John Smith se perfila como sucesor de Neil Kinnock

El Partido Laborista brit¨¢nico ha empezado ya a discutir la sucesi¨®n de Neil Kinnock, y a s¨®lo dos d¨ªas de la terrible derrota electoral ya se destaca claramente un nombre: el de John Smith. Abogado escoc¨¦s, Smith era el candidato a dirigir la canciller¨ªa del Exchequer (Ministerio de Finanzas) en el Gobierno que preparaba Kinnock, y casi todos los sindicatos est¨¢n a su favor.Los sindicatos tienen un 40% de los votos en el colegio electoral que escoge a la c¨²pula laborista, y sus dirigentes han empezado ya a presionar a favor de Smith. El abogado escoc¨¦s es altamente respetado en medios financieros, y recientes encuestas demuestran -si las encuestas brit¨¢nicas son a¨²n capaces de demostrar algo- que el atractivo electoral de los laboristas hubiera sido mucho m¨¢s alto con Smith como candidato a primer ministro. Comparte con John Major el aspecto de contable y el pragmatismo, y, como Major, tiene ocasionales arrebatos de genio.
El ¨²nico inconveniente de Smith es su salud. Hace dos a?os sufri¨® un grave problema cardiaco. Por este motivo, algunos barones laboristas consideran que Smith deber¨ªa contar con el joven y activo Gordon Brown como vicel¨ªder y delf¨ªn. Brown ha sido uno de los dirigentes laboristas m¨¢s activos durante la pasada campa?a y, al igual que Smith, es un universitario de buena familia.
La era de los activistas con m¨¢s coraz¨®n que cabeza, como Kinnock, ha terminado. Se da por hecho que Roy Hattersley, segundo de Kinnock, desaparecer¨¢ de escena, junto a su jefe.
Uno de los sindicatos m¨¢s influyentes, el de transporte y actividades generales, sostiene que Smith deber¨ªa ir acompa?ado por la diputada Margaret Beckett como vicel¨ªder. Con ella, como segunda portavoz de la oposici¨®n durante los pr¨®ximos cinco a?os, Smith podr¨ªa atraerse una buena porci¨®n del voto femenino en 1997.
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