El buen gusto, maltratado en ocasiones
Unos textos publicados recientemente en EL PA?S -en distintas p¨¢ginas y d¨ªas- han desatado la protesta de varios lectores por considerarlos no s¨®lo obscenos, sino muestras inequ¨ªvocas de pornograf¨ªa. As¨ª de claro. Es "vergonzoso", "grosero", "impropio de un diario tan importante y responsable"... Por tel¨¦fono y por carta han expresado su rechazo: "?Por qu¨¦ un peri¨®dico respetable se presta a ser veh¨ªculo de esos indecentes desahogos?". "No s¨¦ si usted tendr¨¢ hijos adolescentes", escribe una lectora, "pero me pregunto c¨®mo se sentir¨ªa si estuviera leyendo con ellos esos exabruptos".En esta l¨ªnea est¨¢n otras quejas por determinados anuncios de v¨ªdeos aparecidos en las p¨¢ginas de Tele Pa¨ªs. Varias personas se sienten heridas en su sensibilidad y, enojadas, acuden al Ombudsman. "Me considero liberal y abierta", manifiesta otra lectora, "y cada cual puede leer y comprar lo que m¨¢s le apetezca, pero tengo tres hijos de 12, 14 y 16 a?os que utilizan el Tele Pa¨ªs para informarse de la programaci¨®n televisiva y no me parece bien que cada semana tenga que arrancar esas hojas".
En el terreno del sexo, el espa?ol tiene tal abundancia de palabras para nombrar la misma cosa que el uso de unas u otras puede producir una descripci¨®n puramente cient¨ªfica o una "claramente cochina", comenta un lector. Al respecto, el Libro de estilo no se manifiesta m¨¢s que acerca de las expresiones malsonantes, que, con alguna excepci¨®n, las proh¨ªbe. ?Por analog¨ªa, podr¨ªa aplicarse esta norma al caso de los p¨¢rrafos que han irritado a los comunicantes por considerarlos obscenos? "Es inadmisible que un diario como EL PA?S publique esas suciedades", dice otro lector. "Es un atentado por lo menos al buen gusto", opina. Y agrega: se trata de una "seudo-literatura, que ning¨²n peri¨®dico serio del mundo admitir¨ªa en sus p¨¢ginas".
A estas alturas de fin de siglo, cuando las fronteras de lo er¨®tico y lo pornogr¨¢fico se confunden con frecuencia, ?d¨®nde termina lo simplemente escabroso y empieza lo manifiestamente obsceno? ?Cu¨¢ndo las obscenidades tienen justificaci¨®n en un diario que se estima de calidad?
Cabe plantear si es que el concepto de obscenidad est¨¢ perdiendo su componente escandaloso y perverso, y si lo soez, de extendido uso en la lengua hablada, ya ha adquirido salvoconducto para circular sin pasmo de nadie por las columnas de la prensa seria. ?Qu¨¦ criterios se siguen en EL PA?S en esta materia?
"No hay criterios claros ni expl¨ªcitos", explica el director, Joaqu¨ªn Estefan¨ªa, "porque los conceptos de lo pornogr¨¢fico o lo er¨®tico evolucionan tan r¨¢pidamente como el resto de lo que est¨¢ sucediendo en el mundo". "Adem¨¢s", a?ade, "el concepto del gusto es algo tan subjetivo que es dif¨ªcilmente mensurable". No obstante, Estefan¨ªa considera que, "con todo, las cartas al director que llegan y las llamadas de tel¨¦fono o las quejas al Ombudsman son un elemento valios¨ªsimo, una especie de aguja de marear con la que contrastar el propio punto de vista de la direcci¨®n del peri¨®dico". "A tal efecto", dice, "creo que hay que aplicar una decisi¨®n sobre lo que se p¨²blica en esta materia caso por caso, intentando que prime el buen gusto; en este sentido comparto el criterio de que hay ocasiones de que ese buen gusto ha sido maltratado. Espero que ocurra en lo sucesivo las menos veces posible, aunque siempre habr¨¢ lectores que se consideren heridos".
En lo referente a los anuncios que han motivado varias protestas, el director de EL PA?S es terminante: "Los originales de publicidad de v¨ªdeos que han aparecido en Tele Pa¨ªs, ya han sido cambiados, comenzando por el que hoy est¨¢ a la venta, y habr¨¢ m¨¢s cambios".
El tel¨¦fono directo del Ombudsman es el 304 28 48.
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