Chirac sacrifica sus principios a a ambici¨®n presidencial
Jacques Chirac, haciendo de tripas coraz¨®n, empuja a la mayor¨ªa del movimiento neogaullista Asamblea para la Rep¨²blica (RPR) en la direcci¨®n de Maastricht. El heredero pol¨ªtico oficial del general De Gaulle comparte algunos sentimientos del frente de rechazo en el que milita su camarada Philippe S¨¨guin, en particular las reticencias a la concesi¨®n del voto en las elecciones municipales a los ciudadanos comunitarios.En la separaci¨®n entre ciudadan¨ªa y nacionalidad que ese voto implica, Chirac ve tambi¨¦n una brecha por la que en el futuro puede entrar la concesi¨®n del derecho de voto a los inmigrantes magreb¨ªes y africanos.
Pero en su actitud -s¨ª a la reforma constitucional y a Maastricht, con ciertas pegas formales-, Chirac se mueve por su propio inter¨¦s personal. Pensando en el l¨ªder neogaullista, el presidente Fran?ois Mitterrand afirm¨® el pasado 1 de mayo: "Los que se opongan a Maastricht no podr¨¢n dirigir los destinos de Francia".
A tenor de las encuestas, Chirac es, en el campo del centro y la derecha, el mejor situado para competir en la pr¨®xima elecci¨®n presidencial. El alcalde de Par¨ªs sabe que para mantener esa posici¨®n debe sacrificar sus sentimientos anti-Maastricht.
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