"Dise?ar no es veranear"
Los demiurgos del dise?o gr¨¢fico es el t¨ªtulo del nuevo libro de Enric Satu¨¦, de 53 a?os, premio nacional de Dise?o, que acaba de editar Mondadori. El autor lo califica como "libro de aventuras" m¨¢s que de historia, y constituye, en realidad, un repaso entre el retrato personalizado y la cr¨ªtica art¨ªstica a la generaci¨®n de dise?adores, internacionales y nacionales, que han afianzado sus posiciones desde la extensi¨®n de la televisi¨®n y su cultura de la imagen, a partir de los a?os cincuenta.
Pregunta. Usted distingue con severidad entre aquellos dise?adores que se mantienen leales a la creaci¨®n art¨ªstica y otro grupo que se ha rendido a las leyes del mercado. Sin embargo, esta divisi¨®n, que usted establece con nitidez para los profesionales extranjeros, la elude cuando se trata de clasificar a los espa?oles. ?Por qu¨¦?
Repuesta. Bueno, efectivamente, los dise?adores espa?oles son amigos m¨ªos y no existen hoy muchos autores que se dediquen, como en mi caso, a escribir libros sobre el dise?o. No voy a cargarme yo con todo el peso de las condenas. Ya llegar¨¢ el momento.
P. No obstante, usted hace hincapi¨¦ en la facultad de algunos de sus colegas para seducir al mercado y conseguir clientes. Tales como el caso de Alberto Coraz¨®n, a quien llama, Alberto el Conquistador, y el fen¨®meno Mariscal, entre otros.
R. Efectivamente, los dos son dos grandes seductores. Y se han encontrado haciendo lo justo en el momento justo. Alberto Coraz¨®n, junto con Cruz Novillo, ha tenido a su cargo un buen n¨²mero de encargos p¨²blicos, desde la imagen y se?ales del MOPU hasta los trenes de cercan¨ªas, las se?alizaciones del Mercado Puerta de Toledo, los paradores nacionales, etc¨¦tera. En cuanto a Cruz Novillo, suyos son el emblema del pu?o y la rosa y el s¨ªmbolo gr¨¢fico del V Centenario. El caso de Mariscal es especial, con un camino poco convencional hacia el dise?o gr¨¢fico. Pero Mariscal es ante todo un dise?ador de la comunicaci¨®n. Que haya tenido ¨¦xito no significa que se haya vendido al mercado; el mercado se ha enamorado de ¨¦l.
P. ?C¨®mo explicar¨ªa que, al menos en Espa?a, el dise?ador gr¨¢fico haya sido casi siempre de izquierdas?
R. Efectivamente ha sido as¨ª, y de hecho el auge del dise?o gr¨¢fico, no s¨®lo en Espa?a, sino en Holanda o en Francia, ha venido unido, en las ¨²ltimas d¨¦cadas, al ascenso de los partidos socialistas. Pero habr¨ªa que hablar sobre todo del dise?o gr¨¢fico de carteles, editoriales, im¨¢genes de entidades p¨²blicas, porque el dise?o para la publicidad tendr¨ªa que llamarse de derechas, si es que esta terminolog¨ªa conserva a¨²n alg¨²n sentido. Por otra parte, el publicitario brit¨¢nico Charles Saatchi o el franc¨¦s S¨¦gu¨¦la, al margen de su inclinaci¨®n pol¨ªtica, podr¨ªan ser clasificados de derechas e izquierdas, por haber sido los responsables de las campa?as que promovieron los ¨¦xitos sucesivos de Margaret Thatcher y de Mitterrand.
P. Usted parece haber tenido en cuenta la pol¨ªtica cuando, en su libro, al descalificar los ¨²ltimos trabajos en Espa?a de Walter Landor y Milton Glaser, efectivamente mediocres (Campsa, Cepsa, Seat, Privanza, etc¨¦tera), se muestra benevolente con la imagen de La Caixa, obra del primero, o con el redise?o de La Vanguardia, obra del segundo.
R. Ver¨¢. Yo amo a Mir¨®. Y, en todo caso, la imagen gr¨¢fica de La Caixa ha mejorado repecto a la que ten¨ªa antes. Luego ha venido toda esa abusiva y angustiosa copia de los emblemas a mano alzada. Respecto a La Vanguardia estoy seguro de que no les gustar¨¢ lo que he escrito.
P. ?No le parece que ahora se estropean muchos edificios nuevos a causa de agregarles unos r¨®tulos de dise?o indigno?
R. No toda la arquitectura es buena. En el caso del dise?o espa?ol queda mucho por hacer. Lo ideal es llegar a esa situaci¨®n de M¨²nich o Amsterdam donde el dise?o callejero es tan elegante como discreto. Pero lo peor del dise?o espa?ol es que no se ampare con escuelas y no se afiance su producci¨®n. Su auge actual no debe tomarse como una moda o una fiesta de temporada. Dise?ar no es veranear.
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