"He sido la maleta del cine espa?ol"
El personaje de Don Quijote surge como el broche de una carrera incomparable
"Rey Fernando, Fernando Rey", dec¨ªa el cartel de una de tantas pel¨ªculas, Locura de amor, en que el actor hizo de monarca. Y es que este actor ha conseguido escapar a la maldici¨®n que rodea su oficio: hacer siempre el mismo papel. ?l, que m¨¢s que un resistente se confiesa "superviviente", ha cumplido tantas d¨¦cadas en el cine que ha pasado por todo tipo de encasillamientos: paleto, que lo fue y en varias ocasiones en sus primeras pel¨ªculas; rey -"yo no me explico muy bien", dice, "por qu¨¦ en una pel¨ªcula hac¨ªa de paleto y en la siguiente de rey"-, y especializado en los ¨²ltimos tiempos "en la l¨ªnea eclesi¨¢stica", como la define ¨¦l, interpretanto a papas, cardenales y hasta monjes franciscanos, como el cura Marchena que acaba de encarnar con Ridley Scott."Tengo 74 a?os, he hecho unas 200 pel¨ªculas, y m¨¢s que rey, creo que he sido la maleta del cine espa?ol, porque he hecho de todo. Tanto, que ni me acuerdo de la mitad. Llevo 50 a?os de cine, y nunca me habr¨ªa imaginado que iba a durar tanto, y m¨¢s perteneciendo a una industria como la nuestra y haciendo s¨®lo cine, porque hace ya muchos a?os decid¨ª que no combinar¨ªa mi trabajo con el teatro".
Fernando Rey era estudiante de Ciencias Exactas y ten¨ªa, antes de la guerra civil, una meta: ser arquitecto. La contienda interrumpi¨® sus estudios, y "haciendo un par¨¦ntesis", cuenta, "empec¨¦ de extra, doblador y actor". El par¨¦ntesis se ha alargado hasta la actualidad, en la que Rey dice con orgullo: "Me gusta llamarme actor".
Paradoja
La paradoja de un joven que no quer¨ªa ser actor "m¨¢s que temporalmente" y m¨¢s tarde acab¨® convirti¨¦ndose en estrella del cine de Cifesa, luego en el rostro m¨¢s internacional del cine espa?ol en los setenta y ahora, gracias a la televisi¨®n, estrella de nuevo, pero en el cine espa?ol de los noventa, se explica para Rey con una sola palabra: milagro. "No tengo perspectiva, porque estoy siempre ocupado y no he podido hacer una reflexi¨®n tranquila, como escribir mis memorias. Pero me sigue causando sorpresa el milagro que me ha ocurrido, y no comprendo el secreto. Tal vez haya ayudado una cierta osad¨ªa con los idiomas, porque no hablo bien ni ingl¨¦s ni franc¨¦s ni italiano, pero nunca he dicho no cuando me han propuesto hacer una pel¨ªcula. Tambi¨¦n creo que ha influido el que yo no he sido una persona con ambici¨®n, y otro factor m¨¢s, que he sido muy respetuoso con los directores. Quiz¨¢ a veces he obedecido demasiado...".
"Bu?uel en los a?os sesenta y luego The french connection en los setenta", dice, "han sido como un bal¨®n de ox¨ªgeno que solventaba mis crisis: gracias a las pel¨ªculas en el extranjero he resuelto muchos baches en el cine espa?ol, porque ha habido ¨¦pocas en que no me llamaban y hasta pensaba en retirarme, cosa que descartaba enseguida porque econ¨®micamente no me lo pod¨ªa permitir".
El reto
As¨ª, el actor, como todos los que se precian y consiguen que el p¨²blico pueda ver su trabajo, aunque no pensaba en retirarse cuando le lleg¨® la propuesta de encarnar a Don Quijote, tambi¨¦n era consciente de que papeles de esa envergadura f¨ªsica y dram¨¢tica no abundan. Y acept¨® el reto.
