Tony Rominger se asegura el triunfo
El suizo Tony Rominger (Clas) se exhibi¨® en solitario durante 37,9 kil¨®metros, gan¨® la etapa, destroz¨® a sus rivales y se asegur¨® el triunfo en la Vuelta. Jes¨²s Montoya (Amaya), hasta ayer l¨ªder, pag¨® los esfuerzos de los ¨²ltimos d¨ªas y sucumbi¨® bajo el sol y el viento. Cedi¨® 1,49 minutos. Su ventaja era de 52 segundos. Pedro Delgado (Banesto), el tercer corredor con posibilidades, no tuvo su d¨ªa y perdi¨® todas sus opciones a una tercera victoria en la ronda espa?ola. "Ser¨¢ casi imposible derrocarle en la etapa de los puertos", declar¨® el segoviano. La Vuelta m¨¢s dura de los ¨²ltimos a?os se ha decidido en las etapas contrarreloj a favor del mejor especialista.
La ma?ana se present¨® plena de malos presagios para el l¨ªder. Hac¨ªa calor, el sol pegaba fuerte sobre los descampados que rodean Fuenlabrada y un molesto viento no cesaba de soplar por todos los lados. "A Montoya no se lo puedo decir, pero a t¨ª s¨ª: hay que estar preparados para lo mejor y para lo peor", le dijo Eufemiano Fuentes, m¨¦dico del Amaya, a Javier M¨ªnguez poco antes de la salida del corredor. Ana, la mujer de Montoya, se mord¨ªa las u?as. "Estoy muy nerviosa. Tiene que ganar, ser segundo no vale", confes¨® mientras, inquieta, no cesaba de suspirar porque unas nubes misericordiosas oscurecieran el sol.Montoya huye del sol. Pasa el invierno en Murcia pero, en cuanto empieza el calor, sube a Santander, m¨¢s fresco. Odia el Tour por el calor. Cree en su capacidad pero necesita que le convenzan de sus posibilidades. Entonces, si tiene fuerzas, se muestra imbatible. Ayer dud¨®, le falt¨® la energ¨ªa f¨ªsica y se derriti¨®.
Psicol¨®gica fue la tarea de M¨ªnguez al volante mientras segu¨ªa a su pupilo. Salir el ¨²ltimo tiene una ventaja que puede volverse en contra. Se conoce el tiempo que hacen los adversarios y, si son peores o similares a los propios, se sale reforzado, se puede reservar energ¨ªas y llevar el control. Si el tiempo del rival es mucho mejor, te hunde el conocimiento. Llega la desmoralizaci¨®n. El director de Amaya anim¨® al principio a Montoya: "Vas mejor que Delgado, venga, est¨¢s mentalizado para ganar, est¨¢s preparado".
Al final, el estilo ligero, de p¨¢jaro, de Montoya, se convirti¨® en un s¨ªmbolo pat¨¦tico: la cabeza hundida entre los hombros. Las piernas pesaban, necesitaba casi de las manos para poder subirlas y hacer girar los pedales. El rostro, perplejo. Los ojos s¨®lo ve¨ªan rectas sin fin sobre las que otro volaba. M¨ªnguez se olvid¨® de los consejos de Fuentes. Se le soltaron los nervios. Los gritos se hicieron ininteligibles. La Vuelta se le escapaba de las manos a 48 horas del final. Montoya deber¨¢ repasar la prensa de los ¨²ltimos d¨ªas para cerciorarse de que no ha so?ado. Ha bajado de la nube de golpe.
La mujer de Rominger le recibi¨® llorando el jueves en ?vila. El suizo se hab¨ªa ca¨ªdo en la ¨²ltima curva y lleg¨® a la meta sangrando por la nariz. "No lo aguanto m¨¢s, debes ceder, no luches m¨¢s, es demasiado", le dijo a su marido en franc¨¦s. Este estaba desmoralizado: "De acuerdo, me conformar¨¦ con lo que tengo". Por la noche y ayer por la ma?ana los m¨¦dicos le cuidaron su rodilla. A ra¨ªz del golpe, sufr¨ªa una contractura en el m¨²sculo vasto de su pierna derecha. Se le aplic¨® hielo y ultrasonidos.
Todas las noches, antes de acostarse, Rominger tiene la costumbre de visitar, habitaci¨®n por habitaci¨®n, a sus compa?eros de equipo. Desea agradecerles su trabajo. El d¨ªa de Serranillos todos se desgastaron para ¨¦l. Est¨¢ en un equipo espa?ol y sabe lo que significa la Vuelta para sus patrones. Ayer, viendo el recorrido de la contrarreloj, decidi¨® serle infiel a su mujer. Har¨ªa lo posible por ganar. Se lo deb¨ªa a sus compa?eros. La ambici¨®n que no ten¨ªa por un triunfo personal se convirti¨® en generosidad. Su victoria m¨¢s importante le llega a los 31 a?os, la edad del declive.
"El recorrido era ideal para m¨ª. Grandes rectas y pocas curvas. Pude mover con facilidad el gran desarrollo que llevaba", declar¨® el suizo. Hab¨ªa ligeras pendientes y el viento soplaba. Lo fundamental en la lucha individual es encontrar r¨¢pidamente una postura c¨®moda sobre la bici y coger ritmo. La postura no fue un problema. Rominger corre como dentro de un molde. Nada le perturba. Fue como si una fuerza externa le impidiera moverse de la l¨ªnea que marcaban sus hombros, sus brazos y su cabeza sobre la barra. La simetr¨ªa. Todo parece f¨¢cil cuando uno de los mejores contrarrelojistas del mundo est¨¢ bien.
Pedro Delgado no encontr¨® ni el ritmo ni la posici¨®n. Toda la contrarreloj la pas¨® moviendo brazos y hombros. No estuvo c¨®modo en ning¨²n momento. "No sent¨ª las piernas finas", afirm¨®. La ambici¨®n, las ganas no le bastaron. Empez¨® pronto a perder tiempo y no se recuper¨®. La mejor Vuelta de su vida no la ha ganado el hombre que era el m¨¢ximo favorito. Tiene ya 32 a?os. Las fuerzas le faltaron al final,
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