Wenceslao Roces, una de las figuras m¨¢s representativas del exilio espa?ol
El domingo pasado falleci¨® en Ciudad de M¨¦xico, a los 95 a?os, el que fuera senador por Asturias en las primeras elecciones democr¨¢ticas de 1977, WencesIao Roces, veterano pol¨ªtico comunista y una de las figuras m¨¢s representativas del exilio espa?ol. Roces, formado en la jurisprudencia, fue expulsado en 1929 de la Universidad de Salamanca, donde ostentaba por oposici¨®n la c¨¢tedra de Derecho Romano, junto a Miguel de Unamuno, de quien fue disc¨ªpulo, por solidarizarse con las cr¨ªticas lanzadas por el pensador espa?ol contra la dictadura de Primo de Rivera.Nacido en Sobrecobio (Asturias) en 1897, Roces curs¨® estudios de derecho en la Universidad Central de Madrid, que luego ampli¨® en la de Berl¨ªn. Obtuvo muy joven la c¨¢tedra de Derecho Romano en Salamanca, si bien, desde su expulsi¨®n de la universidad, se dedic¨® a la pol¨ªtica, asoci¨¢ndose al Partido Comunista de Espa?a (PCE), al que se afili¨® en 1931 y del que fue miembro m¨¢s tarde de su comit¨¦ central. En 1977, ya reinstaurada la democracia en Espa?a, regres¨® a su pa¨ªs natal y obtuvo el esca?o de senador por Asturias en una candidatura de izquierda apoyada por comunistas y socialistas, y que result¨® la m¨¢s votada de la circunscripci¨®n.
Wenceslao Roces se vio obligado a exiliarse de Espa?a en dos ocasiones. La primera, a ra¨ªz del levantamiento minero de Asturias de 1934, insta¨¢ndose en Mosc¨² durante dos a?os, y la segunda, en M¨¦xico, una vez acabada la guerra civil. Durante la contienda fue subsecretario de Instrucci¨®n P¨²blica en el Gobierno del socialista Francisco Largo Caballero, y a su persona se le debe la cuidadosa protecci¨®n y salaci¨®n de los fondos del Museo del Prado, que permanecieron intactos a pesar del cruel enfrentamiento que ten¨ªa dividida a Espa?a.
Tras un recorrido primero por Chile y despu¨¦s por Cuba, Roces se instal¨® en M¨¦xico a comienzos de la d¨¦cada de los cuarenta, uni¨¦ndose as¨ª a la gran familia del exilio espa?ol en este pa¨ªs, generosamente recibida por el Gobierno del general L¨¢zaro C¨¢rdenas. No obstante, en 1977 fue llamado por el partido comunista a Espa?a para formar parte de su oferta electoral en las primeras elecciones democr¨¢ticas, si bien tuvo que renunciar a su esca?o meses despu¨¦s por problemas de salud, para regresar de nuevo al pa¨ªs que le acogi¨® tras la guerra civil y a cuya vida intelectual ha estado vinculado en estos ¨²ltimos 50 a?os.
Roces, que fue el primer traductor de El capital, de Carlos Marx, al espa?ol, fue profesor de Derecho y Filosof¨ªa en la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM), trabaj¨® como traductor de la editorial Fondo de Cultura Econ¨®mica, ostentaba el nombramiento de doctor honoris causa por la Universidad de Michoac¨¢n y desde 1980 estaba en posesi¨®n de la Orden del ?guila Azteca, la mayor distinci¨®n de este pa¨ªs latinoamericano. Sus restos mortales descansan desde el lunes en el pante¨®n Jard¨ªn de M¨¦xico, ciudad en la que residen su viuda y sus dos hijos.
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