Los nacionalistas de Eslovaquia proclamar¨¢n un Estado soberano si ganan las elecciones
El nuevo caudillo eslovaco, Vlad¨ªmir Meciar, ex primer ministro de 49 a?os, quiere demostrar al mundo que Eslovaquia existe. El ex boxeador de figura corpulenta grita, micr¨®fono en mano, en la plaza del pueblo de Banska Stiavnika, en un mitin electoral para los comicios que se celebrar¨¢n en Checoslovaquia el viernes y s¨¢bado pr¨®ximos: "Nosotros no somos una tribu africana incapaz de crear su propio Estado". Meciar afirma que proclamar¨¢ la soberan¨ªa de Eslovaquia tras su triunfo electoral.
El dirigente populista, que tendr¨¢ un importante papel en el futuro de la unidad nacional en Checoslovaquia, es interrumpido en su discurso por v¨ªtores y aplausos de varios cientos de sus seguidores.Meciar, ex primer ministro de Eslovaquia, fue expulsado de su cargo por el Parlamento por "actitudes corruptas" y por haber radicalizado su discurso nacionalista. Seg¨²n un comit¨¦ del Parlamento en Bratislava, la capital de Eslovaquia, Meciar fue un colaborador del temido Servicio Secreto Checoslovaco (STB).
"Si es necesario instalar¨¦ tropas y misiles en nuestra frontera sur con Hungr¨ªa", anuncia a viva voz, al explicar que defender¨¢ la "soberan¨ªa eslovaca" a cualquier precio.
En la rep¨²blica eslovaca, con una poblaci¨®n de cinco millones de habitantes, viven unas 500.000 personas de la minor¨ªa ¨¦tnica h¨²ngara en la orilla del r¨ªo Danubio, cada vez m¨¢s presionados por grupos nacionalistas que exigen una "Eslovaquia limpia" y quieren abolir el derecho de los magiares a mantener su idioma como lengua oficial junto al eslovaco. L¨ªderes pol¨ªticos de la minor¨ªa h¨²ngara en Eslovaquia han advertido que exigir¨¢n su autonom¨ªa en caso de que Eslovaquia se independice de la rep¨²blica federal.
Meciar ha llegado a Banska Stiavnika, un olvidado y empobrecido pueblo situado entre bajas monta?as de la Eslovaquia central y que fue un antiguo centro minero, para presentarse en uno de sus ¨²ltimos m¨ªtines electorales antes de las elecciones generales parlamentarias, en las que su partido, el Movimiento por una Eslovaquia Democr¨¢tica (HZDS), se perfila como ganador.
El hombre clave despu¨¦s de los comicios, que tendr¨¢ veto sobre el pr¨®ximo primer ministro del Gobierno central en Praga, ha anunciado que "despu¨¦s de la victoria" declarar¨¢ la soberan¨ªa de Eslovaquia, se proclamar¨¢ una nueva Constituci¨®n nacional, que tendr¨¢ supremac¨ªa sobre la federal, y se crear¨¢ el nuevo cargo de presidente de la rep¨²blica de Eslovaquia. El presidente checoslovaco, V¨¢clav Havel, que se reuni¨® recientemente con Meciar, antes su aliado pol¨ªtico, dijo que las reivindicaciones del pol¨ªtico eslovaco eran "peligrosas".
En la plaza frente al monumento de m¨¢rmol y oro de unos 10 metros con la Santa Trinidad y san Sebasti¨¢n, patrono de los mineros, se instalan Meciar y su equipo de guardaespaldas, que desempe?an al pie de la letra su misi¨®n de proteger al l¨ªder impidiendo que nadie se le acerque.
"Podr¨ªa ser un nuevo caso Kennedy ", murmura conspirativamente uno de sus guardaespaldas, convencido de que alguien podr¨ªa atentar contra la vida de su jefe. "No podemos permitir que las gentes se le acerquen como gitanos, nuestros enemigos", concluye su desafortunada cita el encargado de seguridad, en un tono serio y acad¨¦mico.
Meciar es un t¨ªpico fen¨®meno poscomunista que alberga la combinaci¨®n de nacionalista, demagogo y de izquierdas. Canta a viva voz el olvidado himno nacional eslovaco y recibe sonriente flores de los ni?os del pueblo.
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