Terence Davies cierra un doloroso ciclo de cine autobiogr¨¢fico
El cineasta brit¨¢nico Terence Davies, que salt¨® a la celebridad hace tres a?os con Voces distantes, cierra en The long days closes un complicado, doloroso, conmovedor, progresivamente m¨¢s bello y estil¨ªsticamente cada vez m¨¢s refinado, ciclo de cuatro pel¨ªculas autobiogr¨¢ficas. El filme es un asc¨¦tico poema visual introspectivo, y tiene tanta capacidad de captura que cre¨® ayer uno de esos silencios audibles que raras veces se producen en una sala de cine, como si la gente no respirarara. Mientras tanto, fuera ya de las pantallas, el filme espa?ol El sol del membrillo confirma su energ¨ªa pol¨¦mica y la radicalidad de la aventura est¨¦tica y ¨¦tica que propone.
Terence Davies, ¨²ltimo hijo de un matrimonio de obreros cat¨®licos de Liverpool tuvo 10 hermanos. Tres de ellos murieron j¨®venes. Los otros siete sobrevivieron a la miseria de la victoria brit¨¢nica en la posguerra mundial y se hundieron en el anonimato de su clase.S¨®lo Terence, un ni?o asaltado por las pesadillas, por la soledad, por el fantasma de su padre muerto, por sus inclinaciones a la melancol¨ªa y por un apasionado amor a su madre, escap¨® de la informe masa humana de donde naci¨® y emergi¨® solitario en busca de una identidad no ¨²nicamente colectiva. Desde ni?o llev¨® en el car¨¢cter el sello del artista, del hombre distinto a los otros.
Desde que tuvo conciencia de s¨ª mismo, Terence Davies se sinti¨® diferente a quienes le rodeaban. Creci¨®, se hizo adulto y desde la persistente conciencia de su diferencia, quiso convertir a ¨¦sta en distinci¨®n, buscando los or¨ªgenes de su singularidad en la fr¨¢gil armon¨ªa que vivi¨® en su infancia.
Esa infancia es la materia de las cuatro pel¨ªculas autobiogr¨¢ficas -La madonna y el ni?o, Muerte y transfiguraci¨®n, Voces distantes y ahora The long days eloses- que, producidas por el British Film Institute, componen la totalidad de su filmograf¨ªa.
"Odio mi homosexualidad"
Terence Davies expresa con dura explicitud y alguna tortura, el trasfondo introspectivo y l¨ªrico de su cine. Dijo ayer al diario Lib¨¦ration: "En mi pa¨ªs la homosexualidad ha sido un crimen hasta 1965. Ya no es un delito, pero sigue siendo una desgracia y una desgracia cada vez mayor a medida que pasa el tiempo. Odio mi homosexualidad, la he odiado siempre y continuar¨¦ odi¨¢ndola. Cuando era adolescente no comprend¨ªa lo que me ocurr¨ªa. Me encontraba abrumado por la enormidad de mi pecado y rezaba y me pon¨ªa de rodillas hasta hacerme sangre en ellas."A los 22 a?oss contin¨²a, "decid¨ª acabar con todo ello y dej¨¦ de preocuparme de Dios. Pero uno puede librarse de Dios, pero no del catolicismo. Sigo sin atreverme a decir una mentira y continuamente me encuentro culpable, culpable de cualquier cosa, culpable de todo".
Asegura Terence Davies que The long days closes es el ¨²ltimo cap¨ªtulo de este tortuoso, atormentado y obsesivo ciclo autobiogr¨¢fico. Dado el acabamiento formal casi preciocista de la pel¨ªcula, su palabra es cre¨ªble: parece una laboriosa despedida.
Davies anuncia que su pr¨®ximo trabajo ser¨¢ todo lo contrario de lo que hasta ahora ha hecho: una pel¨ªcula policiaca de estilo cl¨¢sico, rodada en Nueva York.
Esta intenci¨®n del cineasta tiene todo el aspecto de un simple deseo de liberaci¨®n. Su cine es tan personal que le pesa, que en sus palabras le abruma. Y es comprensible que quiera deshacerse de ¨¦l, pese a la enorme belleza que alcanza.
Y van llegando poco a poco ecos de la repercusi¨®n de El sol del membrillo, la pel¨ªcula espa?ola de V¨ªctor Erice sobre el pintor Antonio L¨®pez, que compite este a?o en Cannes 92. Como era previsible, el filme sigue provocando una divisi¨®n bastante radical de opiniones en la cr¨ªtica internacional. En el panel de calificaci¨®n de la revista Moving Pictures -que punt¨²a del 0 al 10-, oscila entre el 1 del cr¨ªtico alem¨¢n del Frankfurter Allgemeine y el 9 del franc¨¦s G¨¦rard Lefort, del peri¨®dico Liberation.
En el panel de la revista Screen lnternational -que punt¨²a del 0 al 4- oscila entre el 0 (equivalente a mala pel¨ªcula) del belga Terneran y los 4 (que equivalen a excelente pel¨ªcula) del cr¨ªtico brit¨¢nico de The guardian, Derek Malcolm; y el de la revista francesa Positif, Michel Ciment.
Erice,de nada a todo
Y en el panel de la revista Le film fran?a¨ªse, que califica de 0 a 3, oscila entre el 0 que le da el cr¨ªtico de France-Soir y los 3 puntos que le conceden Cahiers de Cinema, Liberation, Le Monde y Le Quotidien de Par¨ªs.Es decir: unos, nada y otros todo, con mayor inclinaci¨®n hacia las admiraciones que hacia los rechazos, como corroboraron ayer los entusiastas elogios a la pel¨ªcula de Erice de un competidor suyo: el norteamericano Robert Altman; y de un gran cineasta franc¨¦s, Bertrand Tavernier, que ante las c¨¢maras de la televisi¨®n francesa afirm¨® rotundamente que hasta el momento El sol del membrillo es la mejor pel¨ªcula de todas cuantas se han exhibido en la secci¨®n oficial de Cannes 92.
["Lo que me ha emocionado", dijo, Tavernier, "es la concepci¨®n de la pel¨ªcula. Es la cinta m¨¢s acabada, m¨¢s profunda y m¨¢s extra?a que he visto en el festival".]
Babelia
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