"Con Guti¨¦rrez Arag¨®n no me he planteado que me inmortalicen con el Quijote, sino hacerlo asequible y que no estuviera distanciado del espectador", explica Fernando Rey. "Tambi¨¦n nos planteamos que fuera arrojado, porque la idea era que en la segunda parte de la serie, si se hiciera alg¨²n d¨ªa, le tocaba recogerse sobre s¨ª mismo. Si desgraciadamente no se hiciera la segunda parte, siempre quedar¨ªa este personaje que no se sabe si est¨¢ o no loco". Respecto a si habr¨¢ una segunda parte de la serie, explica: "Hay intenci¨®n de hacerla, pero es un problema financiero de RWE. Hasta ahora nadie me ha dicho que est¨¢ decidido y se empieza en tal fecha. Lo previsto era que la segunda parte la dirigiera Mario Camus, pero nadie duda que si se convierte en realidad, lo adecuado es que sea dirigida tambi¨¦n por Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n. El problema es que va pasando demasiado tiempo y me va a costar decidirme de nuevo a adelgazar y hacer un trabajo tan duro".
Fernando Rey perdi¨® 10 kilos antes de comenzar a rodar y dos m¨¢s durante el a?o seguido interpretando a Don Quijote. Tambi¨¦n tuvo que asistir a clases de equitaci¨®n, y las palizas que recibe en muchas secuencias de la serie fueron "aut¨¦nticas", recuerda.
A la pregunta de si el Quijote que han hecho es el de La Mancha o es el de Arag¨®n, afirma: "No. Se ha hecho un Quijote de Cervantes con. unos guiones de Camilo Jos¨¦ Cela, de esto no hay duda. Lo que ocurre es que Guti¨¦rrez Arag¨®n ha hecho una labor excepcional: ha sido capaz de crear, cuando lo que se pensaba es que no hac¨ªa falta m¨¢s que poner la c¨¢mara en el lugar adecuado. Arag¨®n ha creado sobre los textos, y le ha dado una atm¨®sfera y una gran simplicidad. Me parece que su direcci¨®n est¨¢ llena de virtudes y de gran honestidad, como el libro, que es genial y sencillo a la vez".
La capacidad de trabajo y la lluvia de ofertas que tiene Fernando Rey es imparable. Despu¨¦s de ser Don Quijote, el actor ha sido uno de los pocos int¨¦rpretes espa?oles con papel importante en uno de los dos Colones que se est¨¢n rodando: en Espa?a de cara al 92: el Columbus, de Ridley Scott, donde encarna el astr¨®nomo franciscano Marchena.
"Es uno de los personajes en esta historia oscura que est¨¢ mejor dibujado", dice Fernando Rey. "Marchena fue un cura liberal que apost¨® desde el principio por Col¨®n y le ayud¨® en su viaje. La pen¨²ltima secuencia de la pel¨ªcula que est¨¢ haciendo Ridley Scott, que es un reencuentro entre un Col¨®n ya viejo y un Marchena much¨ªsimo m¨¢s viejo, que vuelve del tercer viaje, ya derrotado, y ambos mantienen una preciosa conversaci¨®n".
Me ha gustado mucho trabajar con Scott porque es un hombre que lleva celuloide en las venas y est¨¢ tratando de ser respetuoso al m¨¢ximo con lo que se conoce de la historia de Col¨®n, para no provocar iras. Respecto a Depardieu, hace un Col¨®n magn¨ªfico y diferente a todos los colones que se han, visto hasta ahora. Yo hab¨ªa trabajado ya con ¨¦l -El gran atasco, de Comencini- pero no hab¨ªamos coincidido".
Don Quijote aparte -"ojal¨¢ pase pronto, porque me he entregado tanto y estoy tan satisfecho que me siento abrumado por ¨¦l", dice-, Fernando Rey no recuerda ninguna fijaci¨®n no realizada. "Obviamente, no puedo evitar acordarme del Don Lope de Tristana, con Bu?uel. Tambi¨¦n recuerdo al cardenal de Padre nuestro, de Regueiro; y tampoco puedo evitar tener agradecimiento al mafioso que interpret¨¦ en The french connection, que me lo invent¨¦ totalmente, porque Friedkin no ten¨ªa ninguna idea preconcebida. Realmente, el ¨²nico capricho que tengo en el cine espa?ol es poder trabajar con Luis Garc¨ªa Berlanga, y de cuerpo entero". Se refiere a que en ?Bienvenido, mister Marshall! (1952), la voz que us¨® Berlanga como narrador fue la de Fernando Rey; pero sin presencia f¨ªsica, s¨®lo voz en off.
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