rep¨²blicas tienen un idioma parecido al turco; s¨®lo en Tayikist¨¢n el idioma est¨¢ emparentado con el iran¨ª. Por otra parte, en el plano religioso, s¨®lo los azer¨ªes son sUes, es decir, pertenecen a la rama del islamismo que tiene su centro en Ir¨¢n.

Entre las zonas de incertidumbre geopol¨ªtica que cre¨® el hundimiento de la URSS en el mundo, una de las m¨¢s delicadas es, quiz¨¢, la representada por unas rep¨²blicas musulmanas situadas en la frontera de Europa y Asia. En la reciente reuni¨®n de Praga de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE), ¨¦sta dio ingreso a todas ellas en su seno. Y no pod¨ªa hacer otra cosa, ya que anteriormente, al pertenecer a la URSS, estaban integradas en la CSCE. Sin embargo, ?es viable que esas rep¨²blicas puedan acercarse a Europa en sus formas de gobierno? La tesis del primer ministro turco, Demirel -expuesta recientemente ante el presidente Bush-, es que Turqu¨ªa debe desempe?ar ahora un papel especial en la coordinaci¨®n de las ayudas occidentales hacia esas rep¨²blicas musulmanas. Frente al integrismo isl¨¢mico de Ir¨¢n, que convierte al Estado en instrumento de un dogmatismo religioso, Turqu¨ªa representa el contramodelo de un pa¨ªs musulm¨¢n de Estado laico y con una Constituci¨®n democr¨¢tica. Tesis que merece consideraci¨®n a pesar de las graves violaciones de los derechos humanos que ha cometido el Gobierno de Ankara.

Pero la evoluci¨®n de las rep¨²blicas cuyos favores se disputan hoy turcos e iran¨ªes depender¨¢ m¨¢s de las ofertas concretas que se les haga para resolver sus problemas que de opciones ideol¨®gicas. En ellas gobiernan equipos formados en la etapa comunista, adaptados a la moda del nacionalismo, pero que se gu¨ªan por criterios puramente pragm¨¢ticos. Y que est¨¢n acosados por agud¨ªsimos problemas econ¨®micos.