El Nobel William Golding presenta una novela sobre la dificultad del optimismo
El escritor brit¨¢nico fue investido doctor 'honoris causa' por la Universidad de Oviedo
El escritor brit¨¢nico William Golding, nacido en Cornualles en el a?o 1911 y premio Nobel de Literatura en 1983, fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Oviedo el pasado mi¨¦rcoles, y present¨® ayer en la capital asturiana la edici¨®n espa?ola de su ¨²ltima novela, Fuego en las entra?as (publicada por Alianza Editorial), con la que concluye su trilog¨ªa sobre el mar. Narra la traves¨ªa hacia Australia de un hombre que supera las dificultades para ser optimista, "aunque no se lo merece", seg¨²n el autor. Golding sigue fiel a su visi¨®n negativa del mundo, y dice que el triunfo del bien "s¨®lo se puede producir en la esfera de lo celestial; aqu¨ª abajo el bien siempre sale vencido".
Golding reh¨²ye las preguntas sobre el momento hist¨®rico presente. "Es dificil opinar, la historia es realmente impredecible", replica a sucesivas preguntas en el mismo sentido. Si El se?or de las moscas fue una advertencia sobre la maldad intr¨ªnseca del hombre para corregir la complacencia de quienes hab¨ªan derrotado al nazismo, no cree que la situaci¨®n actual, tras el derrumbe de los reg¨ªmenes comunistas, sea comparable. "La novela que este contexto exigir¨ªa tendr¨ªa que ser muy distinta de El se?or de las moscas". Las preocupaciones que a William Golding le acuc¨ªan en este momento responden a otro tipo de inquietudes: "Me preocupa", dice el escritor, "la manera en que se est¨¢ destruyendo mi pa¨ªs. En Europa, la forma en que se est¨¢ fragmentando y partiendo. Y lo mismo en el mundo. Me inquieta su destrucci¨®n y su ruptura en pedazos".El autor de El se?or de las moscas se dispone en fecha pr¨®xima a iniciar su novela n¨²mero 12, aunque no quiso hablar sobre ella. "Es muy peligroso antes de haberla empezado", dijo. "Ser¨ªa limitar las posibilidades de la obra".
Tranquilo y relajado, con un semblante a mitad de camino entre personaje de novela y viejo lobo de mar, con sus cabellos y barba impolutamente blancos, Golding niega el pesimismo que tan insistentemente se le atribuye: "Eso es como cuando se le pone el collar a un perro y ya nadie se lo quita". Quiz¨¢s por ello su ¨²ltima novela introduce un efluvio de optimismo: "Es el tercer libro de una trilog¨ªa que no esperaba escribir. Quer¨ªa que al final hubiera un cierto optimismo, aunque no es un optimismo. f¨¢cil. En el primer volumen el personaje no es amable, pero la vida lo va educando y aprende a vivir de forma social y a convivir con la gente. Es tremendamente afortunado acabar siendo optimista. No se lo merece, pero lo consigue".
El escritor brit¨¢nico parece querer huir de los dramatismos, y aunque no niega que su obra refleja el patetismo y, la tragedia ("la vida es tr¨¢gica porque morimos"), sostiene que tambi¨¦n puede ser "igualmente divertida". "La vida", afirma frente a quienes le atribuyen una visi¨®n derrotista, "es interesante". ?sta es la b¨²squeda que le lleva a ¨¦l a escribir y al p¨²blico, dice, a leer. "A veces", a?ade el escritor, "he pretendido ser feliz sin escribir, pero. no lo he conseguido". "Cada cual", asegura, "encuentra la felicidad en distintas cosas. Yo, en la literatura y en la m¨²sica".
Golding no considera preciso que el escritor participe de un ideario concreto, ya sea. pol¨ªtico o de otro tipo. "Algunos escritores supongo que lo sienten, pero yo no veo esa necesidad de compartir una ideolog¨ªa espec¨ªfica. Yo soy de centro-izquierda. Algo dentro de m¨ª me hace votar socialismo. Aunque no me gusta, al final, no s¨¦ por qu¨¦, lo voto".
M¨¢s que eso
El papel de la literatura debe ser, en primer lugar, el de entretener, pero asegura que es mucho m¨¢s que eso. "La gente va a veces al teatro a llorar, cuando se identifica con alg¨²n personaje o situaci¨®n concreta. ?Qu¨¦ tipo de entretenimiento es ¨¦se? Se siente muy satisfecha, pero eso es masoquismo". ?No ocurre tambi¨¦n a veces en la novela?, se le pregunta. "Hasta cierto punto, s¨ª. Realmente, es mucho m¨¢s complejo que eso. Necesitar¨ªa hablar de muchos libros para poder definir, lo que es la literatura".Sus aficiones como lector se centran ahora en la literatura francesa, aunque no ha dejado de leer, como ha hecho durante toda su vida, "mucha literatura inglesa". "Tambi¨¦n literatura griega" (el griego es una de sus aficiones, junto con la arqueolog¨ªa, la egiptolog¨ªa, la m¨²sica y la navegaci¨®n a vela), y "algo menos en lat¨ªn". Ahora est¨¢ aprendiendo espa?ol -aprovecha la conversaci¨®n en alg¨²n momento para ensayar con el periodista, e incluso su esposa se despide finalmente en castellano-, y aunque no conseguir¨¦ hablarlo", afirma, "espero leerlo. Es importante leer en el propio idioma en que se ha escrito cada obra".
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