Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n retrata la jungla urbana de Madrid en su deb¨² teatral
"Mi aportaci¨®n al 92 es no hablar del 92, sino reflejar lo que ocurre en la calle", dice el cineasta
"La ¨²nica diferencia que he encontrado entre el cine y el teatro es que en el teatro no llueve" dice Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n a modo de declaraci¨®n de principios ante la previsible avalancha de preguntas que, se teme, le van a hacer sobre su deb¨² teatral, Morir¨¢s de otra cosa, escrita y dirigida por ¨¦l mismo, que se estrenar¨¢ el 21 de abril en el Centro Dram¨¢tico Nacional. Aunque la funci¨®n iba a llamarse en un principio Madrid, capital de la gloria, y el contenido estar¨ªa centrado en la picaresca del 92, Guti¨¦rrez Arag¨®n ha decidido que su "aportaci¨®n al 92 es no hablar del 92, sino reflejar lo que ocurre en la calle". Con la mism¨ªsima Gran V¨ªa como escenario, hace un retrato de la jungla urbana del Madrid de 1992, en el que no deja t¨ªtere con cabeza.
Eusebio Poncela encabeza un reparto de 36 actores, entre los que se encuentran Aurora Bautista, Nuria Gallardo, Cristina Marcos y Marcelo Rubio. Morir¨¢s de otra cosa es la ¨²nica producci¨®n propia del Centro Dram¨¢tico Nacional (CDM) para la actual temporada en la que, seg¨²n afirm¨® el propio director de la instituci¨®n, Jos¨¦ Carlos Plaza: "El 92 ha ca¨ªdo encima del CDM, y la temporada se basar¨¢ en la colaboraci¨®n con el Quinto Centenario y Madrid Capital Cultural". As¨ª, y como respuesta a esta ocupaci¨®n -"gozosa", seg¨²n el director-, a Plaza se le ocurri¨® que el CDM tambi¨¦n hiciera su propia aportaci¨®n al 92: un espect¨¢culo sobre la picaresca actual, escrito y dirigido por Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n.El cineasta, que ya hab¨ªa escrito una obra no estrenada -"se llamaba Suave, tibia y h¨²meda, pero no piensen mal, trataba sobre la crisis ganadera, y es la leche la que daba el t¨ªtulo a la funci¨®n", recuerda- y tambi¨¦n hab¨ªa dirigido una obra de otro autor, El proceso, de Kafka, seg¨²n la adaptaci¨®n de Peter Wais. Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n explica: "Todos los a?os me hac¨ªan propuestas para dirigir teatro, y tras decir que s¨ª acababa diciendo no, porque no me gustaba el texto. La soluci¨®n me la dio Plaza: 'Escribe t¨² mismo lo que vas a dirigir'. Ya no ten¨ªa excusas, y as¨ª lo he hecho, muy ilusionado, y adem¨¢s con ganas de ser dura dero en el teatro".
Disciplina esquizofr¨¦nica
?Qu¨¦ es Morir¨¢s de otra cosa? Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n desvela parte de los entresijos, aunque, dice, "explicar algo que a¨²n no ha salido, que estamos ensayando estos d¨ªas, no deja de ser un poco enloquecedor. De todas formas, ya que soy el autor y el director, estoy siguiendo una rigurosa disciplina esquizofr¨¦nica, y cuando los actores se enfadan con el director porque he variado un texto, les digo de todo. coraz¨®n, y como si no fuera yo mismo: '?Ya sab¨¦is c¨®mo son los escritores!"."Morir¨¢s de otra cosa ni es un espect¨¢culo sobre la picaresca en 1992 ni sobre la picaresca producida por los acontecimientos de 1992", afirma Guti¨¦rrez Arag¨®n contundente.
"El encargo que me hizo Jos¨¦ Carlos Plaza", contin¨²a, "era una obra sobre la picaresca hoy, pero estuve indagando, y todos me dec¨ªan: 'Macho, la picaresca se ha acabado, y ha sido sustituida por un cuchillo en la garganta. ?Ya ni quedan carteristas!'. Entonces, Plaza me sugiri¨® que me basara en recortes de prensa para hacer un collage. A partir de ah¨ª comenc¨¦ a escribir; o sea, con punto de partida realista, y luego... ya calificar¨¢n los doctos".
Fiel a sus costumbres, a Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n sigue sin gustarle hablar del realismo m¨¢gico con que suele calificarse su obra cinematogr¨¢fica, y al parecer esta obra teatral contin¨²a en su l¨ªnea. "Esa palabra [se refiere a magia] yo no la pronuncio nunca, y, en realidad, no la busco, aunque tampoco la evito", se?ala.
"El punto de partida de esta obra de teatro es absolutamente realista, lo que ocurre es que al mezclar todo salen chispas de la realidad, y entonces el espejo refleja una realidad muy distinta".
Con un argumento casi policiaco -aunque Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n afirma que "no har¨ªa una obra policiaca"-, Morir¨¢s de otra cosa trata de un hombre (Eusebio Poncela) que "vende su alma al diablo, y, primero delincuente y luego confindente, entra en un coro de polic¨ªas, periodistas y una red de ciegos en un itinerario nocturno por Madrid", explica Guti¨¦rrez Arag¨®n.
"La moral del periodista no es la moral com¨²n, y, adem¨¢s, la verdad vende...", dice el periodista de la obra. "Lo permitido y lo ilegal est¨¢n muy pr¨®ximos", explica el polic¨ªa de Morir¨¢s de otra cosa, mientras mantiene oscuras relaciones con una organizaci¨®n de ciegos que, en realidad, son camellos... Pero, seg¨²n Guti¨¦rrez Arag¨®n, "estos ciegos no. tienen nada que ver con la ONCE". Y a?ade, respecto a si la reflexi¨®n de la obra es m¨¢s amarga que risue?a, "no s¨¦ si tiene humor o no. Aunque, lo cierto es que no estamos en el pa¨ªs de las maravillas. Un viaje a trav¨¦s de Madrid es como una vida, que tiene final, y todos los finales son amargos, pero por ser finales, no por otra cosa".
Sin V Centenario
Morir¨¢s de otra cosa cuenta con la participaci¨®n del consorcio Madrid Capital Cultural, pero no de la Sociedad Estatal Quinto Centenario, aunque inicialmente as¨ª lo anunciaron los responsables de dicha instituci¨®n. ,"Despu¨¦s de varios tiras y aflojas, el Quinto Centenario no ha entrado finalmente en el proyecto, alegando razones presupuestarias", explica Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n. "El Centro Dram¨¢tico Nacional se qued¨® un poco consternado, pero yo me alegro much¨ªsimo porque as¨ª, a lo mejor, sale bien. Ellos tienen gafe".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.