Racismo en el sumo
La relaciones Jap¨®n-EE UU, en tensi¨®n al no promoverse como 'yokozuna' a Konishiki
Las relaciones entre Jap¨®n y Estados Unidos, que se hab¨ªan dulcificado con numerosos intercambios comerciales, corren peligro de enfriarse con una inesperada fuente de tensi¨®n: el sumo. El motivo es la negativa japonesa a promover a¨²n a yokozuna (gran campe¨®n), al luchador hawalano Konishiki, el m¨¢s grueso de la historia del sumo (262 kilos), y que acaba de ganar el torneo de Osaka.
Salevaa Atisanoe, el nombre original de Konishiki, gan¨® el domingo su tercer gran torneo desde 1989 entre las ovaciones del p¨²blico. El lunes, sin embargo, el Consejo del Sumo para los yokozuna, un organismo para decidir dentro de la Asociaci¨®n de Sumo qui¨¦nes pueden adquirir el grado de grandes campeones, redujo a nada las posibilidades de Konishiki de convertirse en yokozuna, pese a que se consideraban muy serias antes del torneo."Queremos estar convencidos nuevamente de que Konishiki merece convertirse en un gran campe¨®n y hemos decidido esperar a otro torneo", declar¨® el presidente del consejo, Hideo Ueda.
La decisi¨®n ha supuesto una enorme decepci¨®n entre los partidarios de Konishiki, que habla perfectamente japon¨¦s y que ha pedido incluso la nacionalidad. Su popularidad ha subido mucho m¨¢s al casarse el pasado mes con una maniqu¨ª japonesa de 48 kilos.
Primer extranjero
La pol¨¦mica est¨¢ en que ser¨ªa la primera vez que un extranjero adquiere el rango de yokozuna. En 300 a?os de sumo s¨®lo 60 luchadores lo han conseguido, y todos japoneses. La Prensa americana ya ha recordado que algunos han sido promovidos con menores m¨¦ritos que Konishiki."No necesitamos un yokozuna extranjero", ha escrito recientemente Noboru Kojima, un miembro. del Consejo del Sumo, en la revista mensual Bungei Shunju. Kojima se?alaba que un yokozuna deb¨ªa, sobre todo, dar ejemplo de "dignidad, porque, si no, ello podr¨ªa conducir a la renuncia de Jap¨®n a su cultura espiritual".
Para los japoneses, la extraordinaria atracci¨®n del sumo reside principalmente en su esencia ritual y sagrada, que es la consecuencia de los lazos estrechos que le unen a la religi¨®n sinto¨ªsta, una pr¨¢ctica polite¨ªsta enraizada en su cultura.
No existe ning¨²n criterio preciso para la promoci¨®n de los yokozuna. El comit¨¦ tiene en cuenta marcas, pero dispone igualmente de otros criterios m¨¢s subjetivos como la t¨¦cnica, el esp¨ªritu combativo y las cualidades morales de los luchadores.
Los puristas critican el estilo bulldozer de Konishiki, que gracias a sus 262 kilos empuja simplemente a sus adversarios fuera del c¨ªrculo de lucha, al contrario de los luchadores menos voluminosos, que deben utilizar t¨¦cnicas m¨¢s elaboradas. El sumo se gana al tocar el contrario el suelo o al sacarlo fuera del c¨ªrculo.
El propio presidente de Estados Unidos, George Bush, envi¨® a Konishiki un telegrama de felicitaci¨®n por su triunfo en Osaka: "Todo el pueblo americano est¨¢ orgulloso de tu victoria en un torneo tradicional de sumo japon¨¦s". Otros dos luchadores hawaianos est¨¢n brillando en la elite, actual del sumo: Akebono, de 2.03 metros y 200 kilos de peso, y el m¨¢s ligero Masashimaru. En las cuadras de entrenamiento hay unos 30 extranjeros, tambi¨¦n procedentes de Brasil, China y Mongolia.
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