Los seis retos de la Alianza

Las revoluciones anticomunistas de 1989 y la disoluci¨®n de la URSS dejaron a la OTAN sin enemigo directo, pero no exento de amenazas. Jeffrey Simon, de la Universidad de la Defensa Nacional de EE UU, al servicio de la Administraci¨®n, sefiala seis nuevos retos para la Alianza.Simon considera que 40 a?os de fruct¨ªfera planificaci¨®n y cooperaci¨®n entre los pa¨ªses de la OTAN pueden dar paso a intentos de renacionalizar la seguridad europea y esfuerzos de diversos pa¨ªses por reducir sus Ej¨¦rcitos y gastos de Defensa.

Tambi¨¦n considera que, si bien la amenaza en Centroeuropa disminuye con la retirada de tropas sovi¨¦ticas, el desplazamiento de ¨¦stas aumenta el peligro potencial en los flancos, concretamente en Noruega y Turqu¨ªa.

La unificaci¨®n alemana tiene implicaciones de seguridad. Sonvarios los pa¨ªses del Este y del Oeste que muestran cierta inquietud, no siempre expresada abiertamente, ante el nuevo gigante pol¨ªtico, econ¨®mico y, tal vez alg¨²n d¨ªa, tambi¨¦n militar. Sim¨®n estima que la OTAN, como estructura multilateral e interatl¨¢ntica, puede lograr, con su planificaci¨®n global de la defensa, que se desvanezcan o se difuminen estas suspicacias.

Rupturas

La URSS se rompi¨®, Yugoslavia tambi¨¦n, Checoslovaquia puede partirse. Todo ello causa tensiones, crisis y guerras abiertas que amenazan a pa¨ªses aliados. La OTAN no deber¨ªa asistir pasivamente a estos acontecimientos, estima el citado analista, sino promover una estructura de seguridad paneuropea, responder a la llamada del Este para estabilizar el continente y prestar ayuda en casos humanitarios, como los flujos masivos de refugiados.

El quinto reto es la amenaza del sur, tras disminuir la del centro y el este. El riesgo aumenta en el norte de ?frica y en Oriente Pr¨®ximo, con riesgos de proliferaci¨®n qu¨ªmica, biol¨®gica y nuclear. La Alianza debe, opina Simon, prestar m¨¢s atenci¨®n a su frontera meridional (Espa?a, Portugal, Francia, Italia, Turqu¨ªa y Grecia), intentar controlar el acceso de los potenciales enemigos a tecnolog¨ªa militar avanzada y preparar sus fuerzas m¨¢s ¨¢giles para eventuales actuaciones.

El ¨²ltimo reto es el vac¨ªo en el Este. El Pacto de Varsovia ni siquiera dej¨® tras de s¨ª alguna estructura que permita tratar conjuntamente el control de armamento y el cumplimiento de los acuerdos de desarme. La integraci¨®n de estos pa¨ªses en el Consejo de Cooperaci¨®n del Atl¨¢ntico Norte reduce la gravedad del problema, pero no lo elimina. La OTAN, por su propio inter¨¦s y para preservar la seguridad global de Europa, debe contribuir a llenar el vac¨ªo, y no s¨®lo en el terreno de la seguridad.