Mujeres en Mosc¨²

En un peque?o y deteriorado apartamento situado en Mosc¨², en los meses finales de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, viven cuatro mujeres. Una madre so?adora de 50 a?os que todav¨ªa no ha perdido la esperanza y sus dos hijas de diferentes maridos. La atractiva Lida, que tiene una relaci¨®n sentimental con un compa?ero de trabajo casado, y la quincea?era Nastya, que acaba de quedarse embarazada de un amigo. Sin olvidar a la paral¨ªtica abuela, que s¨®lo se comunica con las dem¨¢s mediante una campana, pero que es la conciencia del grupo de mujeres.

Melodrama con humor

Con estos atractivos personajes, extra¨ªdos de una novela de Anatole Kourtchatkine, pocos elementos m¨¢s y una clara escasez de medios, el realizador Viacheslav Krishtofovich logra que su tercera pel¨ªcula, tras 10 a?os de trabajos televisivos, sea una ¨¢gil mezcla de tonos melodram¨¢ticos y realistas, a los que hay que a?adir un humor muy peculiar. Acostumbrados a las grandes producciones sovi¨¦ticas, tanto las cuidadas adaptaciones de cl¨¢sicos como los dramas ambientados durante la Segunda Guerra, Mundial, sus dos g¨¦neros m¨¢s; desarrollados por culpa de una impacable censura, resulta bastante ins¨®lito que El nido de Ad¨¢n se desarrolle en un s¨®rdido, apartamento moscovita y sus, protagonistas sean cuatro mujeres a la b¨²squeda de amor. Al igual que llama la atenci¨®n en una producci¨®n sovi¨¦tica, que hist¨®ricamente debe ser una de las ¨²ltimas rodadas antes de la desaparici¨®n de la Uni¨®n, que los personajes hablen normalmente del mercado negro, que queden fascinados ante un biquini fabricado en serie en Hong Kong y adquirido a un elevado precio, y sus dificultades para sobrevivir econ¨®micamente en su precaria vida cotidiana. As¨ª como los chistes y m¨²ltiples referencias jocosas a la ideolog¨ªa marxista, generalmente en boca de la quincea?era Nastya, el personaje m¨¢s duro y amargado de los cuatro.

Viacheslav Krishtofovich sabe encajar bien los elementos melodram¨¢ticos que tiene entre manos con una tradicional est¨¦tica realista para contar una m¨ªnima historia que sin duda har¨ªa las delicias de Cesare Zavattini, el padre del neorrealismo italiano, pero donde tambi¨¦n cuadran a la perfecci¨®n la cr¨ªtica a la realidad cotidiana y el humor que se desprende de ella.

Interesado por el mundo femenino, tras dirigir Mujer sola desea entablar relaciones (1986) y Autorretrato de un desconocido (1988), Viacheslav Krishtofovich vuelve a insistir por el mismo camino con El nido de Ad¨¢n y crea cuatro atractivos personajes femeninos.

Entre las representaciones femeninas destaca la de Nina, la madre, interpretado con gran fuerza por la excelente Inna Churikova, una mujer que vive entre su anciana madre y sus dos hijas de distintos padres, pero que todav¨ªa tiene humor para embarcarse en una nueva aventura sentimental.

Especial fuerza tiene la larga escena final de El nido de Ad¨¢n, una comida donde se re¨²nen los personajes en el peque?o apartamento, tanto por la etapa de preparaci¨®n y confidencia entre madre e hijas como porque se den cita los tres hombres de la madre mientras sus hijas est¨¢n solas, la mayor abandonada por su amante y la peque?a enfadada con un amigo que aporrea la puerta y al que se niega a dejar entrar.