La justicia sienta en el banquillo a un sacerdote acusado de violar a otro durante 15 a?os
La archidi¨®cesis de Madrid sentenci¨® como hechos probados los abusos en una investigaci¨®n interna en 2019, pero no impuso una pena porque los hechos hab¨ªan prescrito can¨®nicamente
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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Un juzgado de Madrid sentar¨¢ en el banquillo al sacerdote Manuel Gonz¨¢lez L¨®pez-Corps por violar a otro cura durante 15 a?os, entre el 2000 y 2015, en dependencias eclesi¨¢sticas de la archidi¨®cesis de Madrid. El obispado sentenci¨® como hechos probados los abusos en una investigaci¨®n interna que realiz¨® en 2019, pero no impuso una pena al agresor porque los delitos hab¨ªan prescrito can¨®nicamente (derecho por el que se regula internamente la Iglesia cat¨®lica) y no repar¨® a la v¨ªctima, seg¨²n la documentaci¨®n eclesi¨¢stica a la que ha tenido acceso este peri¨®dico. A diferencia de los casos de pederastia, que no prescriben en el derecho eclesi¨¢stico, los abusos a personas adultas lo hacen a los tres a?os. El afectado acudi¨® a los tribunales ordinarios en 2021, despu¨¦s de recurrir durante meses la decisi¨®n del obispado y present¨® una denuncia contra el presb¨ªtero, de 63 a?os.
El juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 15 de Madrid abri¨® diligencias y, tres a?os despu¨¦s, ha decidido la apertura de juicio oral al sacerdote por un delito de agresiones sexuales. La abogada de la v¨ªctima, Mar¨ªa Victoria de La Vega, penalista conocida por llevar casos complejos como el del sacerdote de Talavera de la Reina Jos¨¦ Luis Gal¨¢n, que abus¨® de una ni?a durante a?os mientras le practicaba exorcismos. Este cura est¨¢ condenado por el Tribunal Supremo a ocho a?os y a pagar una indemnizaci¨®n de 100.000 euros. La archidi¨®cesis de Madrid, preguntada por este diario, no ha querido hacer valoraciones porque el caso est¨¢ en sede judicial.
Los hechos denunciados comenzaron en el curso escolar de 1998-1999, cuando el denunciante ten¨ªa 20 a?os y trabajaba en el cementerio madrile?o de San Isidro, mientras estudiaba COU como repetidor. El sacerdote Gonz¨¢lez y el joven se conocieron en el camposanto, ya que el cura era el p¨¢rroco de all¨ª. ¡°Me deslumbr¨® desde el primer momento. Fue una ayuda importante para sacar adelante los estudios¡±, dice el denunciante. Poco despu¨¦s comenzaron los primeros abusos denunciados: caricias, tocamientos genitales, felaciones, besos y penetraci¨®n anal. Un a?o despu¨¦s, la relaci¨®n se hab¨ªa reforzado tanto que, seg¨²n el denunciante, el cura se lo llev¨® a vivir con ¨¦l, ya que por entonces el joven a¨²n resid¨ªa con sus padres. ¡°Hizo obras en la casa del capell¨¢n de la ermita, dividi¨¦ndola en dos apartamentos de forma que yo pudiera vivir all¨ª. [...] Nuestra casa ten¨ªan una puerta com¨²n cerrada desde fuera y dos puertas dentro que dej¨¢bamos abiertas¡±, a?ade.
Algunos de los episodios, seg¨²n el relato de la v¨ªctima, eran violentos, lo que le provocaba una situaci¨®n de angustia y miedo: ¡°Si se enfadaba... recuerdo una vez, en San Isidro, que lleg¨® a emplear conmigo la violencia. Despu¨¦s de una discusi¨®n, se enfad¨®. Me fui al ba?o y vino detr¨¢s de m¨ª. En el ba?o me empuj¨® contra el mueble y me penetr¨® con violencia y con enfado. Me hizo creer que yo merec¨ªa tal castigo¡±.
Durante la convivencia, Gonz¨¢lez oblig¨® a que el joven se confesase de ¡°las relaciones sexuales¡± que ambos ten¨ªan. Seg¨²n el relato del denunciante, la primera absoluci¨®n fue en una cama mientras los dos estaban acostados, desnudos y ¡°despu¨¦s de una relaci¨®n con masturbaci¨®n mutua¡±. Los abusos siguieron en el tiempo, pero con menos frecuencia, cuando el joven comenz¨® sus estudios en el seminario, produci¨¦ndose ¡°los domingos y en todos los periodos de vacaciones¡±, y tambi¨¦n despu¨¦s de ser ordenado sacerdote. Los ¨²ltimos episodios denunciados son de finales de 2015.
El denunciante ha necesitado desde entonces terapia psicol¨®gica. En sus informes se detalla que padece un cuadro ¡°de inseguridad y de miedo, con un estado de hiperalerta y un descontrol de la impulsividad que le lleva a una irritabilidad importante¡±.
