Mitterrand tarda en encontrar un primer ministro que le evite la salida deshonrosa del El¨ªseo

Fran?ois Mitterrand, consciente de que el nombramiento de un nuevo primer ministro puede ser una de las ¨²ltimas cartas pol¨ªticas de su reinado republicano, segu¨ªa dudando en la tarde de ayer. El Gobierno dirigido por Edith Cresson estaba cl¨ªnicamente muerto y por primera vez desde su creaci¨®n, en mayo de 1991, ni tan siquiera celebr¨® su reuni¨®n semanal de los mi¨¦rcoles. Como Jacques Delors pon¨ªa condiciones que convertir¨ªan a Mitterrand en un jefe de Estado dedicado a inaugurar exposiciones florales, Pierre B¨¦r¨¦govoy segu¨ªa siendo el principal aspirante al t¨ªtulo. Pero Mitterrand no lo ten¨ªa claro.

Hacia las dos de la tarde de ayer, un espeso humo negro plane¨® durante algunos minutos sobre una chimenea de los apartamentos privados del palacio del El¨ªseo, residencia oficial del presidente Fran?ois Mitterrand.El centenar de periodistas que esperaba en el patio rompi¨® a re¨ªr: Mitterrand, que en su infancia quer¨ªa ser rey o papa, adoptaba el lenguaje de los c¨®nclaves vaticanos para anunciar que Francia todav¨ªa no ten¨ªa un primer ministro. Pero no. Los portavoces del El¨ªseo informaron que el humo era debido a un peque?o accidente en una caldera.

Por segunda jornada consecutiva, Francia viv¨ªa pendiente de Mitterrand. Francia espera, hab¨ªa titulado un peri¨®dico parisiense el martes; Mitterrand se toma su tiempo, afirmaba ayer ese mismo medio. Entretanto, los coches oficiales entraban en el El¨ªseo vomitando jerarcas socialistas convocados por el presidente.

Mitterrand, que en otras crisis de Gobierno ha tenido al pa¨ªs a la expectativa durante nueve d¨ªas, no estaba convencido de que fuera una buena cosa sustituir a Cresson por el ministro de Econom¨ªa y Finanzas, B¨¦r¨¦govoy.

Carta de dimisi¨®n

La siempre fiel Cresson le hab¨ªa entregado su carta de dimisi¨®n, pero hab¨ªa a?adido que considerar¨ªa una "humillaci¨®n personal" el nombramiento de B¨¦r¨¦govoy. La primera ministra Cresson responsabiliza a B¨¦r¨¦govoy del fracaso de sus diez meses al frente del Gobierno de la naci¨®n. "Con su obsesi¨®n por ganar a los alemanes en la lucha contra la inflaci¨®n, B¨¦r¨¦govoy se ha negado sistem¨¢ticamente a darle a Cresson el dinero necesario para promocionar la industria nacional, luchar contra el paro y ayudar a los m¨¢s desfavorecidos`, afirmaban fuentes del palacio de Matignon, sede de la jefatura del Gobierno.

Los partidarios de B¨¦r¨¦govoy no negaban la cicater¨ªa del ministro, pero aseguraban que precisamente su militancia a favor del rigor econ¨®mico le convert¨ªa en el ¨²nico socialista capaz de "abrir los cordones de la bolsa" sin alarmar a los medios financieros franceses e internacionales.

Fran?ois Mitterrand estaba tambi¨¦n atrapado entre dos fechas. El primer d¨ªa de abril es en Francia el equivalente a los Santos Inocentes espa?oles, el d¨ªa de las bromas, y mucha gente pensaba que ser¨ªa de mal ag¨¹ero nombrar a un primer ministro en una fecha semejante. Pero hoy comienza la sesi¨®n de primavera del Parlamento franc¨¦s, y la inexistencia de un Gobierno ser¨ªa una descortes¨ªa respecto a los representantes del pueblo.

Algunos elefantes socialistas telefoneaban a Bruselas, en un esfuerzo por relanzar la hip¨®tesis Jacques Delors. El presidente de la Comisi¨®n Europea les dec¨ªa que s¨®lo en caso de disponer de "poderes excepcionales" un primer ministro puede mejorar la situaci¨®n del poder socialista antes de las legislativas de 1993.

"Jacques Delors s¨®lo aceptar¨¢ Matignon si Fran?ois Mitterrand se resigna a convertirse en algo similar a la reina de Inglaterra", dijo la cadena de televisi¨®n TF-1.

Hasta Los Verdes, uno de los dos movimientos ecologistas que obtuvieron un excelente resultado en las elecciones regionales del pasado 22 de marzo, fueron consultados por el El¨ªseo.

Antoine Waechter, su l¨ªder, se declar¨® dispuesto a incorporarse al futuro Gobierno si se cumpl¨ªan las siguientes condiciones: suspensi¨®n de la construcci¨®n de la central nuclear de Creys-Malville, moratoria sobre las pruebas nucleares en el Pac¨ªfico, anulaci¨®n de la mayor parte del programa de autopistas, reducci¨®n de la jornada laboral e introducci¨®n del sistema proporcional en las legislativas.

Un programa inaceptable para unos socialistas que ya han perdido a su aliado ecologista, Brice Lalonde. El que ayer era todav¨ªa ministro del Medio Ambiente reiter¨® su negativa a participar en la chapuza del nuevo Gobierno.