Schwarzenegger trata de levantar el pabell¨®n USA
Cr¨ªticas en EE UU por el escaso relieve cultural de la participaci¨®n del actor en la Expo
"En la Expo tocar¨¢ la Filarm¨®nica de Berl¨ªn, e Ingmar Bergman dirigir¨¢ Peer Gynt; en el pabell¨®n de EE UU, Arnold Schwarzenegger ser¨¢ jurado en septiembre en un concurso de culturistas". Un reportaje de la revista Time criticaba as¨ª la presencia en la Expo del actor. Schwarzenegger habl¨® ayer v¨ªa sat¨¦lite con Sevilla como comisario de deportes del pabell¨®n de Estados Unidos. Su rueda de prensa hipertecnol¨®gica sirvi¨® para dar aliento al pabell¨®n USA, que ha sido criticado por la pobreza de medios y su escasa representatividad, y cuyo mayor inter¨¦s cultura? es la muestra de uno de los 14 documentos originales de la hist¨®rica y fundamental Carta de Derechos, en la que se establece la libertad de expresi¨®n.
Sin rival en el campo del culturismo, Schwarzenegger ser¨¢ el anfitri¨®n los d¨ªas 18 y 19 de septiembre de un concurso con los 20 principales del m¨²sculo, que se disputar¨¢n el t¨ªtulo de Mister Mundo. Desde Washington, el int¨¦rprete de Terminator contest¨® a preguntas de periodistas que se encontraban en Sevilla, M¨²nich, Londres y Viena. En s¨®lo media hora repiti¨® cuatro veces, variando muy poco el esquema de la frase, que es preciso abandonar el consumo de drogas y alcohol, y dos veces que la comida-basura no hay ni que probarla. Pronunci¨® la palabra fitness (forma f¨ªsica) en incontables ocasiones, e invit¨® a hacer ejercicio a los ni?os v¨ªdeo y teleadictos, muchos de los cuales, adem¨¢s, son obesos. Asesor de Bush para los deportes, las p¨ªldoras de Schwarzegnegger, tan infantiles y conmovedoras corno rancias y ultraconservadoras, recordaron que Bush es el primer presidente con buena forma f¨ªsica, "modelo clave para los ni?os".Los deportes y el ejercicio f¨ªsico participativo ser¨¢n uno de los elementos principales del pabell¨®n de Estados Unidos. De hecho, lo primero que se topa el visitante es una cancha deportiva, despu¨¦s de traspasar un muro de agua de 120x12 metros (que seg¨²n los organizadores simboliza el Atl¨¢ntico cruzado por Col¨®n), m¨¢s tres velas que dan sombra y que supuestamente representan a las carabelas.
En el recinto, sin inter¨¦s arquitect¨®nico, el aire de espontaneidad del conjunto y la simpat¨ªa de los animadores tratan de paliar la pobre impresi¨®n. Por el lugar se han colocado chillonas esculturas, realistas y coloreadas, una de las cuales representa a un skateborder (patinador sobre tabla).
S¨®lo la exposici¨®n de la Carta de Derechos le da al pabell¨®n relevancia cultural y pol¨ªtica. Custodiada por soldados, en una vitrina de seguridad se expone la copia de pergamino, una de las 14 originales, procedente del Estado de Connecticut. Es la primera vez que uno de los originales sale de Estados Unidos. Antes de llegar al documento, se sube una rampa a cuyos lados cuelga una versi¨®n gigantesca en ingl¨¦s y espa?ol de las primeras diez enmiendas a la Constituti¨®n. "Eso est¨¢ muy bien sobre el papel, pero sobre la marcha es muy diferente", dijo en voz alta un espa?ol con v¨ªdeocamara ante el hist¨®rico documento, ratificado en 1791 y en el que se establece que el Congreso "no pondr¨¢ cortapisas a la libertad de expresi¨®n".
En la sala de cine, un medio representado en la Expo por numerosas pantallas de tecnolog¨ªa avanzada, informan con cierto desconsuelo que la suya es plana, "pero la pel¨ªcula merece la pena", a?aden. El cine est¨¢ situado en una de las dos c¨²pulas geod¨¦sicas (la otra guarda la Carta de Derechos), ya utilizadas en otras muestras comerciales. Paneles aleg¨®ricos del artista Peter Max, una casa que trata de reflejar en sus estancias el esp¨ªritu americano; una exposici¨®n sobre Kansas City (Missouri), ciudad hermana de Sevilla, una muestra de telecomunicaciones, tres prototipos futuristas de coches y la zona de restaurante y tiendas completan el conjunto.
En 1985, el pabell¨®n de Estados Unidos recibi¨® el segundo mayor espacio de la Expo. El arquitecto Barton Myers hizo un proyecto al que finalmente el Congreso destin¨® unos 1.300 millones de pesetas. Seg¨²n Time, del proyecto de Myers s¨®lo quedaron algunos detalles. "No hay tejado, ni lados, ni parte trasera, s¨®lo una pared frontal consistente en alambre barato entrecruzado con metal barato". Para la autora del reportaje, resulta dif¨ªcil de creer que una muestra tan imperfecta sea el producto de las administraciones de Reagan y de Bush.
El comisario del pabell¨®n, Frederick M. Bush, dijo ayer: "Estamos trabajando con la gente". Y destac¨® la caracter¨ªstica abierta del pabell¨®n, s¨ªmbolo del car¨¢cter abierto del pueblo americano.
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