La guerrilla musulmana ocupa la capital de Afganist¨¢n
La guerrilla afgana (muyahidin) ocup¨® ayer pac¨ªficamente los puntos estrat¨¦gicos de Kabul, la capital de Afganist¨¢n, al tiempo que el Gobierno anunciaba que est¨¢ dispuesto a entregar el poder a los rebeldes, con quienes se ha mantenido en guerra durante los ¨²ltimos 14 a?os. Los dos grupos guerrilleros principales, el moderado Jamiat Islami -uno de los m¨¢s poderosos- y el radical fundamentalista Hezbi Islami, se disputaron ayer el control del palacio presidencial, enclavado en un conjunto de edificios en donde tambi¨¦n se encuentra la sede del partido prosovi¨¦tico Watan (Madre Patria), hasta ahora en el poder, mientras los l¨ªderes pol¨ªticos de la guerrilla trataban en Peshawar (Pakist¨¢n) la manera de organizar un Gobierno muyahid en Kabul.
La toma de la capital se produjo horas despu¨¦s de que los l¨ªderes de la resistencia afgana lograran un acuerdo el viernes en Peshawar para constituir un consejo de 51 personas que asumir¨¢ el poder en Afganist¨¢n. El consejo estar¨¢ presidido durante los pr¨®ximos dos meses por el dirigente moderado Sibgatula Moyaded¨ª, l¨ªder de uno de los partidos de la antigua alianza muyahidin, el Yaba Neyat Islami.Las guerrillas leales a Ahmed Sha Masud, el Le¨®n de Panshir, que pertenece a Jamiat Islami, tomaron ayer en Kabul el palacio presidencial y la sede del Watan, situada en un edificio construido por los sovi¨¦ticos. Los muyahidin desplazaron sin violencia a las tropas gubernamentales, pero anoche exist¨ªa el ternor de que se produjesen enfrentamientos entre los hombres de Masud y los del grupo rival de Gulbudin Hekrnatiar (Hezbi Islami). Estos ¨²ltimos rodeaban ayer tarde el complejo presidencial y controlaban una de las puertas principales.
Las fuerzas gubernamentales estaban actuando de manera conjunta con las guerrillas de Jamiat Islami. Anoche la situaci¨®n era confusa y era imposible determinar qui¨¦n se opone a qui¨¦n. No obstante, hab¨ªa una calma relativa. Se o¨ªan algunos disparos, pero no se conoc¨ªa la existencia de muertos o heridos ni combates armados.
Los dos grupos rivales mantienen el control de los puntos neur¨¢lgicos de Kabul, aunque otras formaciones guerrilleras aliadas entre s¨ª o con los dos grupos principales tambi¨¦n rondaban las calles de la ciudad. En el norte de la capital, la Embajada de Rusia, pr¨®xima al Ministerio de Defensa, estaba ayer tarde rodeada por guerrillas amigas de Hzeb-Wahdat, un grupo shi¨ª aliado de Jamiat Islami, seg¨²n informaron fuentes diplom¨¢ticas occidentales. Hezbi Wahadat, que cuenta con el apoyo del Gobierno de Teher¨¢n, rechaz¨® ayer el acuerdo alcanzado el viernes en Peshawar entre los dirigentes pol¨ªticos de la guerrilla musulmana.
Las guerrillas requisaron taxis para trasladarse de un lugar a otro de la ciudad, mientras la circulaci¨®n se redujo sensiblemente en las calles y las tiendas echaron sus cierres, sobre todo en los accesos a edificios e instalaciones estrat¨¦gicos.
El asalto final a Kabul comenz¨® ayer de madrugada, cuando las guerrillas radicales fundamentalistas de Hekmatiar entraron en la capital y llegaron hasta el palacio presidencial. A las pocas horas, su rival Masud envi¨® a cientos de sus hombres en helic¨®pteros. Dijo que estaban cooperando con lo que quedaba del Ej¨¦rcito afgano. Masud a?adi¨® que el Ej¨¦rcito estaba totalmente bajo su control, as¨ª como tambi¨¦n otros grupos guerrilleros.
Por la tarde, la situaci¨®n parec¨ªa favorecer a Masud. Sus hombres lograron entrar en el palacio presidencial. No hubo intercambio de disparos con los soldados que se hallaban dentro. Los hombres de Hekmatiar se echaron sobre las ver as cuando vieron a los de Masud dentro, pero sus jefes llamaron a la calma.
Por la noche estaba claro que las guerrillas de Masud controlaban el norte de la capital y las principales carreteras, a veces con el apoyo de los soldados del Ej¨¦rcito afgano. Masud afirm¨® que intentaba entregar el poder al consejo reci¨¦n creado, aceptado por todos los grupos guerrilleros, excepto el comandado por Gulbudin Hekmatiar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.