El 'n¨²mero uno' de los enemigos p¨²blicos

Ayer concluyeron cinco a?os de persecuci¨®n. La polic¨ªa francesa hab¨ªa pisado los talones en m¨²ltiples ocasiones a Francisco M¨²gica Garmendia, pero el m¨¢ximo dirigente etarra siempre lograba escapar, normalmente perdiendo en cada ocasi¨®n a uno de sus colaboradores. La vida de clandestinidad absoluta de Artapalo hab¨ªa motivado que las autoridades francesas formulasen en ocasiones que no hab¨ªa ninguna constancia de que el m¨¢ximo responsable de ETA permaneciera a¨²n en el vecino pa¨ªs. Incluso alg¨²n funcionario franc¨¦s llegaba a cuestionarse si exist¨ªa Artapalo.

Los mandos de la lucha antiterrorista francesa insinuaban que la direcci¨®n de ETA hab¨ªa deja do de residir en territorio del pa¨ªs vecino y se encontraba ya del lado espa?ol. El golpe de ayer corrobora la impresi¨®n de sus colegas espa?oles: Artapalo se gu¨ªa pasando temporadas en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, desde donde instru¨ªa y desped¨ªa a los liberados de los comandos que iban a cruzar la muga (frontera). Su detenci¨®n cierra un cap¨ªtulo de operaciones de caza sobre su persona que hasta ahora hab¨ªa logrado eludir, pero que tuvieron como resultado la detenci¨®n de todos sus sucesivos lugartenientes. El 23 de septiembre de 1990, la polic¨ªa francesa deten¨ªa a Jos¨¦ Javier Zabaleta El¨®segui, Baldo, entonces, n¨²mero dos de la organizaci¨®n que compart¨ªa con Artapalo la responsabilidad directa sobre los comandos operativos. Aquella operaci¨®n fue fruto de una paciente labor de investiga ci¨®n de la Guardia Civil, que en coordinaci¨®n con sus colegas franceses, vigilaron durante d¨ªas varias casas. Incluso se grabaron im¨¢genes de destacados activis tas entrando y saliendo de las vi viendas, como Jes¨²s Arkautz Arana, Josu Mondrag¨®n. Arta palo no entr¨® en la ratonera. Se convino detener a Baldo, pero se dej¨® en libertad a Josu siempre en la confianza de que guiar¨ªa, finalmente, al enemigo p¨²blico n¨²mero uno.

No fue as¨ª, y tras perder en dos ocasiones el rastro de quien hab¨ªa heredado el papel de lugar teniente de Artapalo, se procedi¨® a su detenci¨®n en marzo de 1991, tras 15 d¨ªas de vigilancia en la es peranza de que M¨²gica Garmen d¨ªa entrase en contacto con ¨¦l.

Con anterioridad, en 1989, otra operaci¨®n dise?ada para capturar al n¨²mero uno, s¨®lo consigui¨® poner a disposici¨®n de la justicia a otro de sus lugartenientes, Miguel Zarrabe. Otra trampa que tampoco dio nunca resultado fue el seguimiento de una profesora de euskera residente en suelo franc¨¦s con la que Artapalo tiene un hijo. El m¨¢ximo responsable etarra o bien re sisti¨® la tentaci¨®n de visitar a su v¨¢stago, o logr¨® eludir el disposi tivo de vigilancia.

Mandos de la lucha antiterrorista se mostraban confiados d¨ªas atr¨¢s en que el seguimiento de algunos enlaces, ya identifica dos, entre el m¨¢ximo responsable de ETA y los comandos liberados consiguiera llevar finalmente a Artapalo.

Un informe del CESID, afirma que "la personalidad de Artapalo, h¨¢bil organizador y buen director de comandos, pero con poca formaci¨®n pol¨ªtica, ha generado la idea de que tras ¨¦l pueda existir una direcci¨®n pol¨ªtica de ETA, desconocida por los propios militantes. No hay pruebas concretas de ello, pero s¨ª indicios que hacen que esta posibilidad haya de tenerse en cuenta. Esta direcci¨®n oculta estar¨ªa formada por dirigentes veteranos de ETA ahora alejados de la actividad directa y que incluso residen en Espa?a ostentando cargos pol¨ªticos en las organizaciones del complejo".Este mismo documento resalta que "muchos militantes se sintieron molestos por la existencia de un comando [el itinerante ya desarticulado, que dirig¨ªa Henri Parot] cuyas actividades eran controladas exclusivamente por Artapalo y del que no ten¨ªan ninguna informaci¨®n. Por otra parte, la detenci¨®n del comando fue atribuida a un fallo del mencionado dirigente cuya capacidad para llevar la direcci¨®n suprema de ETA empez¨® a cuestionarse".

No obstante, mandos de la lucha antiterrorista confirman que el propio Artapalo despidi¨® a los liberados del comando itinerante Fernando D¨ªez Torres, detenido hace algo m¨¢s de una semana, e Idoia Mart¨ªnez, a quienes dio armas e instrucciones.