Rusia ordena el cierre de dos reactores at¨®micos de uso militar en Siberia por causas ambientales
Rusia ha ordenado a la planta at¨®mica militar de Krasnoyarsk, en Siberia, cerrar dos de sus tres reactores por ser peligrosos para la salud de los ciudadanos y el medio ambiente, seg¨²n inform¨® ayer un portavoz del Gobierno. La planta produce plutonio enriquecido para armamento y los dos reactores carecen de circuito cerrado de refrigeraci¨®n, por lo que toman el agua del r¨ªo Yenisey y la vierten en ¨¦l. Por su parte, Jacques Cousteau ha denunciado el riesgo que supone para toda la cuenca del Danubio la central b¨²lgara de Kosloduy.
Los dos antiguos reactores de la planta de Krasnoyarsk se cerrar¨¢n los pr¨®ximos 1 de junio y 1 de septiembre, seg¨²n inform¨® ayer en Mosc¨² Yuri Rogozhin, portavoz de la Comisi¨®n para el Control At¨®mico de Rusia. La comisi¨®n tom¨® la decisi¨®n el pasado domingo y permitir¨¢ que siga funcionando uno de los tres reactores subterr¨¢neos de la planta porque utiliza una tecnolog¨ªa moderna, considerada segura, de ciclo cerrado de refrigeraci¨®n.El Yenisey, ya muy contaminado por la industria en una regi¨®n donde viven millones de personas, atraviesa 2.000 kil¨®metros de Siberia. El plutonio, combustible de fisi¨®n para armamento y reactores nucleares, act¨²a como un veneno mortal acumul¨¢ndose en los huesos y alterando la producci¨®n de gl¨®bulos blancos en la sangre.
Los dos reactores que se cerrar¨¢n violan una nueva ley sobre protecci¨®n del medio ambiente, seg¨²n Rogozhin. "Considerando esta ley y la reducci¨®n de la demanda de plutonio, la comisi¨®n autoriz¨® a cerrar el primer reactor el pr¨®ximo 1 de junio y el segundo el 1 de septiembre", afirm¨®.
Alex¨¦i Yablokov, asesor de Yeltsin para problemas ecol¨®gicos, afirm¨® recientemente que un 35% de la poblaci¨®n de las regiones industriales rusas sufre deficiencias del sistema inmunol¨®gico y un 20% alergias. El agua de un 75% de los r¨ªos, lagos y otras reservas h¨ªdricas no es potable. El asesor ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para que dediquen m¨¢s esfuerzo a desarrollar otras fuentes de energ¨ªa. "Si no, ma?ana seremos rehenes de nuestras plantas at¨®micas de energ¨ªa", ha dicho.
Peligro en el Danubio
Jacques Cousteau, por otra parte, ha advertido en Par¨ªs del peligro que supone la central nuclear b¨²lgara de Kosloduy y ha pedido el cierre inmediato y definitivo de cuatro de sus seis reactores. Es la primera conclusi¨®n del programa destinado a evaluar la calidad del entorno ambiental en la cuenca del r¨ªo Danubio, realizado por un equipo dirigido por Cousteau desde principios de 1990.
Ese estudio supone, en palabras de Cousteau, "identificar las principales causas de la poluci¨®n, estudiar las consecuencias de las degradaciones de que eran objeto el r¨ªo y sus afluentes debido a la actividad de las ciudades, de las industrias, de las explotaciones agr¨ªcolas o los da?os causados por los pantanos". Entre todos los peligros que amenazan al Danubio, "el m¨¢s importante es el que representan cuatro de los seis reactores nucleares de la central b¨²lgara de Kosloduy".
Cousteau asegur¨® en una conferencia de p rensa que "aceptar que sigan funcionando los cuatro reactores VVER-230 de 440 megavatios cada uno es admitir que toda la cuenca del Danubio vivajugando a la ruleta rusa". Un informe elaborado por el equipo de Cousteau asegura que los cuatro reactores no deben ser reparados, tal y como pretende el Gobierno b¨²lgaro, sino definitivamente cerrados. La cantidad prevista por el Gobierno para reparar los cuatro reactores peligrosos es de unos 1.600 millones de pesetas, pero el informe cifra el coste en casi 120.000 millones de pesetas.
Mayor riesgo que Chern¨®bil
La central de Kosloduy fue visitada por expertos franceses y norteamericanos en diciembre de 1991. Los profesores Raymond Sen¨¦ y Robert D. Pollard fueron los encargados de establecer las conclusiones. Entre ellas destacan el "mal estado general de todas las instalaciones", Ia mala calidad de muchos de los materiales utilizados y la imposibilidad, una vez desaparecido el CAME, de encontrar los recambios adecuados", o el que en Kosloduy no se tenga en cuenta el riesgo que supone "un terremoto o una inund¨¢ci¨®n, eventualidades que no han sido contempladas a la hora de construir las primeras cuatro unidades de Kosloduy".
Tanto para Raymond Sen¨¦ como para Luchesar Toshev, portavoz de Ecoglasnost en Bulgaria, los reactores de Kosloduy "suponen un riesgo de accidente mucho mayor que el que exist¨ªa en Chern¨®bil.
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