Ante tal situaci¨®n, acude en verano de 2018 al obispado para citarse con el arzobispo de entonces, el cardenal Carlos Osoro, con la intenci¨®n de renunciar al estado clerical. Despu¨¦s, consciente de lo que suced¨ªa, present¨® una denuncia can¨®nica contra Gonz¨¢lez. Osoro abri¨® una investigaci¨®n por abusos de conciencia, de poder y de absoluci¨®n c¨®mplice en pecado contra el sexto mandamiento, el de cometer actor impuros. Esto ¨²ltimo hace referencia al delito can¨®nico de que un cura absolviese un ¡°pecado¡± en el que tambi¨¦n hab¨ªa participado.
La sentencia, firmada por el cardenal, considera como hechos probados todas las acusaciones. Es interesante la forma en la que el instructor lo detalla. Primero, por la credibilidad que da a la v¨ªctima: ¡°El testimonio es cre¨ªble. Y lo es aun cuando progresivamente haya ido ampliando el campo de recuerdo, pues en los abusos de conciencia y sexuales es algo relativamente com¨²n que la v¨ªctima, cuando se ve liberada del influjo del agresor y acompa?ada en un proceso terap¨¦utico, vaya pudiendo recordar y poner nombre a lo vivido¡±. Del mismo modo, se?ala que ¡°la ausencia de intereses espurios y la coherencia en sus manifestaciones externas tambi¨¦n constituyen un elemento de cara a juzgar la credibilidad¡±.
Y segundo, por la forma en que juzga el relato del acusado, al que pone en duda y acusa de ¡°disfrazar los hechos¡± durante su declaraci¨®n: ¡°Don Manuel [Gonz¨¢lez] no es cre¨ªble al negarlo, pues es inconstante en la negaci¨®n de las confesiones [...] lo mismo que incurre en notables contradicciones en sus declaraciones al sostener, por un lado, que se trat¨® de una simple relaci¨®n de amistad sin sexo y reconocer, por otro, relaciones sexuales continuadas en el tiempo¡±. Adem¨¢s, el instructor tambi¨¦n subraya que la v¨ªctima ¡°al ser preguntada por la persona de Gonz¨¢lez no muestra odio ni deseo de perjudicarle, bien diferente de los constantes intentos de Gonz¨¢lez por destruir la credibilidad¡± del denunciante.
La resoluci¨®n can¨®nica es muy dura contra el agresor: ¡°La v¨ªctima da con la clave para calificar la relaci¨®n: ¡®Yo era su chico de compa?¨ªa¡¯. Don Manuel encontr¨® un chico de compa?¨ªa al que poder manipular y moldear y lo acab¨® introduciendo en una relaci¨®n, sentimental, espiritual y sexual, enfermiza, de dependencia, de utilizaci¨®n. Esto tiene nombre: abuso de conciencia. No se dieron notas de reciprocidad, de mutua atenci¨®n, inter¨¦s y benevolencia que caracterizan una relaci¨®n sentimental y sexual ente adultos, sino que se trat¨® siempre, a lo largo de a?os, de una relaci¨®n de abuso¡±.
A pesar de ello, el cardenal no castig¨® a Gonz¨¢lez por las agresiones sexuales, ya que los abusos a mayores de edad prescriben can¨®nicamente a los tres a?os. Es decir, en 2018: el delito expir¨® justo cuando lo denunci¨® ante el obispado. ¡°No obstante, el hecho de que no se puedan castigar como delito estas conductas grav¨ªsimas no significa que no hayan existido, como es el caso. Quede constancia en este decreto de la gravedad de los hechos, de su malicia, y de su car¨¢cter probado¡±, dice el documento eclesial. La di¨®cesis tampoco acept¨® la petici¨®n de una indemnizaci¨®n de 150.000 euros que ped¨ªa la v¨ªctima, ya que no se reconoc¨ªa como responsable civil subsidiaria.
Por otra parte, el delito can¨®nico de la confesi¨®n prescribe a los 20 a?os. Por este, la di¨®cesis le impuso la prohibici¨®n de celebraci¨®n p¨²blica de los sacramentos por un periodo de nueve a?os y seis meses (hasta que cumpla 70 a?os), apartamiento definitivo de la docencia de ciencias sagradas, la deposici¨®n de sus cargos, prohibici¨®n del contacto con los seminaristas, cesi¨®n de toda actividad p¨²blica y el pago de la terapia psicol¨®gica a la v¨ªctima (si no ten¨ªa dinero, lo har¨ªa la di¨®cesis). Pero tampoco cumpli¨® nada de eso. La Congregaci¨®n de la Doctrina de la Fe en Roma (encargada de sellar las sentencias) revoc¨® en 2021 la decisi¨®n del cardenal de Madrid. La v¨ªctima intent¨® recurrir sin ¨¦xito. Por esa raz¨®n, acudi¨® a denunciar a la justicia penal.
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