El escepticismo domina la Conferencia de R¨ªo, que se inaugura hoy entre fuertes medidas de seguridad
Pocas veces se ha llegado a una conferencia internacional con la falta de concreci¨®n con la que hoy comienza en R¨ªo de Janeiro (Brasil) la Conferencia de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo. Dos a?os de negociaciones y un sprint final de varias semanas para intentar el consenso de los textos m¨¢s importantes que se deben firmar han dado unos frutos escasos. Ante tal panorama, casi un¨¢nimemente se dice que es m¨¢s importante la forma que el contenido; que el mero hecho de que los jefes de Estado de casi 160 pa¨ªses acudan a un foro sobre medio ambiente representa una nueva conciencia global, pero eso no impide que la sensaci¨®n de fracaso flote en el aire.
La Cumbre de la Tierra, que comienza hoy en R¨ªo, est¨¢ considerada como una oportunidad hist¨®rica para salvar un planeta del deterioro y destrucci¨®n de su medio ambiente. La gran ciudad brasile?a es, desde hace varios d¨ªas, una babel de lenguas que invaden calles, hoteles y restaurantes, al tiempo que los ex¨®ticos atuendos de visitantes de los cinco continentes acent¨²an el tradicional cosmopolitismo de la ciudad.El pasado viernes, por primera vez desde la fundaci¨®n de Brasilia en 1960, R¨ªo de Janeiro volvi¨® a ser la capital del pa¨ªs, cuan, do el presidente Fernando Collor de Mello instal¨® aqu¨ª su Gobierno por dos semanas, hasta el fin de la Cumbre.
M¨¢s de 30.000 visitantes -4.500 delegados, 2.500 periodistas, 3.500 organizaciones y funcionarios internacionales- que participar¨¢n en la cumbre oficial o en el Foro Global, un encuentro paralelo de organizaciones no gubernamentales de todo el mundo, han invadido ya la ciudad. R¨ªo de Janeiro, remozada para el acontecimiento, con obras por valor de 350 millones de d¨®lares -construcci¨®n de una autopista que une el aeropuerto con el centro, asfaltado de calles, recuperaci¨®n de jardines e instalaci¨®n de una moderna red de telecomunicaciones-, vive un clima festivo que recuerda la multiforme agitaci¨®n de la Expo de Sevilla. "Se trata de una movilizaci¨®n sin precedentes en el pa¨ªs", ha afirmado el alcalde de R¨ªo, Marcello Alencar.
115.000 soldados
Indiferentes a la euforia de los cariocas, 15.000 soldados armados ocupan la capital desde la semana pasada, oteando desde puentes y viaductos, patrullando calles y vigilando celosamente las instalaciones estrat¨¦gicas.
Las autoridades impusieron severas restricciones al tr¨¢fico a¨¦reo en las proximidades del pabell¨®n de, convenciones Riocentro, donde se celebra la Cumbre de la Tierra, y 3.600 hombres de la Fuerza A¨¦rea brasile?a vigilan con radares esa regi¨®n y los tres aeropuertos principales de R¨ªo de Janeiro. El hospital de la Fuerza A¨¦rea ha sido acondicionado para enfrentar cualquier emergencia y poder atender, si fuera preciso, a alguno de los 128 jefes de Estado y de Gobierno que participan en la cumbre.
Hoy se inicia la fase de debate y negociaci¨®n en grupos de trabajo, que culminar¨¢ el d¨ªa 11 con la presentaci¨®n de conclusiones en el plenario. Y del 12 al 14 de junio se celebrar¨¢ la fase pol¨ªtica, con la presencia de altos mandatarios -jefes de Estado y de Gobierno- de los pa¨ªses asistentes.
Pero algunas de las grandes cuestiones que estar¨¢n sobre el tapete ya han quedado parcial mente definidas en los cinco encuentros preparatorios que la ONU ha promovido desde 1990, y el desacuerdo que a¨²n subsiste en temas fundamentales, como el tratado sobre biodiversidad, cambio clim¨¢tico y preservaci¨®n de las selvas nativas, es suficiente para asegurar fuertes pol¨¦micas. Para los ecologistas presentes en R¨ªo, el villano de la Cumbre es el presidente George Bush, que el viernes pasado anunci¨® que no firmar¨¢ la convenci¨®n sobre biodiversidad, que afectar¨ªa los intereses de empresas estadounidenses que han patentado hallazgos biol¨®gicos. A pesar del pesimismo reinante sobre los resultados de la cumbre, el coordinador del Gobierno brasile?o para el encuentro, Flavio Perri, es optimista: "Se trata de conciliar 185 intereses nacionales diferentes; por eso, es obvio que al principio debe haber discrepancias", ha afirmado.
Las actividades oficiales de la Conferencia se desarrollan en el pabell¨®n de convenciones Riocentro, situado en el barrio de Jacarepagu¨¢, a 60 kil¨®metros del centro de la ciudad, convertido el s¨¢bado pasado en territorio bajo control de la.0NU.
En el otro extremo, en el parque de Flamengo, tiene lugar desde el lunes un acontecimiento paralelo: el Foro Global, en el que unos 15.000 representantes de 3.521 organizaciones no gubernamentales de 189 pa¨ªses, participan en 600 actos, seminarios y conferencias sobre la defensa del medio ambiente.
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