Francia suspende sus pruebas nucleares en el Pac¨ªfico

Pierre B¨¦r¨¦govoy anunci¨® ayer que Francia renuncia a efectuar en lo que queda de a?o cualquier tipo de prueba nuclear en el Pac¨ªfico. El nuevo primer ministro franc¨¦s hizo esta importante declaraci¨®n en su primera y agitada comparecencia ante la Asamblea Nacional. Esta decisi¨®n, que B¨¦r¨¦govoy atribuy¨® al presidente Fran?ois Mitterrand, supone una gran victoria del movimiento ecologista internacional Greenpeace, luchador infatigable contra los ensayos nucleares del Ej¨¦rcito franc¨¦s en algunos islotes del Pac¨ªfico.

Los socialistas franceses parecen haber sacado algunas lecciones de lo que B¨¦r¨¦govoy no dud¨® en calificar de '"fracaso" en las elecciones regionales y cantonales de los pasados 22 y 29 de marzo. Una de ellas es la necesidad de tener en cuenta la sensibilidad ecologista, expresada en las urnas por un 141/6 de los franceses. Otra es la obligaci¨®n de hacer una pol¨ªtica econ¨®mica y social m¨¢s de izquierda. B¨¦r¨¦govoy proclam¨® que los principales objetivos de su Gobierno son la lucha contra el paro, la inseguridad en los suburbios y la corrupci¨®n pol¨ªtica.El anuncio de la suspensi¨®n de las pruebas nucleares en el Pac¨ªfico, que era una de las principales exigencias de Los Verdes franceses, fue acompa?ado del env¨ªo por parte de Mitterrand de una carta a los dirigentes de las otras potencias nucleares. En esa misiva el presidente franc¨¦s les, exhorta a seguir este ejemplo y a acelerar y profundizar el proceso de reducci¨®n de armas estrat¨¦gicas. El Ej¨¦rcito franc¨¦s pensaba realizar este a?o seis explosiones nucleares en la Polinesia.

B¨¦r¨¦govoy, que presentaba a los parlamentarios su programa de Gobierno, tuvo muchas dificultades para hacerse o¨ªr. Desde el primer momento, los diputados de la oposici¨®n le hostigaron con abucheos y sarcasmos. Cuando el primer ministro les amenaz¨® con hacer p¨²blica una lista de personalidades de derecha implicadas en casos de corrupci¨®n pol¨ªtica, la mitad de esos diputados abandon¨® el hemiciclo y la otra mitad interrumpi¨® a gritos la sesi¨®n durante 20 minutos. "Lea la lista" y "basta de amenazas y chantajes", aullaron los representantes de la oposici¨®n.

El nuevo hu¨¦sped del palacio de Matignon resumi¨® su programa en la f¨®rmula Una nueva frontera social. Prometi¨® una pol¨ªtica que, sin abandonar el rigor econ¨®mico, la defensa del franco y el control de la inflaci¨®n, pondr¨¢ el acento en la creaci¨®n de empleos, las medidas de car¨¢cter social, la defensa del medio ambiente y la lucha contra la degradaci¨®n de los suburbios. B¨¦r¨¦govoy, que no hizo el menor elogio de Edith Cresson, su predecesora, asegur¨® que otra de las tareas de su Gobierno ser¨¢ ratificar los Acuerdos de Maastricht. '"Pretendemos hacer Europa sin deshacer Francia ".

"Poco tiempo"

Once meses, acept¨® B¨¦r¨¦govoy, es "poco tiempo" para realizar todos esos objetivos. Ese plazo es el m¨¢ximo de vida del actual Gabinete socialista, puesto que en marzo de 1993 Francia celebrar¨¢ elecciones legislativas. Pero B¨¦r¨¦govoy se comprometi¨® a que el poder socialista, en contra de lo que deseaba Mitterrand a fin de limitar la esperada victoria de la derecha, no introducir¨¢ el sistema proporcional en esos comicios. B¨¦r¨¦govoy se declar¨® dispuesto a poner manos a la obra de inmediato. Anunci¨® un descenso del IVA de los autom¨®viles y productos de lujo a partir del pr¨®ximo lunes, a fin de estimular la deseada y esperada recuperaci¨®n econ¨®mica. Tambi¨¦n invit¨® a los sindicatos y organizaciones patronales a reunirse con ¨¦l antes de finales de este mes para negociar una pol¨ªtica de lucha contra el desempleo. B¨¦r¨¦govoy prometi¨® que el pr¨®ximo oto?o 900.000 parados habr¨¢n encontrado una ocupaci¨®n laboral o educativa.

Las alusiones de B¨¦r¨¦govoy a la corrupci¨®n pol¨ªtica fueron sistem¨¢ticamente acompa?adas del clamor: "Urba, Urba", el hombre de la empresa especializada en financiar ilegalmente el Partido Socialista. Todas las menciones al empresario y nuevo ministro de la Ciudad, Bernard Tapie, provocaron rugidos en los bancos de la oposici¨®n. En boca del diputado Jean-Jacques Hyest, la oposici¨®n de centro y derecha ya hab¨ªa anunciado sus deseos: "De B¨¦r¨¦govoy s¨®lo nos interesa una cosa: que diga cu¨¢ndo se va Fran?ois Mitterrand. "El presidente", seg¨²n Bernard Stassi, "guarda silencio porque para ¨¦l es muy duro aceptar que los franceses quieren que se jubile".