El comercio de marfil seguir¨¢ prohibido
La prohibici¨®n de comerciar con el elefante africano, fundamentalmente con el marfil, se mantendr¨¢ dos a?os m¨¢s por acuerdo de la mayor¨ªa de los 104 pa¨ªses participantes en la octava asamblea de la Convenci¨®n sobre Comercio de Especies en Peligro (CITES) que se celebra en Kioto (Jap¨®n). Cinco naciones surafricanas, decepcionadas por lo que creen una traici¨®n, amenazaron con abandonar el tratado.
Los dos asuntos m¨¢s importantes del encuentro -el mantenimiento de la prohibici¨®n del comercio del marfil y la derrota de la propuesta sueca para prohibir totalmente la pesca del at¨²n atl¨¢ntico- quedaron resueltos con el convencimiento generalizado de que habr¨¢ que compensar de alguna manera a las naciones que cumplieron fielmente con las recomendaciones emanadas de la ¨²ltima reuni¨®n de CITES (Lausana, 1989).Los pa¨ªses del sur de ?frica aumentaron significativamente la poblaci¨®n de elefantes, pero no han podido conseguir que esta especie animal pase del Ap¨¦ndice I, que proh¨ªbe cualquier tipo de comercio, al Ap¨¦ndice II, que lo permite de manera limitada. "Nos han cambiado el tama?o de la porter¨ªa para meternos un gol", declar¨® ayer el ministro de Comercio e Industria de Botsuana, Ponatchogo Kodikilwo, visiblemente contrariado, ante el pleno de la Convenci¨®n.
Botsuana, Malaui, Namibia, Zimbabue y Sur¨¢frica hab¨ªan llegado a Kioto precedidas por los informes favorables de la secretar¨ªa permanente de CITES y otros organismos internacionales, que destacaron el ¨¦xito de estos pa¨ªses en la preservaci¨®n y desarrollo de sus reservas de elefantes.
Evitar el tr¨¢fico
Pero a la hora de las decisiones primaron otros factores. Seg¨²n Javier Rubio, subdirector general de Control, Inspecci¨®n y Normalizaci¨®n de Comercio Exterior, jefe de la delegaci¨®n espa?ola, la Convenci¨®n estaba. de acuerdo, en el fondo, con la postura africana. "Sin embargo, se consider¨® que cualquier se?al de apertura por parte de la conferencia ser¨ªa interpretado por los cazadores furtivos y traficantes como un indicio de una pr¨®xima reapertura del comercio de marfil".Despu¨¦s de 22 intervenciones, la mayor¨ªa contrarias al levantamiento de la veda del colmillo, los pa¨ªses del sur de ?frica retiraron sus propuestas. Sur¨¢frica, con brusquedad, ni siquiera explic¨® las razones. Fuentes de esta delegaci¨®n subrayaron que no llegaron a Kioto en busca de regalos, sino con la esperanza de que su trabajo por la conservaci¨®n de la especie fuera reconocido reclasificando el elefante. Las cinco naciones lucharon en los pasillos y comisiones para que el pleno de CITES aceptara. una pr¨®rroga en la discusi¨®n del tema, manteniendo la prohibici¨®n, para despu¨¦s alcanzar un acuerdo sobre el comercio limitado del marfil.
Estas naciones se compromet¨ªan a la adopci¨®n de medidas rigurosas para erradicar el contrabando, a la promulgaci¨®n de leyes nacionales de mayor control y a una moratoria en las exportaciones comerciales tanto de colmillos como marfil manufacturado. El n¨²mero de elefantes cay¨® de 1.300.000 en 1979 a 620.000 en 1989, a?o en que se prohibi¨® su caza y comercio.
EE UU y la CE promovieron el establecimiento de un grupo de trabajo que investigue la posibilidad de encontrar alguna f¨®rmula alternativa al Ap¨¦ndice I para el elefante, clasificaci¨®n que no podr¨¢ mantenerse indefinidamente, seg¨²n el criterio m¨¢s extendido. El Reino Unido ofreci¨® un mill¨®n de d¨®lares para crear un fondo de compensaci¨®n.
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