El ministro crispado

Jos¨¦ Luis Corcuera mostr¨® ayer verdadera irritaci¨®n ante los informadores. Interrumpi¨® durante las preguntas, tach¨® de impertinente a una periodista y lament¨®, con gesto desesperado, "tener que hablar siempre de lo mismo, si hay atentados, porque hay, y si no hay atentados, porque no hay".Se manifest¨® m¨¢s irritado a¨²n por las referencias a una supuesta "tregua no declarada", que neg¨® de plano. "No tengo nada m¨¢s que decir", concluy¨® su negativa a informar de la reuni¨®n con Arzalluz. "No entiendo por qu¨¦ se reitera la misma pregunta. Debe ser por falta de memoria. Lean ustedes". Corcuera acus¨® a los informadores de no contribuir "a la b¨²squeda de la verdad". "Cuando se hace tan p¨²blica y manifiesta no hay que buscarla".

Bast¨® que otra pregunta aludiese a "las ¨²ltimas reuniones" para que estallara en exclamaciones, sin dejar terminar. "No tengo nada m¨¢s que decir", repiti¨® tres veces. La siguiente alusi¨®n a ETA ya fue replicada con una descalificaci¨®n. "Usted no me ha entendido", repiti¨®, antes de asegurar que no hay peligro de ruptura del pacto de Ajuria Enea y de preguntar a la interpelante si ella desea romperlo.

Corcuera salpic¨® las respuestas siguientes con m¨¢s referencias a la poca memoria de los presentes, quejas sobre el nulo ¨¦xito de sus llamadas a la responsabilidad, interrogatorios a los que preguntaban, emplazamientos desafiantes ("venga, m¨¢s cosas") autoelogios ("cuando me preguntan concretamente, c¨®mo contesto yo, ?eh?") y remat¨® con un rotundo "eso es una impertinencia", dirigido a quien quer¨ªa saber: "?hay tregua o no hay tregua?". "Con estas cosas no se hacen bromas", termin¨®.