Los grandes almacenes abrieron en horario normal
Los grandes centros comerciales pudieron abrir ayer a las diez de la ma?ana, pero los peque?os y medianos tuvieron que esperar hasta las doce. Las cercan¨ªas de las grandes superficies estaban cercadas por impresionantes despliegues policiales. Muchos peque?os comercios, sin embargo, se sumaron al cierre y algunos se encontraron las puertas selladas con silicona. ?ste es el resumen de la repercusi¨®n de la huelga de ayer en el comercio de toda Espa?a.
El 28-M comenz¨® a medianoche en los mercados centrales de abastos (mercas). Los piquetes resultaron innecesarios, toda vez que la inactividad fue casi absoluta. En Madrid, por ejemplo, seis furgonetas del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa flanqueaban el ala izquierda de la entrada, mientras desde el ala derecha les observaban medio centenar de personas con banderas de UGT. Algo parecido ocurri¨® en Barcelona, Sevilla y Valencia."Aqu¨ª hoy no va a pasar nada porque no est¨¢n entrando camiones", comentaba uno de los guardias jurados del control de entrada a Mercamadrid. Seg¨²n este testigo, los dos d¨ªas previos a la huelga hubo m¨¢s trabajo que "en los lunes que siguen a un largo puente". Ayer, en cambio, las grandes naves de fruta y pescado de todos los mercas ofrec¨ªan una imagen desierta.
Con todo, un piquete de CC OO -que compon¨ªan una docena de personas- recorri¨® los pocos puestos abiertos para recordar que la huelga de los mercas estaba convocada de medianoche a mediod¨ªa. El piquete de UGT, m¨¢s numeroso pero compuesto principalmente por mujeres, se dedic¨® a intentar parar a los pocos camiones que intentaban acceder al recinto, lo que la polic¨ªa les impidi¨®.
El Corte Ingl¨¦s
Ya por la ma?ana, y como es tradicional en este tipo de protestas, las sedes centrales de El Corte Ingl¨¦s fueron los lugares elegidos por los sindicatos para demostrar su fuerza. En un centro de Madrid, un gran piquete (unas 1.000 personas) se apost¨® en las inmediaciones de la puerta principal y esper¨® a las diez de la ma?ana, hora oficial de apertura.
A esa hora, los trabajadores de El Corte Ingl¨¦s, que acudieron a sus puestos de forma masiva, abrieron las puertas y hubo un momento de tensi¨®n entre los trabajadores y el numeros¨ªsimo cord¨®n policial de protecci¨®n. Sin embargo, toda la violencia qued¨® resumida en un par de conatos sin importancia. "Han ido todos a trabajar porque en esta empresa hay muchos contratos temporales y la gente no se arriesga a perder su puesto de trabajo", se?alaba uno de los integrantes del macropiquete mientras apretaba una bocina.
Desde ese momento hasta el mediod¨ªa, el piquete se dedic¨® a corear c¨¢nticos contra el Gobierno y la polic¨ªa, mientras algunos clientes se aprestaban a realizar sus compras entre los abucheos generales. En el interior, los dependientes coincid¨ªan: "Por supuesto que hay menos p¨²blico de lo habitual, pero ya lo esper¨¢bamos". En Barcelona, por el contrario, los piquetes lograron evitar que abriera el centro de El Corte Ingl¨¦s en la plaza de Catalunya de Barcelona, aunque s¨ª abrieron el situado en la Diagonal y el de Sabadell. En Zaragoza, unas 5.000 personas se concentraron ante el gran almac¨¦n de la glorieta de Sasera con la intenci¨®n de cerrarlo, aunque sin ¨¦xito.
La escas¨ªsima respuesta a la huelga de los grandes almacenes lleg¨® incluso al Pryca de San Fernado, a pesar de su cercan¨ªa con el pol¨ªgono industrial de esa localidad madrile?a. A primera hora de la ma?ana, seis chicas -las ¨²nicas componentes del comit¨¦ de empresa- observaban, desde la puerta de esa gran superficie, como sus compa?eros entraban al trabajo bajo al atenta mirada de las dotaciones de una decena de coches de la Guardia Civil. El director del centro -el se?or Mart¨ªnez- no pod¨ªa ocultar su satisfacci¨®n. "La gente est¨¢ trabajando, somos un gran comercio y lo que prima aqu¨ª es el servicio a la clientela", declar¨® ufano.
Los acontecimientos fueron distintos en los peque?os y medianos comercios. En el centro de Madrid hubo un cierre casi total, aunque muchos propietarios alegan que el miedo a destrozos fue la principal raz¨®n del cierre. La due?a de dos tiendas manifestaba: "El 80% hemos cerrado por temor, y aun as¨ª nos han inutilizado la mayor parte de las cerraduras con silicona y puntas met¨¢licas. No hay derecho". La ¨²nica excepci¨®n a este cierre general de los peque?os comercios corri¨® a cargo de los bares que permanecieron abiertos desde primeras horas de la ma?ana. "Ya llevamos servidos unos cuantos desayunos", aseguraba un camarero de un bar situado en el coraz¨®n de Madrid.
Las tiendas del centro de Barcelona abrieron en su casi totalidad, rompiendo por completo la imagen de huelga general. Los comerciantes se limitaban a bajar la persiana de sus locales cuando se acercaba alg¨²n piquete de las centrales.
Las personas que quisieron utilizar los servicios bancarios a primera hora de la ma?ana tampoco tuvieron excesivos problemas. La patronal bancaria cifr¨® ayer el seguimiento de la huelga en un 9,7%, que fuentes sindicales elevaron por encima del 50%.
Los efectos de la huelga apenas se notaron en las bolsas y en los edificios de oficinas.
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