En 40 a?os, la alta natalidad del Tercer Mundo doblar¨¢ la cifra de desnutridos

M¨¢s de 600 millones de personas de los 5.480 millones que pueblan la Tierra pasan hambre. Este problema se ve agravado por el ritmo actual de crecimiento demogr¨¢fico. En el a?o 2050, seg¨²n la mayor¨ªa de las previsiones, la poblaci¨®n mundial se habr¨¢ duplicado. Mientras en los pa¨ªses ricos las tasas de natalidad se han estabilizado, en el Tercer Mundo siguen disparadas. Seg¨²n la ONU, en el 2.030, habr¨¢ m¨¢s de mil millones de hambrientos.

Los primeros d¨ªas de la Cumbre de la Tierra se han centrado en que el gran problema ecol¨®gico es la superpoblaci¨®n.El primer toque de alarma lo han dado precisamente los pa¨ªses ricos. Hacen c¨¢lculos: Si con las actuales ayudas oficiales al desarrollo se mueren ahora mismo 500 ni?os al d¨ªa por desnutrici¨®n en los pa¨ªses del Cuerno de ?frica, ?qu¨¦ puede pasar en un futuro nada lejano? Ni siquiera los pa¨ªses m¨¢s ricos han conseguido ponerse de acuerdo para elevar estas ayudas al 0,7% del PNB en el a?o 2000, que es la proporci¨®n que reclama la ONU. Espa?a se ha marcado como objetivo aumentar en ese plazo su contribuci¨®n hasta el 0,37%.

A nadie en los boyantes pa¨ªses del Norte se le escapa los peligros de que lleguen grandes olas de emigrantes procedentes del Sur desabastecido, lo que podr¨ªa provocar una par¨¢lisis, por saturaci¨®n, de las econom¨ªas nacionales. Y es que, si ahora la poblaci¨®n de pa¨ªses desarrollados no representa ni la cuarta parte del total, dentro de 60 a?os, con las tendencias demogr¨¢ficas actuales, representar¨¢ poco m¨¢s del 10%. Mientras Europa se mantendr¨¢ en niveles parecidos de densidad demogr¨¢fica -emigrantes aparte-, ?frica y Asia experimentar¨¢n ascensos espectaculares.

La ONU y el Banco Mundial lo han repetido en los ¨²ltimos meses en diversos informes: El futuro se presenta negro., debido al aumento de la poblaci¨®n y a que cada vez ser¨¢ m¨¢s dificil satisfacer la demanda de alimentos". El peso de la poblaci¨®n agrava las consecuencias no s¨®lo de la pobreza, sino tambi¨¦n de los desastres naturales, de la de forestaci¨®n, la sequ¨ªa y la desertizaci¨®n; es decir, del arrasamiento de los recursos renovables.

El secretario de la ONU paria la Cumbre de la Tierra, Maurice Strong, lo dijo muy crudamente en la ceremonia de inauguraci¨®n de R¨ªo 92: "La poblaci¨®n se debe estabilizar, y r¨¢pidamente. Si no los hacemos nosotros, lo har¨¢ la naturaleza de forma m¨¢s brutal". Y a todos sorprendi¨® cuando se?al¨® que el agujero en la capa de ozono y el cambio clim¨¢tico son problemas que s¨®lo pueden agravarse con el aumento de poblaci¨®n. El Vaticano ha puesto el grito en el cielo por estos intentos de centrar los problemas ecol¨®gicos en la elevada natalidad. La Iglesia Cat¨®lica cree que el objetivo es desviar la atenci¨®n sobre la gran injusticia: el desigual reparto entre ricos y pobres el 23% de la poblaci¨®n mundial acapara ahora el 85% de la renta mundial

Otra forma de dirigir

La historiadora Sophie Bessis, especialista en el estudi¨® de las condiciones de vida del Tercer Mundo, estima que m¨¢s de 1.000 millones de personas viven por debajo de l¨ªmite de la pobreza absoluta. De ellos, cien millones son de pa¨ªses desarrollados. Para Bessis, el problema del hambre no proviene de la incapacidad del planeta para producir recursos, sino de la falta de una gesti¨®n adecuada de los mismos por organismos nacionales e internacionales. "Hace falta una conmoci¨®n radical en la forma de dirigir el mundo, con soluciones parciales y globales, que acaben con el esc¨¢ndalo del hambre", afirma.El c¨ªrculo vicioso de la pobreza se refuerza con los problemas de acceso al agua y a los servicios sanitarios. Al menos mil millones de personas no tienen acceso al agua y m¨¢s de dos mil millones sufren condiciones sanitarias inadecuadas, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. Esto provoca la muerte de tres millones de ni?os al a?o.

Para los expertos, una soluci¨®n a estos problemas pasa por el aumento de los recursos de los m¨¢s pobres, por la lucha contra la mortalidad infantil que hace que las familias intenten tener muchos hijos para que al menos viva alguno y, en definitiva, por el control de la natalidad. Si las mujeres del Tercer Mundo tuvieran acceso a alg¨²n sistema de planificaci¨®n familiar, se calcula que cada una tendr¨ªa 1,41 hijos menos. Eso puede suponer en 35 a?os una diferencia de 1.300 millones de habitantes m¨¢s o menos.

Seg¨²n los dem¨®grafos, para que la poblaci¨®n pudiera estabilizarse en 7.700 millones en el a?o 2050, las parejas del mundo debieran tener una media de 2,1 ni?os en el a?o 2010. Tal como est¨¢n las cosas no parece probable, aunque ya utiliza alg¨²n medio anticonceptivo la mitad de las parejas de los pa¨ªses subdesarrollados (en la d¨¦cada de los sesenta s¨®lo era un 10%).

La puesta en marcha de programas de planificaci¨®n familiar viene a complicarse sobremanera por dos hechos: Hay todav¨ªa 34 pa¨ªses donde m¨¢s de uno de cada diez ni?os mueren antes de alcanzar los cinco a?os; pocas madres optan por el control de la natalidad a la vista de dicho riesgo. Adem¨¢s, casi la cuarta parte de la humanidad es analfabeta y no hay esperanzas de que mejore esta perspectiva en los pr¨®ximos anos, seg¨²n la Unesco.

Hasta el a?o 2065 o 2110, dependiendo los an¨¢lisis del pesimismo de sus autores, los dem¨®grafos no esperan que la poblaci¨®n mundial se estabilice. Pero para entonces ya seremos casi 12.000 millones de personas.