Vive L¨¢zaro de Tormes
Rafael ?lvarez, El Brujo, es un fen¨®meno teatral: uno de esos c¨®micos que, cuanto m¨¢s es ¨¦l mismo, m¨¢s es el personaje que representa. Ahora, Lazarillo de Tormes; lo sobreact¨²a, lo grita y canta, y casi lo baila, relat¨¢ndolo en primera persona: desde su ancianidad de pregonero en Toledo, ve su ni?ez y los personajes que pasaron por ella, y los imita, en un soberbio mon¨®logo. Cuanto m¨¢s se pasa, mejor, aunque est¨¦ fuera de las reglas y las medidas. Goza con ¨¦l el p¨²blico, y no un p¨²blico de aldea, como el del bulul¨² que a veces representa, que es dentro de esos juegos de escamoteo de personaje e irrupci¨®n del actor que son gratos a Fern¨¢n-G¨®mez, autor de la adaptaci¨®n, sino el m¨¢s dif¨ªcil de un estreno en el Mar¨ªa Guerrero, con su pinta intelectual. Es igual: he visto a este actor con p¨²blicos muy distintos y los posee siempre. Ese es el fen¨®meno. ?Hay m¨¢s carcajadas de lo debido para este gran texto? ?Hay m¨¢s retorcimiento de lo necesario? Puede criticarse as¨ª desde alg¨²n punto de vista. Desde el m¨¢s real, el acceso al personaje de Lazarillo y, a un trozo genial de la gran literatura espa?ola, est¨¢ conseguido as¨ª, y dif¨ªcilmente se podr¨ªa llegar a m¨¢s desde otra manera. O, por lo menos, no se imagina esa otra manera una vez vista ¨¦sta: es una creaci¨®n.
Lazarillo de Tormes
An¨®nimo espa?ol. Versi¨®n de Fernando Fern¨¢n-G¨®mez. Int¨¦rprete: Rafael ?lvarez, El Brujo.Supervisi¨®n esc¨¦nica: Alonso de Santos, Gerardo Malla. Direcci¨®n: Juan Viadas y Rafael ?lvarez. Teatro Mar¨ªa Guerrero. Centro Dram¨¢tico Nacional. Madrid, 22 de abril.
No es tan sencilla la labor del adaptador, Fern¨¢n-G¨®mez, como ¨¦l mismo afecta en la nota al programa. El original est¨¢ respetado, con la disminuci¨®n naturalmente precisa para la representaci¨®n y con la riqueza de aportaciones que ¨¦l reconoce a Francisco Rico, Maravall y Fernando L¨¢zaro Carreter (cuya edici¨®n recomiendo especialmente para la lectura); pero hay una teatralidad que no est¨¢, naturalmente, en el Lazarillo-relato y s¨ª en esta dramatizaci¨®n; en la doble figura de autor-actor de Fern¨¢n-G¨®mez. La insistencia en alguna palabra, la colocaci¨®n esc¨¦nica de una frase, la comicidad de efectos verbales y pros¨®dicos no se consiguen m¨¢s que con un instinto natural dentro o con una profesi¨®n tan sabia que es ya instinto.
En este tipo de obras es muy dificil, la verdad, saber qu¨¦ corresponde a cada uno: qu¨¦ de este autor, qu¨¦ del director,4u¨¦ es el propio Rafael ?lvarez unido a Juan Viadas y qu¨¦ a?ade el propio c¨®mico en esta excesiva divisi¨®n de trabajo. Aqu¨ª incluso hay una supervisi¨®n esc¨¦nica. Supongo que les dar¨¢ igual la atribuci¨®n personal de fragmentos del ¨¦xito: lo importante es que ese ¨¦xito haya existido o est¨¦ existiendo.
Babelia
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