Los sovi¨¦ticos adoran el 'culebr¨®n'
'Los ricos tambi¨¦n lloran' arrasa en la CEI
El culebr¨®n mexicano Los ricos tambi¨¦n lloran se ha convertido en un fen¨®meno en la antigua Union Sovi¨¦tica, donde paraliza la vida de sus habitantes cada vez que en el primer canal de la televisi¨®n proyecta la serie. Seg¨²n las encuestas, 200 de los 300 millones de ex sovi¨¦ticos abandonan sus quehaceres para ver en las pantallas la interminable historia de los amores de Mariana y Luis Alberto.
El ¨¦xito de la serie es tal que los directivos de televisi¨®n reconocen que han tenido que dejar de retransmitirla los domingos y pasar la proyecci¨®n a d¨ªas laborables porque amenazaba con agravar a¨²n m¨¢s la crisis alimentarla del pa¨ªs. Los fines de semana, millones de rusos que viven en las ciudades aprovechan para ir a sus dachas a sembrar patatas y hortalizas. "Antes emiti¨¢mos tres cap¨ªtulos seguidos el domingo y ahora la gente se siente insatisfecha con s¨®lo .25 minutos de la serie tres dias a la semana. Por eso, pronto lo ampliaremos a 50", explica a EL PA?S V¨ªctor Osk¨®lkov, director para los programas cinematogr¨¢ficos del canal Ost¨¢nkino, que cubre todo el territorio de la ex Uni¨®n Sovi¨¦tica. Muchas mujeres, asegura, bombardean con llamadas telef¨®nicas al director de la televisi¨®n pidiendo con avidez que se dedique m¨¢s tiempo a la preciosa obra.
"Le reservamos a esta serie el mejor horario", explica Osk¨®lkov. "Todos los habitantes del campo y la mayor¨ªa de los ciudadanos, incluidos los intelectuales, a menudo ven el mismo cap¨ªtulo dos veces. El d¨ªa de su emisi¨®n, y su repetici¨®n al siguiente".
De todos modos, el nuevo horario tambi¨¦n perjudica las faenas agrarias en la sexta parte de la tierra firme (antes llamada URSS), seg¨²n explican los propios empleados de la televisi¨®n: en plena siembra primaveral, muchos obreros dejan tirados sus tractores en medio del campo y marchan corriendo para pegarse a las pantallas.
Sue?o dorado
Hombres y mujeres, ancianos y ni?os, siguen hipnotizados las peripecias de la hermosa Mariana (Ver¨®nica Castro). Cansado de la pol¨ªtica y de los problemas cotidianos, el ruso de la calle se sumerge en el sue?o dorado de una vida de ricos ("que tambi¨¦n lloran como nosotros"), antes ignorada en el pais comunista. Osk¨®lkov explica que a finales del a?o pasado mostraron varios cap¨ªtulos para sondear la opini¨®n de] p¨²blico, y ¨¦ste reaccion¨® un¨¢nimemente: "No queremos ninguna otra cosa". Desde el pasado mes de enero han proyectado ya casi una tercera parte de los 249 cap¨ªtulos.
"Hemos iniciado la producci¨®n de culebrones propios Y pronto estrenaremos uno que se titula El apartamento, con buenos actores y un director profesional. Puede resultar una buena mercanc¨ªa", comenta Osk¨®lkov.
Los rusos s¨®lo quieren saber qu¨¦ suceder¨¢ en el pr¨®ximo cap¨ªtulo. Se paralizan los hoteles, los aeropuertos, los comercios y la vida en general, en cualquier parte, sea en Uzbekist¨¢n, Moldavia, Ucrania o Siberia. La gente est¨¢ dispuesta a pagar cualquier precio para comprar la novela hom¨®nima que acaban de editar en ruso.
Un semanario ha publicado la carta de cierto anciano de Odesa que dice: "Tengo 85 a?os. Me apasiona la serie Los ricos tambi¨¦n lloran. No estoy seguro de poder sobrevivir hasta el ¨²ltimo cap¨ªtulo. Prometo dejar toda mi herencia a quien me explique cu¨¢ndo y c¨®mo acabar¨¢ todo".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.