La CE aplicar¨¢ un impuesto 'verde' si Estados Unidos tambi¨¦n lo adopta

La Comisi¨®n Europea aprob¨® ayer en Estrasburgo un proyecto para crear un nuevo impuesto que penalizar¨¢ el consumo de energ¨ªas contaminantes. El objetivo es estabilizar las emisiones de C02 para frenar la gran amenaza ecol¨®gica: el cambio clim¨¢tico causado por el efecto invernadero. El proyecto de la Comunidad, para no poner en riesgo la competitividad europea, est¨¢ condicionado a que EE UU y la OCDE adopten medidas similares.

"Se trata de una propuesta revolucionaria para proteger el planeta", afirm¨® el comisario de Medio Ambiente, Carlo Ripa di Meana, padre de la idea con la que la CE quiere presentarse como la abanderada de la ecolog¨ªa en la Cumbre de la Tierra, que se celebrar¨¢ en R¨ªo de Janeiro en junio. La medida es el ¨²nico medio, seg¨²n la Comisi¨®n Europea, para conseguir el objetivo de estabilizar las en¨²siones de di¨®xido de carbono al nivel de 1990. Los Doce asumieron el 29 de octubre de 1990 ese compromiso.La Comunidad es responsable del 12,9% de las emisiones de C02 a la atm¨®sfera; Estados Unidos, del 23%. Jap¨®n contribuye con un 5%, y los pa¨ªses del este de Europa (incluida la antigua URSS), con el 24,9%. Si los dem¨¢s pa¨ªses no siguen el ejemplo comunitario, el impuesto verde nacer¨¢ muerto. Pero, como dijo Ripa di Meana, Estados Unidos ha comenzado a cambiar de postura. "Se trata" a?adi¨® el comisario, "de una sociedad abierta con una opini¨®n p¨²blica y muchos grupos de presi¨®n".

La batalla de la opini¨®n es la principal baza de la tasa ecol¨®gica, a pesar de que las diferencias de intereses se reproducen en el interior de la Comunidad, donde destaca la inicial oposici¨®n frontal de Espa?a. La propuesta de directiva ser¨¢ presentada al Consejo d¨¦ Ministros de Energ¨ªa el pr¨®ximo d¨ªa 21, y a los responsables de medio ambiente, cinco d¨ªas despu¨¦s. Los ministros de Econom¨ªa y Finanzas tendr¨¢n la ¨²ltima palabra, porque Ia Comisi¨®n Europea propone y el Consejo dispone".

Se trata de "un impuesto neutral!", seg¨²n Christiane Scrivener, comisarla de Fiscalidad. Sin embargo, "unos pagar¨¢n m¨¢s, y otros, menos", admiti¨® el responsable de Energ¨ªa, Antonio Cardoso e Cunha. Cada pa¨ªs decidir¨¢ c¨®mo aplicar ese nuevo impuesto sin alterar la presi¨®n fiscal global; pero, de llevarse a cabo, la energ¨ªa tendr¨¢ un precio m¨¢s alto.

La tasa prevista es de unos 10 d¨®lares (unas mil pesetas) por barril equivalente de petr¨®leo. Comenzar¨ªa con un recargo de 3 d¨®lares en 1993, e ir¨ªa creciendo un d¨®lar cada a?o. Esto supone que el consumo de cada tonelada de petr¨®leo equivalente se ver¨¢ gravado con 2.200 pesetas de impuesto verde especial en 1993, que se elevar¨¢n a 7.700 pesetas en 1997. La tasa no castigar¨¢ todas las fuentes de energ¨ªa por igual.

El c¨¢lculo de la Comisi¨®n refleja que las centrales de carb¨®n y las industrias que utilicen este combustible ver¨¢n crecer sus costes en un 58%. Para el gas¨®leo, el aumento es del 45%, y para el gas natural, del 34%. La calefacci¨®n dom¨¦stica por fuel subir¨¢ un 16%, y la obtenida por gas natural, un 141/o. En el transporte, el impacto ser¨¢ del 11% de aumento en los veh¨ªculos que usen gas¨®leo y del 6% para la gasolina.

El proyecto de directiva prev¨¦ incentivos fiscales para las empresas que inviertan en tecnolog¨ªas limpias y deducciones para los grandes devoradores de energ¨ªa, como la industria del papel, el vidrio o el aluminio. Las energ¨ªas renovables y alternativas estar¨¢n exentas de la tasa.

Nucleares y t¨¦rmicas

El impuesto se aplicar¨¢ sobre las energ¨ªas f¨®siles (gas, petr¨®leo y carb¨®n), la energ¨ªa hidroel¨¦ctrica en centrales de m¨¢s de cinco negavatios y la energ¨ªa nuclear. Pero la mitad de la tasa se aplicar¨¢ sobre la contaminaci¨®n, y la otra mitad, sobre la producci¨®n de energ¨ªa. As¨ª, una central nuclear soportar¨¢ la mitad del gravamen que una t¨¦rmica. ?sta es una de las razones por las que el secretario de Estado de Medio Ambiente espa?ol, Vicente Albero, considera que el proyecto discrimina a "un pa¨ªs que ha renunciado a la opci¨®n nuclear".

Espa?a es el segundo pa¨ªs que menos contamina de la CE, con 1,42 toneladas de carbono por habitante y a?o, cifra s¨®lo mejorada por Portugal. Cada alem¨¢n genera m¨¢s de tres toneladas y el luxemburgu¨¦s obtiene el r¨¦cord de 8,8 toneladas. Como el equipamiento energ¨¦tico es una condici¨®n b¨¢sica de desarrollo, Espa?a obtuvo la posibilidad de crecer hasta la media de emisiones (2,34 toneladas) en el compromiso de 1990.

A pesar de este acuerdo, las emisiones de di¨®xido de carbono aumentar¨¢n un 12% de aqu¨ª al a?o 2000. La CE conf¨ªa en reducir un 5,5% de ese aumento gracias a la disminuci¨®n de la demanda y una mayor eficacia energ¨¦tica, mientras que el impuesto verde aportar¨ªa un recorte del 6,5%. El texto prev¨¦ excepciones y ayudas para los pa¨ªses que sufran un mayor impacto.