El Supremo comienza hoy a estudiar los recursos contra la sentencia de la colza
Hoy comenzar¨¢ en la Sala Segunda del Tribunal Supremo la vista de los recursos de casaci¨®n contra la pol¨¦mica sentencia de la Audiencia Nacional que conden¨® a 13 de los 38 procesados en el sumario del s¨ªndrome t¨®xico y absolvi¨® a los 25 restantes. Casi tres a?os despu¨¦s del juicio m¨¢s largo de la historia procesal espa?ola, el Supremo deber¨¢ revisar una sentencia que desbord¨®, entre exasperados abucheos al tribunal y pedradas a las fuerzas del orden, la ira de los afectados.
Aunque envuelto en enrevesados tecnicismos jur¨ªdicos, el mensaje de los supervivientes del envenenamiento al alto tribunal ser¨¢ muy claro: penas de 30 a?os para los principales responsables, el reconocimiento de que fueron muchos m¨¢s de 330 los muertos -los afectados cifran las v¨ªctimas en 650- a causa del s¨ªndrome y un fuerte reajuste en el n¨²mero y categor¨ªas de los 25.000 afectados. De las 37 acusaciones particulares, representantes de grupos y asociaciones de afectados por el s¨ªndrome, s¨®lo 19 estar¨¢n hoy presentes en el Sal¨®n de Plenos del Tribunal Supremo.Desde la primera muerte atribuida a la colza, en Torrej¨®n de Ardoz (Madrid) en mayo de 1981, trascurrieron seis a?os de instrucci¨®n del sumario (que alcanz¨® los 250.000 folios) hasta el inicio del juicio oral. En la ma?ana del lunes 30 de marzo de 1987 comenzaba en un pabell¨®n de la Casa de Campo de Madrid, habilitado especialmente para este caso, la vista p¨²blica contra los 38 acusados de haber participado o estar relacionados con el desv¨ªo para el consumo humano de cientos de miles de kilos de aceite que estaban destinados a la industria. El fiscal ped¨ªa para ocho de los procesados entre 10.000 y 100.000 a?os de c¨¢rcel.
La sentencia lleg¨® el 21 de mayo de 1989, y sus resultados -penas que los afectados consideran indignantes e indemnizaciones de cientos de miles de millones de pesetas, imposibles de cobrar con el patrimonio de los aceiteros condenados-, han reducido hoy, tras tres a?os a la espera del recurso, a la mitad el n¨²mero de acusadores. Frente a ellos, los defensores de siete de los condenados intentar¨¢n reducir o revocar unas penas que, salvo en dos casos, fueron pr¨¢cticamente cumplidas durante el periodo de prisi¨®n preventiva, antes del juicio.
Tras la sentencia de la Audiencia Nacional, s¨®lo dos de los 38 aceiteros inicialmente procesados ingresaron y permanecen a¨²n en prisi¨®n: Juan Miguel Bengoechea, gerente de RAPSA, la empresa que import¨® el aceite de colza desnaturalizado con anilina, cumple una condena de 20 a?os de c¨¢rcel por dos delitos contra la salud p¨²blica y otro de imprudencia temeraria profesional, frente a los m¨¢s de 60.000 a?os que pidi¨® el fiscal para ¨¦l; Ram¨®n Ferrero, almacenista de Alcorc¨®n que distribuy¨® la mayor parte del aceite envenenado, cumple 12 a?os por dos delitos de imprudencia temeraria profesional y otro de estafa.
Del circuito de los aceiteros que comercializaron el aceite de colza han recurrido -adem¨¢s de Bengoechea y Ferrero- Jorge Pich Garriga, con 10 a?os de condena y en libertad provisional, y Ram¨®n Alabart, sentenciado a cuatro a?os y dos meses por delito contra la salud p¨²blica. De los aceiteros condenados por estafa, por realizar mezclas con aceites vegetales de calidad ¨ªnfima que vend¨ªan como aceite de oliva, han recurrido Florencio Feijoo, Adela Jarauta y Ram¨®n Navarro Ponz, sentenciados cada uno a cuatro a?os y dos meses. La vista se prolongar¨¢ durante dos semanas.
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