Color en blanco y negro

"Se?oras y se?ores, con ustedes Simply Red, el grupo que les har¨¢ vivir una noche divertida sin descuidar sus sentidos". Con esta frase premonitoria podr¨ªa haber comenzado el concierto que Simply Red ofreci¨® anoche en el Palacio de los Deportes. Recibidos por un numeroso p¨²blico, Mick Hucknall y su banda volvieron a la capital para presentar su ¨²ltimo trabajo, Stars, y dar un concierto por todo lo alto en el que no escatimaron ideas.Mick Hucknall, alma indiscutible de Simply Red, tiene en su voz la carta, el arlequ¨ªn m¨¢gico capaz de abrirle las puertas del gran p¨²blico, sin perder una personalidad carism¨¢tica e inconfundible que anoche puso al servicio del espect¨¢culo. Y el espect¨¢culo se dirigi¨® equitativamente al o¨ªdo y a la vista, transformando el concierto en un juego que consigui¨® arrancar del p¨²blico una respuesta masiva.

Soul, fusionado en algunos temas con funky y sonidos c¨¢lidos como los del reggae, temas de sus anteriores trabajos, casi todos los de Stars y una banda que arrop¨® la voz irrompible pero parad¨®jicamente quebradiza de Hucknall. Fue una hora y media que se convirti¨® en una caja de sorpresas a cual m¨¢s agradable. Desbordaron efectividad y simpat¨ªa, y ning¨²n componente de la banda qued¨® relegado a un segundo plano, permitiendo incluso la posibilidad de escuchar un tema con las voces de los coros y sin la presencia de Hucknall.

Simply Red ha aprovechado y propiciado la efervescencia de m¨²sicos vers¨¢tiles y de gran calidad. De esta manera ofrecen un soul que no es negro ni blanco, sino de color, y que qued¨® plasmado en una puesta en escena alegre y sensual, que no descuid¨® en ning¨²n momento un repertorio impecable y elegante.