Ast¨¦rix contra Mickey Mouse
El Eurodisney franc¨¦s provoca un vivo debate contra el "imperialismo norteamericano"
Ast¨¦rix ha decidido combatir el inminente desembarco en las cercan¨ªas de Par¨ªs del rat¨®n Mickey. El guerrero galo de los tebeos de Uderzo no est¨¢ solo en su lucha contra el "imperialismo cultural norteamericano". Numerosos escritores y artistas, franceses levantan su voz para expresar su impotente protesta contra la apertura, el pr¨®ximo 12 de abril, del parque de atracciones Eurodisney. Un hecho que llega en un momento de crisis de la identidad francesa y que es contemplado como si de un Chern¨®bil cultural se tratara.
A Francia tan s¨®lo le faltaba que la industria norteamericana del ocio pusiera una monumental pica a 32 kil¨®metros del Louvre. Ante la inminencia del hecho, las reacciones son viv¨ªsimas. La apertura de Eurodisney, dice Ariane Mnouchkine, directora del Th¨¦atre du Soleil, es un "Chern¨®bil cultural". El escritor R¨¦gis Debray ve en el parque de atracciones "una empresa de colonizaci¨®n cultural particularmente compleja"; el fil¨®sofo Alain Finkielkraut lo considera "un aterrador paso de gigante en la homogeneizaci¨®n mundial".Dos semanarios, L'Express y Le Point, acaban de dedicar sus portadas y numerosas p¨¢ginas interiores al debate provocado por la inauguraci¨®n de Eurodisney. En las dos portadas, el rat¨®n Mickey sonr¨ªe desde el interior de una bandera estadounidense. "Mickey", escribe Jacqueline Remy en L'Express, "va a hacer su agujero a algunas leguas de Notre Dame de Par¨ªs, y Francia se siente con el alma de una Cenicienta medio estafada y algo humillada". En la misma publicaci¨®n, Henri Haget dice: "Creado en 1928, Mickey no bebe, no fuma, trabaja duramente para triunfar en la vida y corta el c¨¦sped en sus ratos libres. Tan s¨®lo se le conoce una novia: Minnie, con su traje de volantes y su pajarita en el pelo. Mickey es un emblema del puritanismo anglosaj¨®n". Jack Lang, el ministro de Cultura, entra de lleno en la pol¨¦mica: "Yo hubiera deseado que las atracciones de Eurodisney dieran un mayor importancia a la cultura de los diferentes pa¨ªses de Europa. Como no es el caso, es leg¨ªtimo preguntarse si este parque no es un enclave en Francia de la industria norteamericana de la diversi¨®n". Es extra?o que Lang diga eso si se piensa que pertenece al Gobierno socialista que dio luz verde a Eurodisney, y que ¨¦l mismo acaba de condecorar a los actores norteamericanos Warren Beaty y Sylvester Stallone.
Ast¨¦rix toma la poci¨®n m¨¢gica que le da una fuerza sobrehumana y se lanza al cuello de Mickey. Sylvie Uderzo, la hija del creador del guerrero galo, protesta por el trato otorgado por las autoridades francesas al parque de atracciones Ast¨¦rix y a Eurodisney. "Nosotros", dice, "vendemos un producto franc¨¦s, pero los poderes p¨²blicos nos ignoran; en cambio, se comportan como alfombras delante del dinero yanqui". Para probar que los norteamericanos no est¨¢n en "un pa¨ªs conquistado", el parque Ast¨¦rix abrir¨¢ sus puertas el 11 de abril, la v¨ªspera de la inauguraci¨®n de Eurodisney.
Los patrones de Mickey contraatacan. "Paren, por favor, de diabolizar la cultura norteamericana; nosotros no somos Imperialistas", dice Michael Eisner, presidente mundial de Disney.
En defensa de Eurodisney sale el pensador liberal Jean Fran?ois Revel. Buena parte de los temas de Walt Disney, afirma, son "de origen europeo": Blancanieves, la Bella Durmiente del Bosque, Pinocho, las partituras de la pel¨ªcula Fantas¨ªa y el buque corsario de La isla del te soro. Y se pregunta: "?Qu¨¦ espa?ol ser¨ªa tan est¨²pido para quejarse de que Corneille, al componer El Cid; Moli¨¨re, Don Juan, y Lesage, Gil Blas, hayan dado testimonio del genio castellano?".
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